La pesca es la principal actividad y motor económico del pueblo Weenhayek
Pilcomayo, indígenas en Tarija piden levantar la veda por la crisis
Aunque actualmente la cantidad de peces en el río Pilcomayo no es elevada, se espera que a mediados o finales del mes de abril se tengan los flujos necesarios para dar paso a la pesca comercial
La subsistencia de los pueblos indígenas del departamento de Tarija depende de la pesca, entre otras actividades. Por la pandemia del Covid-19 y la crisis económica, este sector de la población quiere que la veda se levante en el mes de abril, situación que también fue sugerida por la Gobernación de Tarija.
El secretario de Medio Ambiente, Pablo Avilés, al igual que el secretario de Pueblo Indígenas, Felipe Moza, señaló que, de acuerdo a las estimaciones previstas, a finales de abril podría levantarse la veda para dar inicio a la pesca para la posterior comercialización del pescado.
Moza expuso que esto se determina de acuerdo a las crecidas del río Pilcomayo y que la presente gestión la crecida “fue moderada”; sin embargo, se espera que río abajo se hayan generado las subidas necesarias como se suscita otros años.
“De acuerdo al monitoreo que se haga, siempre es acostumbrado que a partir del 20 de abril hacia adelante se levanta la veda. El tema de la sedimentación no solo pasa en Tarija, también en Chuquisaca y Potosí, más allá de los causantes que son las cooperativas mineras, hay que hacer un estudio minucioso sobre el tema, ya que algunas inclusive funcionan sin ficha ambiental y clandestinamente”, apuntó.
Pueblos a la espera
La gestión pasada, la comercialización de pescado solo se autorizó para el departamento de Tarija, restringiendo el ingreso de comercializadores de otros departamentos para prevenir la propagación del Covid-19.
Para el director de Desarrollo Económico y Cultural de los Pueblos Indígenas, Andrés Segundo los pueblos Weenhayek, Tapiete y Guaraní subsisten de la pesca y que la gestión pasada no se tuvo el movimiento económico esperado, por lo que este año se espera mejores ingresos.
“Hablé con el primer capitán grande del pueblo Weenhayek, Pablo Pérez, y ellos están esperando que se levante la veda a finales de abril porque no hay dónde ir a trabajar, la única fuente de trabajo es el río y sacar pescado para vender, luego comprar arrocito, azúcar, lo que se necesita”, indicó.
Segundo explicó que las condiciones para levantar la veda a finales de abril son óptimas a pesar “del riesgo por el Covid-19” y que la necesidad por la que atraviesan los pueblos indígenas es alta, por lo que requieren reactivar la actividad comercial del pescado para subsistir.
“El año pasado, aunque se mantuvo solo en Tarija la venta del pescado, estuvo difícil, ahorita no hay restricciones de nada, hay que ver cómo evoluciona el Covid-19 para esos días, el año pasado ni siquiera podíamos mover de provincia a provincia, por ejemplo, el Comité de Operaciones de Bermejo nos pedía certificados médicos, pruebas de Covid-19, todo”.
En algunas oportunidades, los comerciantes debían esperar hasta cuatro horas para hacer pasar su mercadería del abastecimiento interno, por lo que Segundo señaló que las instituciones públicas deben flexibilizar los controles este año para que el pescado no se malogre por estar almacenado mucho tiempo.
Precios del pescado se mantienen en los mercados
Debido a la demanda del pescado por parte de la población, sobre todo por Semana Santa, fechas en las que los usuarios por creencias religiosas y tradición no consumen carne roja, los precios tienden a subir o bajar. Este año, según la Intendencia Municipal, aún no se presentaron denuncias por sobreprecio de distintas variedades de pescado.
La inspectora de la Intendencia Municipal de Tarija, Sonia Solano señaló que en los últimos días se incrementaron los operativos, principalmente en los mercados del Norte y Sur, espacios donde aumenta la venta de pescado.
“Nosotros recomendamos a la población a que puedan asistir a los mercados autorizados para la venta del pescado, en cuanto a los precios hemos visto que hay sábalo de entre 15 y 45 bolivianos, doraditos entre 40 a 50 el kilo, carpa a 35 el kilo, el pacú de 30 a 33 bolivianos”.
Solano recomendó a la población que, al comprar pescado, constate que este “fresco” esto en base al interior del producto, que cuente con colores claros y no oscuros. Al mismo tiempo, señaló que en las oficinas del mercado Central se encuentran las oficinas de la Intendencia Municipal para recibir cualquier denuncia.