Crónicas de octubre
De Acosta a la dirección del MAS tras 20 años en el FRI
La dirección nacional sigue evaluando la situación del MAS Cercado, que ha elegido a Pilar Lizárraga para dirigir el partido, mientras la Departamental de Carlos Acosta plantea a Sandra Baldivieso



Álvaro Ruíz fue candidato de Unidad Nacional y Camino al Cambio en Uriondo; Roberto Ruíz de Podemos al Senado; Luis Alfaro – padre campesino del MAS Tarija – nació en el Movimiento Bolivia Libre; Carlos Brú fue emenerrista, podemita y panista hasta que se convirtió en “socialista al extremo”, más o menos como Rubén Vaca; Lino Condori y casi toda la zona alta o fue MBL o fue emenerrista; Pablo Canedo, hijo del ADN y original creador de himnos tarijeñistas fue candidato del MAS y se fue de Cónsul a Washington; Milcíades Peñaloza era el ADN, y se hizo senador del MAS… así que nadie se rasga las vestiduras con la pureza de sangre en el Movimiento Al Socialismo (MAS), pero una cosa es una conversión lenta a puestos electivos, y otra pasar de un partido a dirigir la estructura de otro en apenas nueve meses.
Según la información recibida en este diario, una de las aspirantes a presidir el Movimiento Al Socialismo en la Regional de Cercado, Sandra del Valle Baldivieso Segovia, militó desde el 18 de noviembre de 2001 hasta el 26 de enero de 2021 en el Frente Revolucionario de Izquierdas, el partido de Motete Zamora Medinaceli que sirvió de sigla para la candidatura de Carlos Mesa en el 2019 y en el 2020 y aún soporta a Comunidad Ciudadana.
Esta información fue corroborada con documentación del Tribunal Electoral Departamental, que ya la semana pasada había evidenciado que Baldivieso no estaba registrada como militante del Movimiento Al Socialismo, al menos hasta enero de 2021, fecha de la última actualización del padrón electoral.
Fuentes próximas a Baldivieso aseguran que ella nunca ejerció una militancia activa en el FRI y que ya intentó afiliarse al Movimiento Al Socialismo (MAS) en junio de 2015 – después de las elecciones municipales y departamentales – pero que no pudo hacerlo al no lograr darse de baja del FRI.
En cualquier caso, la militancia es obligatoria en el MAS para asumir cualquier cargo electivo, más cuando se trata de un asunto orgánico y de dirección del partido.
Una pugna sin fin
La pugna por el control del aparato del partido en Tarija viene de lejos, pero nunca había tenido tanta trascendencia como en esta etapa, puesto que la propia nacional ha cambiado el paradigma. Con Evo Morales fuera del Gobierno, pero al frente del partido, se ha establecido una suerte de bicefalia que necesariamente deben coordinarse para la supervivencia de ambos. En esas, Morales ha decidido fortalecer el partido para que se convierta en un centro de pensamiento y propuesta política que marque el rumbo al Gobierno y no solo una maquinaria electoral y de movilización puntual. En esa estrategia, contar con departamentales fuertes que puedan repetir el modelo y dirigir la tarea de oposición local de forma nítida es clave.
Tarija pasa por ser una de las departamentales más difíciles, entre otras cosas porque la mayoría de sus referentes, como Julia Ramos o Luis Alfaro, han sido apartados, o los que quedan, como Celinda Sosa o Eulalio Sánchez, les han bajado mucho la voz. En la Nacional, por ejemplo, nunca gustó tener que bajar a resolver los conflictos internos de Tarija, sobre todo porque ni bien ponían el pie en el avión se volvía al mismo problema.
Desde Eulalio Sánchez no ha habido otro liderazgo capaz de resolver problemas ni en la departamental ni en la provincial. Abel Aguilar, por ejemplo, acabó fulminado por hacer de librepensante pese a ser uno de los más formados de la vieja guardia. Roger Janko fue una solución de emergencia en el MAS recluido en Bermejo y sin mayor proyección durante la época de Lino Condori, que le vino bien a la Gobernación para no tener nadie al frente.
A Carlos Acosta lo eligió Álvaro Ruíz y su grupo de munícipes y después Acosta lo hizo candidato a Ruíz tras un gran pulso con el exejecutivo de O´Connor, Walter Ferrufino. Ruíz no acabó de cónsul como Canedo sino como viceministro de Autonomías. Sin embargo, ambos siguen queriendo controlar el partido en Tarija, que es el que tiene la última palabra para nombrar candidatos y, sobre todo, para nombrar funcionarios.
El aval de Baldivieso son precisamente Ruíz y Acosta, uno en la estructura de Arce y el otro moviendo fichas para tratar de repetir en el cargo. Al frente está ahora Pilar Lizárraga, otra de las cuasi fundadoras y piedra ideológica básica en Tarija, en principio parte del grupo más cercano a Morales, que, sin embargo, parece no ser suficiente esta vez.
Los conflictos se multiplican en el MAS de Tarija
No solo en la Regional de Cercado hay problemas, pues hace ya meses que en el Gran Chaco declararon no grato a Carlos Acosta como presidente del MAS, lo que tuvo ciertas consecuencias.
El sábado 23 de octubre hubo nuevamente conflicto por la elección en Bermejo donde se denunció violencia e incluso agresiones con arma blanca.
El domingo 24 la directiva saliente posesionó a Berta Barrientos, también contra el criterio de Acosta y también con conflictos sobre la organización del Congreso.
Si bien en otros momentos el MAS Nacional ha mirado para otro lado con los conflictos del MAS Tarija, en esta ocasión se espera que se posicione para evitar más deterioro del partido.