Un cebo envenenado fue lo que provocó la muerte de estas aves en la comunidad de Laderas Norte
Muerte de 34 cóndores pudo inducir el deceso de unos 19 pichones
Según las investigaciones, el cóndor habita en 150 municipios de siete departamentos de Bolivia. En el departamento de Tarija se estima que quedan entre 100 a 200 de estas enormes aves rapaces
La muerte de 34 cóndores, el ave rapaz más grande de Bolivia, por envenenamiento, conmocionó a la comunidad boliviana y a los especialistas que llevan años estudiando el comportamiento de esta especie y que saben que está en peligro de extinción.
Y es que el pesar no solo es por esos 34 cóndores, 17 machos y 17 hembras, sino por los pichones y huevos que dejaron los adultos en los nidos. Los mismos que es muy probable que estén muertos también, pues no tuvieron quién los alimenten.
Diego Méndez, investigador asociado al Museo Nacional de Historia Natural y coordinador de Aves Rapaces en Bolivia, Programa de investigación, quien se trasladó hasta Laderas Norte para coadyuvar en la investigación de los cóndores, estima que al menos 19 pichones sufrieron la consecuencia del envenenamiento.
Al iniciar la entrevista, Méndez fue enfático al señalar que, en base a la investigación, se descarta que el envenenamiento se haya realizado con saña o con la intención de matar a los cóndores. Todo apunta a un envenenamiento indirecto o secundario, un método que los pobladores usan para lidiar con otros problemas de la fauna, usando cebos para acabar con otro animal que les ocasiona daño o daña su ganado. Considera que este hecho surgió por la desatención del conflicto entre personas y la fauna silvestre.
Méndez, especialista en aves rapaces de Bolivia, dijo que una consecuencia grave colateral del envenenamiento es la pérdida de los pichones. Explicó que los cóndores, el macho y la hembra, atienden al pichón, ambos se hacen cargo de su cuidado.
“En ese caso, poco más de los individuos que murieron eran adultos y potencialmente reproductores o que estaban atendiendo un nido. Independientemente de si eran macho o hembra, podían estar atendiendo un nido y está claro que si estaban con huevo o con un pichón dependiente es un hecho que ese pichón ya murió. Eso hace la pérdida aún mayor para la población”, recalcó, a tiempo de estimar que pichones de entre tres a cuatro meses quedaron huérfanos.
El especialista explicó que el cóndor incuba solo un huevo por puesta. “Si hablamos de un rango, podríamos decir que hasta 19 pichones pudieron haber quedado sin el cuidado de uno de sus padres. Ese sería el peor escenario. Y si somos optimista podríamos decir que ninguno estaba atendiendo un nido, pero no podemos dar un dato certero. Pero ese es el daño que puede ocasionar un envenenamiento”, advirtió.
La muerte de los cóndores es delicada no solo porque se trata de un ave emblemática en el país, sino porque su población es baja y su reproducción es lenta. Un cóndor hembra solo pone un huevo y puede demorar hasta dos años en poner otro.
“Estimamos que quedan 1.400 cóndores en Bolivia, y bueno haciendo números se puede estimar cuánto de esa población representaban esos 34, es un poquito más del 2%. Es una cifra significativa, tomando en cuenta la baja natalidad de los cóndores y la baja tasa de mortalidad natural. Los cóndores se reproducen lento, se reproducen poco, pero cuando llegan a la adultez pueden tranquilamente llegar a los 50 años de vida y reproducirse a lo largo de todo ese tiempo”.
Sobre la población de cóndores en Tarija, se cree que solo quedan entre 100 y 200 cóndores. No son especies que permanecen en un solo lugar, por lo que se estableció su presencia en la Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquía, en el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Aguaragüe y Reserva Biológica Cordillera de Sama.
Un Plan que no se ejecuta
¿Cómo coadyuvar en la conservación de cóndor? El especialista indicó que lo primero es resolver el problema de los comunarios con la fauna, dar alternativas para que las personas no se vean obligadas a usar cebo envenenado para cuidar su ganado de otras especies, como el puma o perros salvajes, que fue lo que ocurrió en Laderas Norte.
Para ello, las instituciones llamadas por ley deben evaluar su capacidad técnica para convocar a investigadores y conocedores de estos temas que puedan proveer de información especializada y puedan concienciar a población sobre la protección de esta y otras especies.
“Estimamos que quedan 1.400 cóndores en Bolivia, y bueno haciendo números se puede decir que esos 34 cóndores representaban un poco más del 2%” Diego Méndez INVESTIGADOR
Sin embargo, Méndez enfatizó que la protección del cóndor no es responsabilidad única del Gobierno o de uno de los 150 municipios por donde habita esta enorme ave o de las gobernaciones de los siete departamentos que comparten la distribución del cóndor (La Paz, Oruro, Potosí, Tarija, Chuquisaca, Cochabamba y Santa Cruz), sino que es una responsabilidad conjunta.
En ese sentido, Méndez recordó que existe un plan de acción para la conservación del cóndor en Bolivia, un plan vigente desde el 2020 hasta el 2030. En este documento están recopiladas las estrategias y líneas de acción para conservar esta especie.
