Tajzara, un humedal siempre amenazado



Bolivia tiene la mayor extensión de humedales de importancia para el mundo, más de 13% de nuestro país son humedales. Existen humedales en el Altiplano, así como en Beni, Santa Cruz y también en Tarija.
Lea también: Tajzara, Sama y el futuro de los humedales del mundo
Muchos humedales al ser de importancia internacional son denominados sitios RAMSAR, nombre de la ciudad iraní en la cual se llevó a cabo la Convención RAMSAR, el 2 de febrero del año 1971. La Convención de Ramsar fue establecida para la conservación y uso racional (responsable) de los humedales en el mundo y Bolivia forma parte desde el 27 de octubre de 1990. Bolivia cuenta con 11 humedales reconocidos en ese marco..
Los 11 humedales considerados sitios RAMSAR en Bolivia son: Lípez (Potosí), el lago Titicaca (La Paz), la cuenca de Taczara (Tarija), los lagos Poopó y Uru Uru (Oruro), el Palmar de las Islas las Salinas de San José (Santa Cruz), la Laguna Concepción (Santa Cruz) los ríos Blanco, Matos y Yata (Beni), además del Pantanal boliviano (Santa Cruz), los Bañados del Izozog (Santa Cruz) y el río Parapetí (Santa Cruz).
Ninguno de ellos atraviesa un buen momento debido a las acuciantes sequías, la reducción de las temporadas de lluvias y los persistentes efectos del cambio climático, que es cada vez más evidente.
De todos, la cuenca de Tajzara es una de las más desconocidas a nivel nacional pese a ordenar el altiplano tarijeño y la Reserva Biológica de la Cordillera de Sama, que abarca más de 108 000 hectáreas y es clave para la provisión de agua a la ciudad de Tarija y a todo el valle central.
y que está situada al sur de Bolivia, está amenazada por la presión que ejercen la ganadería y la construcción de vías no fiscalizadas, así como por el fenómeno global del cambio climático. Esta área protegida provee de agua a la ciudad de Tarija y el valle central que la rodea. Se trata de una reserva diversa que presenta distintos climas, paisajes y ecosistemas, que le aportan posibilidades productivas. Y estas características están determinadas por su variación altitudinal que va desde los 2020 msnm y que asciende hasta los 4706, el punto más elevado de la cordillera.
Cuando fue declarada zona Ramsar en los 2000 contaba con 18 lagunas estacionales y dos permanentes, pero estas dos han llegado a desaparecer también en los últimos años. Entre las causas se señala el incremento de las explotaciones tanto agropecuarias como ganaderas, pero también la construcción de la carretera Copacabana – Iscayachi – Yunchará, que ha podido alterar el ciclo vital.
De momento y pese a los esfuerzos, no hay una estrategia definida para devolver a la cuenca su esplendor natural mientras avanzan las iniciativas de desarrollo y turismo “sostenibles”.