Cada vez hay más mujeres voluntarias en las Brigadas de Bomberos
Liz, guerrera de fuego en el incendio de Macharetí
Elizabeth Paredes o más conocida como Liz Priya sabe que apagar un incendio no es un asunto personal si no un trabajo en equipo. Tanto los voluntarios bomberos, los comunarios y otras brigadas exponen su vida



Cuando el humo caliente toca el rostro de Liz en medio de los cerros, sus pupilas se dilatan y toma una bocanada profunda de aire mientras el resto de su cuerpo se pone alerta al siguiente paso. Ella sabe que todo el equipo también se dio cuenta que tras recorrer horas de caminata abriendo camino por el chaco chuquisaqueño, después de meterse a cruzar los ríos con la ayuda de sogas, haber dormido con un ojo abierto y el otro cerrado en el silencio de la noche sin casas ni gente, ahora deberán enfrentarse a su temible enemigo que traga kilómetros de vida en instantes.
El fuego siguió avanzando por la noche mucho más rápido que el Cuerpo De Bomberos Voluntarios Tarija Brasschaat, al cual pertenece Liz. Su nombre completo es Elizabeth Paredes Ramírez, pero también es conocida como Liz Priya cuando enseña Yoga y teje el resto de su vida.
Más o menos por el año 2002, ella recuerda que hubo un incendio feroz que quemó hectáreas de naturaleza en Tarija. Esa sensación de querer ayudar para frenar la muerte de animales, de pantas, de seres creció con los años. Un tiempo después, cuando todavía estaba en el colegio escuchó que un grupo de voluntario partiría de la plazuela Sucre y estaban pidiendo a la población su ayuda con bidones de agua.
Sin pensarlo, fue hasta el camión que recolectaba el agua. Un uniformado recogía los bidones. Ella se miró los zapatos y pensó que con los mismos debía ir al colegio la mañana siguiente y que no estaba preparada. “¿Puedo ir?”, preguntó sin pensarlo mucho. “Claro que sí, suba atrás con el resto”, le contestó.