“El plan hace mucho énfasis en el trabajo colaborativo que debe haber. No es que un solo municipio va salvar al cóndor o lo va salvar un departamento. El cóndor se va salvar solamente con participación de todas las partes interesadas, comunidades locales, autoridades, investigadores, la Policía Forestal, todos tienen un rol que cumplir en la conservación del cóndor”, recalcó el coordinador de Aves Rapaces en Bolivia, Programa de investigación.
Investigaciones
El Ministerio de Medio Ambiente y Agua, de acuerdo a las pesquisas realizadas, identificó a una persona que estaría involucrada en el presunto envenenamiento de los 34 cóndores en la comunidad Laderas Norte. Se espera que sea citada por el Ministerio Público.
"Tenemos su nombre, hemos pedido mediante memorial a la fiscal asignada al caso requerir información al Segip sobre el domicilio, (además) de una orden de citación a los dirigentes de la comunidad para que brinden mayor información sobre esta persona", informó Rodrigo Herrera, asesor legal de Vida Silvestre de la repartición gubernamental.
La autoridad adelantó que los comunarios de Laderas Norte colaboraron en la identificación de la persona que vive por las cercanías, aunque no existen mayores detalles como su ocupación y edad.
Plan de Acción para la Conservación del Cóndor Andino
A partir del 18 de junio de 2018, la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas y el Grupo de Trabajo del Cóndor Andino en Bolivia, en permanente coordinación, redactaron, complementaron y editaron el documento del Plan de Acción para la Conservación del Cóndor Andino.
El principal objetivo era determinar acciones estratégicas que aseguren a largo plazo la conservación del cóndor andino (Vultur gryphus) en Bolivia.
Objetivos estratégicos
Promover la conservación del cóndor andino y sus hábitats en Bolivia.
Mantener y mejorar el estado de conservación de las poblaciones de cóndor andino en Bolivia.
Asegurar la protección legal efectiva para el cóndor andino en Bolivia.
Promover la creación de políticas medioambientales y de desarrollo compatibles con la conservación del cóndor andino y sus hábitats.
Evitar la degradación y pérdida de los sitios esenciales (nidos, dormideros y sitios de alimentación) del hábitat del cóndor andino.
Informar a la población y generar conciencia sobre la importancia de conservar al cóndor andino y sus hábitats.
Alcance espacial y temporal del plan
La implementación del presente plan abarcará toda el área de distribución –actual, histórica y potencial– del cóndor andino en Bolivia, incluyendo a siete departamentos y 150 municipios. Dado que la especie podría visitar o encontrarse en localidades fuera de estas jurisdicciones, las acciones podrán desarrollarse en cualquier localidad del territorio nacional donde resulte pertinente.
Este plan se ejecutará durante un periodo de 10 años, a partir de la fecha de su aprobación oficial, en 2020, hasta el 2030.
Coordinación, implementación y evaluación del plan de acción
Se reconocerán como Partes Ejecutoras del Plan de Acción al conjunto de los actores institucionales y otros grupos interesados en la implementación del mismo.
Entre ellos: Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA), Viceministerio de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático y de Gestión y Desarrollo Forestal (VMA), Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP), Entidades territoriales autónomas, Fuerzas Armadas, Policía Boliviana, Centros de custodia de fauna silvestre, Policía Forestal y Preservación del Medio Ambiente (POFOMA).
Otros actores relevantes
Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, Aduana Nacional, Autoridad de Fiscalización de Transporte y Telecomunicación (ATT), Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG), Ministerio de Defensa, Ministerio de Gobierno, Ministerio Público y Poder Judicial, Organizaciones no Gubernamentales (ONG), Grupo de Trabajo del Cóndor Andino en Bolivia (GTCAB), Universidades e institutos de investigación.
Algunas acciones del Plan
El Plan de Acción Plan de Acción para la Conservación del Cóndor Andino establece varias tareas para lograr el objetivo trazado. Entre ellas, identificar, categorizar y proteger los sitios importantes para la conservación del cóndor.
Evaluar la utilidad de cóndor andino como un recurso estratégico para el desarrollo del turismo, estimar la probabilidad e incidencia de conflictos cóndor-ganadería, diseñar y aplicar un protocolo para el rescate, rehabilitación y liberación de los cóndores en riesgo.
Promover la creación y ejecución de normas que amparen la conservación del cóndor y sus hábitats. Sensibilizar a la población sobre la conservación del cóndor y la importancia de su rol ecológico y cultural.
Datos sobre el ave más grande de Bolivia
Reino: Animalia
Phylum: Chordata
Clase: Aves
Orden: Cathartiformes
Familia: Cathartidae
Género: Vultur
Especie: Vultur gryphus (Linnaeus, 1758)
Nombres comunes: cóndor andino, mallku (aymara, quechua)
y kuntur (aymara, quechua)
Categoría de amenaza: Libro Rojo de la Fauna Silvestre de Vertebrados de Bolivia:
Vulnerable (VU)