Crónica política de la jornada
Rumbo al 7M: Otro capítulo en la vida común de Brú y Cardozo
Los dos líderes han convivido en política desde los 90, primero juntos y finalmente enfrentados. Cardozo le lleva dos victorias a Brú en los pulsos indirectos que ambos han protagonizado en 2014 y 2015



Lo de que Wilman Cardozo se enfunda los guantes de box para el combate por Yacuiba tiene poco de sentido figurado tomando en cuenta la forma visceral de hacer política en el Gran Chaco, pero, además, la forma en que se han librado las últimas citas electorales en el territorio, donde lo habitual es la victoria por knock out o grandes diferencias a los puntos.
En Yacuiba básicamente hay dos frentes que se han ido configurando en los últimos 10 años y que son la historia reciente de la política yacuibeña: están los de Wilman Cardozo y están los de Carlos Brú. Esta personalización ha transcendido la pugna anterior, la de la primera década de este siglo, donde estaban los autonomistas y estaban los masistas y el poderoso comité cívico era el punto de encuentro y debate.
A grandes rasgos, Cardozo proviene de la lucha cívica por la descentralización y concretamente la reivindicación de la asignación directa del 45% el Chaco, materializada por Ley en 2005, y que se acercó al mirismo en 2002. Por su parte, Brú proviene del emenerrismo del primer Sánchez de Lozada donde ya empezó a ocupar cargos relevantes, como en la Aduana, y desde donde se fue volcando también hacia las tesis autonómicas.
Ambos formaron parte de la bancada de Podemos, liderado por Tuto Quiroga, en la legislatura clave de 2005 – 2009 donde se consolidó la autonomía regional dentro de la Constitución Política del Estado. Ambos, pero sobre todo Wilman, fueron víctimas del “complot” chapaco que los dejó fuera de las listas parlamentarias de Convergencia en las presidenciales de 2009.
En las presidenciales de 2009 Convergencia apenas pasó del 34,26% en el Chaco mientras el MAS logró un 58,11%, 20 puntos más de lo que había logrado en 2005. En la votación uninominal, que era donde de verdad se medía el pulso, Cardozo ganó la uninominal con la Alianza Social de René Joaquino con un 44,41% por un 31,88 del MAS y un 20,67% de Convergencia. Poco después junto a Brú, Lorgio Torrez, Rubén Vaca y otros restos de partidos tradicionales conformaron Poder Autonómico Nacional. Fue la época de máximo poder electoral y apogeo chaqueño.
El PAN concurrió a las elecciones departamentales de 2010 que se saldaron con la victoria de Mario Cossío y su Camino al Cambio con un 48,95% sobre el MAS de Carlos Cabrera que obtuvo un 44,08%. El 6,97% fue precisamente para el PAN, que en el Chaco obtuvo el 18,95% del total, sin embargo, el objetivo de aquella elección era otro.
El PAN obtuvo un 45,19% de los votos de asambleístas por población y un 36% de territorio, lo que le permitió llevarse cinco de los seis curules en juego en la provincia, cinco votos que finalmente fueron claves para “consumar la venganza” y suspender a Mario Cossío.
El duelo Brú – Cardozo
Después de la caída de Mario Cossío se produjo la escisión del PAN, pues mientras Cardozo quería volver a la línea de oposición al MAS con la que se movía en La Paz, los ejecutivos locales – Carlos Brú alcalde de Yacuiba, Rubén Vaca ejecutivo de Villa Montes y Lorgio Torres, ejecutivo de Caraparí – habían descubierto las mieles de trabajar con Evo Morales y no tardaron en jurar al MAS. La pugna se visualizó sobre todo en el duelo Cardozo – Brú, que desde entonces han librado varios combates con resultados dispares.
El primero fue por la C43 en la elección presidencial de 2014, donde Cardozo “presentó” a Marcela Vásquez y Brú a su colaborador Raúl Mansilla. Aunque el MAS ganó en el Chaco la Presidencial con un 60,23% por un escaso 23% de UD; la uninominal fue para Marcela Vásquez con un 48,05% por un 36,04% de Mansilla, lo que se interpretó como el primer KO técnico de uno sobre el otro.
El siguiente duelo fue por la Alcaldía de Yacuiba en 2015, pero indirecto. Carlos Brú se postulaba a la reelección en Yacuiba, esa vez con el MAS, y Wilman Cardozo, diputado desde 2002, decidió que quería ser ejecutivo y se presentó por UD-A como candidato a alcalde, sin embargo, un instructivo del TSE- posteriormente declarado improcedente – lo apartó de la carrera al considerar que los diputados ya no representaban a su región…
Cardozo lo tomó como algo personal, eligió a Ramiro Vallejos como su reemplazante y empezó la campaña “a muerte” contra Carlos Brú. Vallejos, subido al lomo de Cardozo, ganó con un 48,25% mientras que Brú se quedó con 36,96%. 11 puntos que se volvieron a interpretar como un KO técnico, aunque Vallejos tardó seis meses en “darse vuelta” y acabó la legislatura jurando al MAS.
Los dos líderes volvieron a verse las caras en la elección fallida de 2019, donde cada uno ocupaba el puesto de aspirante a segundo senador en sus alianzas – Bru por el MAS y Cardozo por CC -. Ambos hubieran salido elegidos de haber sido válido, aunque el MAS logró en el Chaco un 45% y CC se quedó en un 37%.
En 2020 Carlos Brú no volvió a presentarse y Wilman Cardozo se “equivocó” de lista al empezar la carrera con Jeanine Áñez, que acabó renunciando a sus aspiraciones.
El peso electoral del Gran Chaco
Según el dato del padrón electoral de octubre, el 29 por ciento de los votantes en Tarija están en el Gran Chaco, lo que lo convierte en la segunda mayoría y decisorio a la hora de entregar victorias a unos y otros. Por ejemplo, el voto del Chaco es el que ha dado mayoría a las alianzas o al MAS según la ocasión.
Por otro lado, la nueva distribución de curules le mantiene seis al Gran Chaco, pero se elegirán de forma distinta, pues no se repartirá por municipios, sino que tanto los dos de territorio como los cuatro de población serán elegidos en una misma lista por el mecanismo proporcional de asignación de escaños.