Así fue como Liz ayudó a apagar un incendio por primera vez. “Ahora existen protocolos y diferentes maneras de ayudar sin que las personas corran ningún riesgo. Hay una organización para que las fuerzas y la energía no se desperdicie. Para realizar el mejor trabajo que se pueda en equipo”, cuenta.
Desafío
El viernes dos de octubre a las 17.00 aproximadamente, siete personas del Cuerpo De Bomberos Voluntarios Tarija Brasschaat partieron a la localidad de Macharetí ubicada en la provincia de Luis Calvo al este del departamento de Chuquisaca. El equipo lo conforma cinco hombres -Juan Pablo Cabezas Gallo, Gustavo Lizarasu Balvin, Fernando Martínez Leyton, Joel Gonzalo Frías y Marcelo Jairo Bustamante- y dos mujeres -Iveth Valeria Benavidez y Liz-, además del Comandante.
Cerca de las 20.00 horas llegaron al coliseo de Macharetí, lugar que los comunarios les brindaron para que puedan pernoctar. Desde las gradas vieron al fondo de la serranía las llamas ardientes que se movían junto al viento en la penumbra de la noche.
“El sábado por la mañana ya nos fuimos a buscar el fuego. Hemos caminado mucho. Hemos trabajado más de doce horas, ha sido muy duro llegar a los puntos de los focos del incendio. Me doy cuenta de que como voluntarios estamos arriesgando nuestras vidas porque solo contamos nuestro equipo. Cuando estamos en medio de los barrancos pido que cada uno lleve el paso firme y que la tierra nos proteja. Nosotros no tenemos seguro de vida, estamos por nuestra cuenta. Amamos lo que hacemos”, explicó Liz.
Si bien a este trabajo para apagar el fuego de Macharetí solo fueron dos mujeres, el equipo está conformado por más. Ellas tomaron cursos para bomberos voluntarios y talleres que les enseñaron las herramientas básicas, o cursos más específicos, para protegerse del riesgo que conlleva apagar incendios y de técnicas que les ayudan a sobrevivir en situaciones de peligro.
El comandante del Cuerpo De Bomberos Voluntarios Tarija Brasschaat, Franz Abraham Rodríguez, dijo que hay bamberas que fueron fundadoras de esta Brigada. De esta manera, con el paso de los años cada vez hay más mujeres que integran sus filas e incluso hubo años que el número de voluntarias para ingresar fue mayor que el de hombres.
“Nosotros no hacemos ningún tipo de diferenciación respecto al género. Cada vez hay mayor cantidad de mujeres e incluso tienen más energía que nosotros los varones. Ellas son unas luchadoras. Fortalecen nuestra institución”, explicó en una llamada telefónica.
Uno de los ocho días que permanecieron allí, tuvieron que quedarse a acampar. “No podíamos volver porque el acceso es muy peligroso y regresar significaría que al día siguiente debamos volver a caminarlo. Seguimos un arroyo y cruzamos unas pozas en la oscuridad. Ahí es cuando nosotras mostramos nuestra fuerza y nuestra resistencia”.
El grupo permaneció más de ocho días en la zona. Los comunarios les contaron que el municipio se quedó sin recursos para cubrir los gastos de subsistencia de cualquier equipo de rescate.
El Comité de Emergencia de Macharetí declaró que desde el 23 de septiembre el fuego azotó las Serranías del Aguarague perteneciente a este municipio. Las gestiones se agotaron para solicitar recursos logísticos, técnicos y humanos, así como los apoyos brindados por diferentes departamentos entre ellos Tarija.
El 6 de octubre se reunieron tanto autoridades locales, departamentales y nacionales, entre ellas el ministro de defensa, Fernando López, y la ministra de Medio Ambiente y Agua, María Elva Pinckert. El compromiso fue enviar equipo aéreo a la zona de manera inmediata. No fue cumplido.
El sábado por la mañana el Cuerpo De Bomberos Voluntarios Tarija Brasschaat, pidió ayuda para regresar al departamento porque se agotaron sus víveres y sus fuerzas. Por la tarde, los voluntarios pudieron sacarse las botas y los cascos, pero no respiraron tranquilos. El fuego continúa. Bolivia se halla con la declaratoria activa de desastre nacional por incendios, el fuego consumió más de 1,4 millones de hectáreas a escala nacional este año.
Declaratoria Bolivia se halla con la declaratoria activa de desastre nacional por incendios, el fuego consumió más de 1,4 millones de hectáreas a escala nacional este año
En esas graderías del coliseo de Macharatí los bomberos voluntarios se sentaron las noches que estuvieron en el lugar a observar el avance implacable del fuego. Por la mañana los cerros quedaban rostizados, el hollín se levantaba por el aire y cubría finamente los cristales de las ventanas de las casas.
“Qué podría decir. Esto es algo que los humanos ocasionamos. Es tiempo de abrir la conciencia. Todos los desechos que tiras, se van a quedar ahí y le hacen daño al medio ambiente. Toda la vida que hay en la tierra es nuestra responsabilidad acompañarla y no destruirla como lo estamos haciendo. La falta de compromiso con ella tiene que parar”, dice Liz.
El fuego, el riesgo y la vocación de servicio público
Solicitud
Liz, fue hasta el camión que recolectaba el agua. Un uniformado recogía los bidones. Ella se miró los zapatos y pensó que con los mismos debía ir al colegio la mañana siguiente y que no estaba preparada. “¿Puedo ir?”, preguntó sin pensarlo mucho

Emergencia
El fuego no da tregua a los bomberos voluntarios y a pesar de las precarias condiciones en las que se enfrentan a las llamas se dan modos para combatir el fuego y salvar la naturaleza en Macharetí
Adaptación
En esas graderías del coliseo de Macharatí los bomberos voluntarios se sentaron las noches que estuvieron en el lugar a observar el avance implacable del fuego. Por la mañana los cerros quedaban rostizados, el hollín se levantaba por el aire y cubría finamente los cristales de las ventanas de las casas.