No saben cómo mantener sus fuentes laborales
Amenazan a las trabajadoras del hogar con despido o bajo salario
“El sueldo ya no será como antes de la pandemia, se cumplía el salario mínimo, unos 2.030 bolivianos, pero ahora lo han vuelto a bajar a la mitad, además no cumplirán con los beneficios que nos otorga la ley”, se quejó la dirigente del sector



Luego de que culmine la cuarentena rígida y se ingrese en una dinámica, las trabajadoras asalariadas del hogar podrán volver a sus fuentes de trabajo, pero muchos empleadores, si no las despiden, las contratarán con un 50 por ciento menos del salario que percibían hasta antes de esa medida impuesta desde el 22 de marzo.
A finales de ese mes, la presidenta de la Asociación que las aglutina, Miriam Azama, había advertido que muchos empleadores quisieron obligarlas asistir a sus fuentes laborales bajo la amenaza del despido porque la mayoría trabajaba solo en el día o por horas y en algunos casos definitivamente les pidieron que ya no asistan.
“Muchas ya no salieron a trabajar”, indicó este jueves, otras lo hicieron con labores de casa por horas o lavando ropa, pero desde el encapsulamiento tuvieron que quedarse en sus domicilios y ya no pueden salir por lo que muchos empleadores quieren despedirlas, ellas no saben cómo mantener sus trabajos.
“Estamos preocupadas porque se siga alargando este enclaustramiento, algunas estaban trabajando por horas, medio tiempo, otras que se mantienen en su casas ya no dan más con el dinero para sobrevivir, se les acabaron los ahorros que se juntaron de poquito en poquito”, contó.
Condición
Los empleadores les ofrecieron trabajo “cama adentro”, pero sin la seguridad de cancelarles el salario al principio porque tampoco tienen ingresos, solo les dicen que “ya verán como pagarles”, y los que pueden hacerlo les condicionan el trabajo a la rebaja de sus emolumentos, un 50 por ciento menos de lo que percibían antes.
“El sueldo ya no será como antes cuando se cumplía el salario mínimo, unos 2.030 bolivianos, pero ahora lo han vuelto a rebajar a la mitad, además no cumplirán con los beneficios que nos otorga la ley, no darán el aguinaldo por ejemplo y otra preocupación es el pago de alquileres y servicios”, detalló Azama.
Recordó que el sector se encuentra en la incertidumbre desde iniciada la cuarentena, unas dejaron de trabajar desde mediados de marzo, otras cumplieron ese mes y las cesaron, mientras que algunas dejaron las labores desde principios de año porque enfermaron con el dengue y encima les cayó la pandemia.
Por otra parte, una mayoría, a causa de problemas administrativos de la Gobernación, no pudo cobrar el bono “Jefa del Hogar”, se trata de madres solteras o mujeres solas con hijos que se vieron perjudicadas por la falta de los documentos exigidos y tampoco les llegó la ayuda alimentaria a los barrios donde viven.
“Ese bono quizá ya no nos den, si las autoridades solo nos tomarán en cuenta a las trabajadoras del hogar, muchas tienen hijos pequeños y la están pasando re mal por falta de alimentos”, agregó desesperanzada.
La preocupación, alquileres y alimentación
Alquileres y alimentación son las principales preocupaciones de las trabajadoras asalariadas del hogar, ya que desde que inició de la cuarentena a causa de la pandemia del coronavirus, no generaron ingresos económicos para mantener a sus familias.
Flora protestó porque el sector es uno de los más afectados por el encierro impuesto desde el 22 de marzo, subrayó que la mayoría de las mujeres del sector son mujeres solas y con hijos, algunas hasta con nietos que tienen que mantener y ya no tiene qué comer después de cuatro meses de estar inactivas.
Pidió a las autoridades locales y departamentales darles un respiro para poder salir a cumplir con algunas labores que les generen dinero porque una gran mayoría vive en cuartos en alquiler y los dueños de casa “no perdonan ni un centavo”, agregó que en casi todos casos las deudas por este motivo alcanzan hasta tres meses.
A su turno, Blanca, que vive en el barrio La Unión, contó que apenas se distribuyeron muy pocas canastas, no alcanzaron para muchas mujeres con familia, algunas de ellas tienen sus ventas, pero son pocas, la mayoría de sus vecinas trabajaban al día en labores de casa y lavando ropa.
También criticó el reparto de los alimentos, si bien aseguró que nunca recibió un paquete que se distribuyó, le contaron que llevan pocas cosas, que solo traen un kilo de arroz, fideo y azúcar y no alcanza para una familia. “Debería ser completo, solo debería faltar la carne y la verdura”, recomendó.
Afiliadas
Son 140 trabajadoras asalariadas del hogar que están afiliadas a la Asociación “30 de Marzo”, de las más de 2.000 que se calcula existen en Cercado