Crónica política de la jornada
De la “expulsión” de Arce al “tibio” apoyo a Rodrigo Paz
El MAS sigue en su trifulca por el control del partido mientras que en Santa Cruz crece la incertidumbre sobre el destino de la Gobernación y Comunidad Ciudadana protege a Carlos Mesa



A la espera de lo que determine el cabildo nacional del 25 de enero y del resultado de las movilizaciones en defensa del Estado Plurinacional convocadas para el 22 de enero por los afines a Luis Arce, la pugna interna sigue marcando la actualidad de los tres partidos de la Asamblea Plurinacional. Ni el MAS, ni Creemos, ni Comunidad Ciudadana atraviesan su mejor momento en un año clave para los revocatorios y para la elección judicial.
El MAS y los ultimátum
El MAS funciona a ultimátum diario desde hace varios meses. Ni con Evo Morales distraído con las movilizaciones en Perú puede el partido tomarse un respiro. Ayer fue el diputado Héctor Arce, uno de los operadores del evismo en la Asamblea, quien pidió evaluar ni más ni menos que la expulsión del partido del presidente Luis Arce. Ni más, ni menos.
Arce se fue creciendo en su intervención en la que defendía la determinación del Congreso cochabambino de expulsar a seis parlamentarios por haber apoyado la Ley del Censo: “Hagan lo que hagan, lloren, chillen, zapateen, se revuelquen están expulsados (los seis diputados) de nuestra organización política”, hasta que evidentemente tuvo que admitir que la aprobación de la Ley del Censo fue una concesión del presidente Luis Arce, al que acusó de haberse “distanciado” y no haber escuchado las denuncias de corrupción.
Movilizaciones El 22 de enero el MAS convocó a defender “el Estado Plurinacional”; el 25 de enero hay Cabildo Nacional de cívicos.
A Héctor Arce le respondió su jefe en Diputados, mal que le pese. “No es el momento de estar peleándonos, no es oportuno andar expulsando diputados o militantes, es oportuno construir la unidad no solamente del MAS, del proceso de cambio en su conjunto y de la patria boliviana en su conjunto”, afirmó el presidente de la cámara Jerjes Mercado, cruceño y estrella del arcismo.
Lo cierto es que en ningún otro momento de la historia reciente, con presidentes mucho menos respaldados electoralmente, se habían escuchado acusaciones tan gruesas y críticas tan pesadas desde las propias filas del partido, en cualquier caso, la pugna no se resolverá hasta que el MAS orgánico controlado por Morales convoque el Congreso pertinente. Mientras, Choquehuanca puede seguir deletreando “re-no-va-ción”, que no pasa nada.
Santa Cruz agitado
Aún entre pugnas, el MAS ha logrado ahondar en la brecha abierta en Creemos con la detención preventiva de su líder, el gobernador Luis Fernando Camacho, quien ya se acomoda para pasar larga temporada en la cárcel ante el convencimiento del Comité Cívico de que la estrategia no estaba funcionando.
La cuestión es que el MAS, al exigir que el vicegobernador asuma las funciones de Camacho y amenazar (sin base jurídica alguna) con forzar una elección ha tenido su efecto entre los apetitos personales de algunos de los políticos relevantes.
El exsecretario general de la Gobernación de Rubén Costas y candidato frustrado, Vladimir Peña, lo resumió ayer: “La puja por el control de la Gobernación tiende a ahondar la crisis, después de la detención arbitraria del gobernador. El ninguneo constante al vicegobernador corroboró que el binomio no era homogéneo, sino que tenía muchos agujeros” y apuntillaba: “Santa Cruz no puede vivir los próximos meses y años, observando como unos impiden que el vicegobernador asuma su papel y un vicegobernador queriendo convertirse en gobernador”. Evidentemente no es casual que los Demócratas reaparezcan ahora que se constata el problema de gestión que se ha generado para decir aquello de “con nosotros no pasaba” y lucir su experiencia.
CC y el caso Paz
También Comunidad Ciudadana empieza a ponerse en modo electoral, sobre todo por la incertidumbre que pesa sobre Carlos Mesa, pero también por las aspiraciones de Rodrigo Paz. Comunidad Ciudadana es un conglomerado electoral controlado, esencialmente, por los amigos de Carlos Mesa, pero nadie olvida que la sigla matriz es la del FRI, controlada por la familia tarijeña de Motete Zamora, en este caso, también pariente, aunque lejano de Rodrigo.
Paz quiere que su agrupación se vuelque en defenderlo en los procesos que poco a poco avanzan, como el del puente 4 de Julio o el de “Ciudad Inteligente”, que han constituido dos fiascos económicos para la ciudad durante su administración como alcalde. El martes fue cautelado con la anotación de bienes por el caso del puente. Paz quiere presentarse como “perseguido político” pero penas ha conseguido convencer a la senadora Andrea Barrientos – que pasó de estrella emergente a cadáver político tras decir en sesión que CC tenía más afinidad con el MAS que con Creemos – ponga un par de tuits en este sentido que, en medio de la crisis por la detención de Camacho, suenan raros.
Mesa debe primero decidir si quiere repetir candidatura y después si aceptará un vicepresidente no cruceño. Lo que es seguro es que no elegirá a ningún sospechoso de corrupción u otros manejos turbios.
¿Hay alternativas políticas en Tarija?
Las tensiones internas en los partidos nacionales apenas tienen reflejo en las fuerzas tarijeñas, excepto en el MAS, donde sí hay dos bloques muy definidos que pugnan por el control de la mano de Arce o de Evo según corresponda.
De momento tanto Johnny Torres – con mayoría en el Concejo municipal – y Óscar Montes – que controla la Asamblea con un acuerdo con los pueblos indígenas – están teniendo tranquilidad en sus gestiones y de momento, no se perfilan candidatos alternativos en el bloque más tradicional de políticos, que se da por prácticamente agotada.
De entre los secretarios de Montes, apenas María Lourdes Vaca suena como alternativa mientras que en el MNR contemplan la continuidad de Torres por años.