Los sueños de San Roque #37
Los Sueños de San Roque: Un chuncho como marca ciudad que molesta a los chunchos
Este 30 de septiembre se lanzó la marca ciudad “Tarija VINO para quedarse” con un turbante estilizado de chuncho y una referencia casi explícita al vino como bebida alcohólica, lo cual ha generado molestia.
No voy a ser muy duro porque lo considero un error que también me podría haber pasado a mí. Pero es evidente el malestar que la Dirección de Cultura de la alcaldía causó por el lanzamiento de la marca ciudad “Tarija vino para quedarse”. Desde hace días no dejan de lloverme mensajes sobre el “turbante de chuncho” que no tiene nada que ver con nuestro turbante. (No es que no tenga nada que ver, pero tienes que haber hecho algo mal para que te digan eso).
El asunto ya ha salido en la prensa nacional, la directiva de chunchos promesantes de la Fiesta Grande de San Roque está reclamando y no creo que el director de Cultura salga indemne de esto. Pero quiero aprovechar para reflexionar sobre lo que todo esto significa y así aprendamos de nuestros errores. El sentido de ofensa es momentáneo, pero refleja una serie de disfuncionalidades estructurales que mejor las arreglamos antes de que nos revienten en la cara.
Cuando digo que a mi también me podría haber pasado no estoy hablando en sentido figurado. La diferencia es que yo he tenido la suerte de tener un chuncho viejo que me ha advertido y me ha salvado de meter la pata. Déjenme que les cuente la historia. Yo tengo un amigo que hace vino y que es re devoto de San Roque. El año pasado se ha hecho una etiqueta que incluye un chuncho en su diseño, y me ha regalado una botella. Me ha gustado tanto la idea que le he prometido que iba a organizarle una presentación de su vino, y yo he empezado a llamarlo “vino chuncho”. Y estaba en eso cuando le he comentado eso a don Ivar Benítez, uno de los tres últimos maestros de danza de los chunchos. “Don Danielito”, me ha dicho, “no se meta en problemas. El vino no se puede llamar vino chuncho. Y también está prohibido que se use la imagen de los chunchos en un trago”. Yo me he quedado de una pieza.
Se lo he comentado a mi amigo y él le ha dado la razón a don Ivar. “Mirá Vaco”, me ha dicho, “yo le voy a quitar el chuncho a mi vino. Pero quiero que les dejes bien claro que tienen que cuidarse bien, porque yo lo saco ahorita pero cualquier rato se les puede aparecer otro con más poder que yo y no quisiera después estar viendo que una bodega grande empiece a poner un chuncho en su vino solo porque tienen plata”. Abracadabra, no ha pasado ni un mes y tenemos a la alcaldía en el caldo.
Según me explica Cristian, mi amigo, los chunchos deberían registrar todos los elementos de la vestimenta del chuncho como derecho de autor colectivo para que nadie los pueda utilizar de manera comercial. Ellos tienen todo el derecho, porque son la directiva de los chunchos y tienen una personería jurídica que los avala. Además, la declaratoria de Patrimonio Cultural y la Ley de Salvaguarda les brinda toda la argumentación legal para la protección de la vestimenta del chuncho. “Porque tienen que saber que siempre puede venir alguna empresa grande sin muchos escrúpulos y mucho poder que decida apropiarse de su imagen, y no van a poder hacer nada”. Eso es, a menos que hayan registrado los derechos de autor. Eso no significa que le quiten el derecho de uso social a la población en general, porque siempre se van a poder hacer cuadros, libros, bordados, imágenes periodísticas y todas esas cosas que hacen de la imagen de San Roque y de los chunchos un elemento fundamental en el imaginario tarijeño. Lo que significa es que nadie (ni la alcaldía, ni la gobernación, ni el ministerio de culturas, ni ninguna empresa particular) pueda hacer uso político ni comercial indiscriminado de la imagen de los chunchos, porque es un bien protegido.
Entonces tenemos tres temas que se juntan en este gafé: la inconsulta, el diseño fallido y el uso inapropiado. Todo eso se pudiera haber evitado si hubieran hecho uso de la institucionalidad del Comité de Salvaguarda, que incluye a la directiva de los chunchos promesantes. Pero no, se lo ha creado y nunca mas se lo ha convocado, lo mismo que la ley de protección de chuncho. Yo ya he escuchado a los chunchos decir que la misma alcaldía está incumpliendo las leyes de protección que ha promulgado, como si lo que estuviera escrito en el papel no sirviera para nada. Y debo darles la razón, por el mismo motivo por el cual lo hemos sacudido al Ministerio de Culturas: no pueden borrar con el codo lo que han escrito con la mano solo porque les conviene.
Yo creo que van a tener que cambiar la marca ciudad, porque esta ya está embarrada. Y ojalá les sirva para aprender que tienen que trabajar con la gente para que las cosas les salga bien, que es lo que todos queremos. Esto es mucho muy importante: deben efectivizarse los mecanismos de consulta a los actores directos de la fiesta, sin cómos ni cuándos. Al fin y al cabo, solo es cuestión de tratarlo con cariño a San Roquito.