La pandemia borró el civismo de las instituciones tarijeñas
Unidad y solidaridad, el pedido en el 6 de Agosto
“En Bolivia lo económico es importante, pero debemos ayudarnos, en manos de las autoridades está la solución, no estamos bien, pero igual avanzaremos”, apuntó Mario Quispe
Las calles de Tarija reflejan el momento por el que pasa la población boliviana en la víspera del 6 de agosto, día de la Patria, no hay entusiasmo festivo, no se observa flamear la tricolor. Pese a todos los problemas, la población expresa su optimismo por el futuro, mantiene la esperanza de que cuando todo pase primará la solidaridad y la unión. Espera que la pandemia deje muchas lecciones, como la de aprender a convivir en tranquilidad.
Ese fue el deseo del ingeniero comercial, Carlos Alberto Castillo, quien pidió que el país se pacifique y no exista la violencia que se observa en otros departamentos y “como siempre, que en Tarija siempre reine la paz, el diálogo y la coordinación entre las diversas ideas políticas y que no perjudiquen al ciudadano de a pie”.
“Esta pandemia tiene que pasar y tenemos que seguir adelante en nuestra forma de vivir los chapacos”, destacó.
Encontramos a Elvira Suarez en las puertas de la Dirección Distrital de Educación, apunta que es portera y le pide a Dios que la epidemia y el contagio se vayan, que las personas enfermas mejoren. Si bien admite que tiene un sueldo puntual, reclama por la gente que pasa penurias, que no tienen trabajo y pasan hambre.
Nicolás, un estudiante de mercadotecnia de 29 años, expresó el deseo de que las cosas mejoren, que las autoridades tomen conciencia de lo que pasa la población que pasa por necesidades apremiantes, la salud y la comida. “No es un momento para festejar, para hacer desfiles y marchas, la enfermedad no lo permite”, agregó.
Indicó que, al contrario, es un momento para reflexionar como humanos y personas, “que las autoridades se pongan la mano al pecho” para salir todos adelante de una situación en la que todos estamos “contra la pared”.
A su turno, Mario Quispe ordena su carrito de mano con latas de una bebida energizante y se dispone a transitar por las calles para ir a vender. “Ya no hay trabajo, hay que hacer lo que sea”, dijo cuando uno lo aborda. Sin embargo, no perdió el optimismo, apunta que en este día de la Patria los bolivianos deben estar unidos, sin enfrentamientos.
“Todos somos iguales, que haya paz - sostuvo -, en Bolivia lo económico es importante, pero debemos ayudarnos, la gente no tiene plata, en manos de las autoridades está la solución. No estamos bien, pero igual avanzaremos”.
Por su parte, el escritor Juan de la Cruz Aguilera subrayó que todos pasan por un momento muy duro e inesperado, con muchos enfermos, contagiados y muertos, por lo que pidió a las autoridades internacionales, nacionales, departamentales no escatimar recursos para ayudar a la población más pobre.
“Es gente que no tiene a su alcance recursos económicos para enfrentar la enfermedad que está en todas partes, todos estamos bajo riesgo, ojalá los bolivianos, a partir de esta experiencia, aprendamos a convivir más, a ser más unidos, más allá de ideologías políticas”, demandó.
La pandemia apagó el civismo a las instituciones
Luego de un recorrido desde el aeropuerto “Oriel Lea Plaza”, el matutino El País constató que pocas instituciones anticiparon el homenaje a la Nación, en todo el recorrido solo dos edificaciones pusieron banderas en sus fachadas, la Aduana y el Gobierno Municipal en la plaza Luis de Fuentes.
Hasta años anteriores, desde el 5 hasta el 7 de agosto, incluso los domicilios particulares instalaban el símbolo patrio en sus puertas, si en abril y julio la ciudad se adornaba de blanco y rojo, llegado agosto la enseña patria hacía gala de sus colores, rojo, amarillo y verde.
La enfermedad no solo mata, también deja a las calles sin la celebración de sus días festivos, sin la alegría ( o tortura) de escolares en los desfiles, sin la emoción de desempolvar el terno para uin día especial que no sea el cumpleaños.
Ahora, en tiempos de pandemia, ni siquiera edificios institucionales como ser el rectorado de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS), el Palacio del Deporte, la Fiscalía Departamental de Tarija o Impuestos Internos, recordaron que Bolivia cumple195 años de vida independiente.
“Generalmente el 6 de Agosto se celebraba el 5, 6, y 7 de este mes, eran tres días feriados, el 5 era el desfile escolar de todos los colegios, el 6 de agosto era el desfile institucional y el 7, en el estadio IV Centenario se presentaban las Fuerzas Armadas para hacer demostraciones, así se celebraban las fiestas cívicas”, sentenció Juan de la Cruz Aguilera.