Los trabajadores ya entregaron su pliego petitorio
Aumento salarial, inicia el “tire y afloje" entre la COB y los privados
El presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Ibo Blazicevic, vio con preocupación lo expuesto por la COB y lo consideró como “exagerado”, “fuera de lugar” y que “no corresponde”



No ha pasado ni un mes desde que la Central Obrera Boliviana (COB) había anunciado que iba a “pelear” por un aumento salarial este año y como se preveía el ente que representa a los trabajadores hizo la entrega de su pliego petitorio tras varios días de consensuar con las bases sobre el porcentaje que iban a pedir al Gobierno.
Este “tire y afloje” que un año más comienza con el primer “round” por parte de la COB aún está a la espera de una respuesta formal del “árbitro” que vendría a ser el Gobierno, para luego conocer la propuesta de la otra parte involucrada, los empresarios, que desde el comienzo del mes pasado ya señalaron que un incremento a estas alturas es totalmente “incoherente”.
El paso de la COB
Como lo habían anticipado días atrás, finalmente se hizo entrega del pliego petitorio de la COB que consta de un aumento del 7% al salario básico y un 10% al mínimo nacional.
“Este año, compañero Presidente, estamos proponiendo un incremento del 7% al salario básico nacional y un 10% al salario mínimo nacional. Esa es la propuesta que estamos realizando sobre el incremento salarial en la gestión 2022”, dijo el secretario Ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi, en conferencia de prensa desde la Casa Grande del Pueblo.
Otro sector que salió a respaldar el pliego petitorio es el de los trabajadores fabriles, que indicó que no renunciará al pedido para esta gestión.
“Este año la COB no va renunciar a un pedido de incremento salarial. Es una resolución de los ampliados sectoriales que sí o sí tenemos que pelear un incremento, tanto al básico como al mínimo nacional, porque son dos años que no conocemos de incremento salarial”, aseguró el secretario permanente de la Confederación General de Trabajadores Fabriles de Bolivia, Vitaliano Mamani.
Inviable
Como era de esperarse, la respuesta de los empresarios privados no se hizo esperar e inmediatamente consideraron la propuesta de la COB como inviable, debido a que el país se encuentra en plena recuperación económica. Por lo que piden que se piense en las fuentes de empleo que podrían ser afectadas.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Rolando Kempff, expresó su desacuerdo con los porcentajes de la COB, al recordar que diferentes sectores aún continúan con los efectos negativos que dejó la pandemia y ahora buscan levantarse nuevamente.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Ibo Blazicevic, vio con preocupación lo expuesto por la COB y lo consideró como “exagerado”, “fuera de lugar” y que “no corresponde”.
Un reciente comunicado del Banco Central de Bolivia (BCB) asegura que la inflación se mantuvo estable y en niveles bajos (0.43%), a pesar que para este año se proyectaba una inflación del 3.2%.
Reactivación antes que aumento
Algunos diputados, como Alejandro Reyes de Comunidad Ciudadana (CC), también expresaron su posición respecto al tema e indicaron que antes de discutir sobre aumento en los salarios, se debe abordar la forma de mejorar e impulsar la reactivación económica en el país.
Reyes manifestó que el tema de debate en el país debería ser la ejecución de un verdadero plan para superar la crisis post pandemia y mejores medidas de apoyo al sector productivo.
“Antes de empezar a discutir un aumento salarial en el país, tenemos que discutir cómo vamos a mejorar las condiciones del sector productivo”, expresó el legislador.
Reunión nacional
El pedido de una reunión a nivel nacional para llegar a un acuerdo sobre si habrá o no un aumento salarial este año aún sigue en pie por parte del empresariado tarijeño, que nuevamente recordó que las condiciones para pensar en un incremento no están dadas.
Lamentaron que la COB no haya tomado con seriedad su propuesta respecto a los montos que exigen, ya que va más allá de la realidad económica que muchas empresas pueden pagar debido a la crisis por la pandemia.