La Fiesta de Todos Santos no se deja opacar pese a la pandemia
Aún en pandemia, la unión familiar prevalece en Todos Santos
Para la familia Ramos la celebración del día de Todos Santos “es como preparar una fiesta”, en la que todos los integrantes aportan para que ésta sea un éxito. Este año, lo que más importa es la unidad.



Este año muchas festividades tradicionales de Bolivia y el mundo se vieron afectadas por la pandemia del coronavirus y la celebración de Todos Santos no fue la excepción, sin embargo, pese a todo la unión familiar prevalece en Tarija.
Tras el anuncio del que el Cementerio General de Cercado permanecería cerrado los días uno y dos de noviembre, con el fin de evitar las aglomeraciones de personas, las familias tarijeñas se dieron cita al lugar dos a tres días antes, para proceder con el tradicional arreglo de tumbas, nichos y mausoleos.
Durante un recorrido realizado por El País al interior del camposanto conocimos a Marcela Ramos quien, acompañada de dos de sus hijas, se encontraba haciendo pintar el nicho de quien en vida fue su esposo y “compañero de alegrías y penas”.
Ramos, una ciudadana de 96 años oriunda de Chuquisaca, pero que vive en Tarija por más de 70 años, junto a sus seis hijos, relata que por la pandemia del coronavirus el arreglo, pintado y revestimiento del nicho donde yacen los restos de su esposo, Pastor, se retrasó, ya que en gestiones pasadas solían hacérselo con anterioridad.
Una celebración familiar
Para Marcela y su familia la celebración del día de Todos Santos “es como preparar una fiesta” en la que todos los integrantes aportan para que esta sea un éxito. Un día antes del primero de noviembre, todas las mujeres se reúnen a preparar pan y masitas tradicionales de la región, como ser pan dulce, empanaditas de queso y lacayote, además de galletas y suspiros.
“Todas las masitas que hacemos son las que les gustaban a nuestros difuntos (…) la mesa que armamos en casa es para recibir a mi difunto esposo, a mi hermano y al marido de mi hija que hace un par de años la dejó con una bebé en brazos, por culpa de un accidente de auto”, comenta.
El tradicional armado de la mesa para recibir a las almas se realiza el primero de noviembre y por la pandemia del Covid-19, este año varias familias dejaron de lado los gastos ostentosos para rescatar algunos valores como la unidad y la solidaridad, así lo hace notar Ramos mientras nos detalla los planes que tienen para el día domingo.
“El primero de noviembre nos reuniremos con la familia, antes cocinábamos[AA1] hasta dos o tres comidas para dar gusto a las almitas, pero ahora que no hay dinero hemos acordado en hacer solo un plato. El picante de pollo es el tradicional y el que a todos les gusta”, comenta, mientras dos obreros trabajan sin descanso en la refacción del nicho de don Pastor.
De acuerdo a la tradición, en la mesa o altar se ponen las fotos de los difuntos a quienes se les da la bienvenida con diferentes platos de comidas, como saice, picante o chancho, de acuerdo a lo que más les gustaba antes de partir de este mundo.
Se colocan también frutas, masitas, dulces y bebidas; el vaso de agua, la copa de vino o singani no pueden faltar en las tumbas -explica- pero, la aloja, el anchi y la chicha de maní se han convertido en elementos esenciales de la celebración de Todos Santos en Tarija.
“Aunque haya coronavirus igual nos reuniremos en familia, siempre lo hacemos y esta no será la excepción”, menciona a tiempo de explicar que pasado el mediodía del dos de noviembre tienen una nueva cita con su familia.
“El lunes, luego de una oración alzaremos la mesa”, explica la mayor de la familia Ramos. Tras ese ritual, prevén repartir todas las masitas y frutas que hicieron y compraron días antes entre los grandes y chicos de la casa.
Apuntes sobre la temática
Significado de Todos Santos
El día de Todos los Santos es una solemnidad de la Iglesia católica. En Bolivia es una festividad llena de muchos significados espirituales. Es una fiesta en la que se recuerdan a los seres queridos que partieron a una mejor vida y que a pesar de los años aún permanecen en las familias bolivianas.
La escalera y el caballo
Según las creencias, el pan en forma de escalera es para que los difuntos bajen del cielo a la tierra y luego retornen; mientras que el caballo, de origen occidental, sirve para que lleven todas las masitas y comidas que sus familiares prepararon y colocaron en la mesa.
Ofrendas y significado del mantel
Según la tradición, las mesas llevarán un mantel blanco si se trata de recibir a un niño y un mantel negro si se trata de una persona adulta. Se le colocan velas que van a servir en las oraciones, también flores y las fotografías de los difuntos. Además, se colocan platillos de masitas y comida.