Algunas personas utilizan tutoriales para aprender
La cuarentena devolvió el gusto por los tejidos y bordados
Dedicarse a actividades manuales es una manera de sobrellevar la cuarentena obligada. Las tiendas dedicadas a la venta de estos insumos, en esta época, son más visitadas



Los días de encierro suelen tornarse estresantes a medida que pasa el tiempo y una manera de sobrellevarlo es realizar actividades que gusten a las personas, que distraigan. Algunas mujeres, y también hombres, redescubrieron el tejido y los bordados, labores que habían dejado de hacer a causa de que la vida moderna les impuso otros trabajos, algunas también se dedican a la bisutería.
Antes de retomar el encapsulamiento que durará hasta el domingo 5 de julio, las tiendas dedicadas a las manualidades se encontraban atestadas, por ejemplo, en una que oferta madejas de lana, ubicada en la calle La Madrid, la fila era larga y cubría casi toda la cuadra.
Las experiencias
Rosario, acompañada de sus dos hijas, esperaba conversando con ellas y sonriente contó que compraba lana para elaborar algunas prendas para el invierno que ya se vive. “El tejido nos entretiene, me hace pasar el tiempo y lo disfruto – expresó -, tengo planeado hacer para mis nietos, a pedido de las hijas y las nietas”.
Mientras hablaba, una de ellas comentó que también estaban esperando por turno que la mamá les haga alguna prenda. “Esta es una manera de sobrellevar la cuarentena obligada, tenemos que pasarla lo mejor posible dentro del hogar”, agregó Rosario.
Sin embargo, no todas conocían la manera de tejer, Carla, a punto de ingresar a la tienda para escoger las madejas de lana de su preferencia, indicó que, gracias a la tecnología, a videos tutoriales de YouTube, aprendió a hacerlo y le gustó, por lo que al momento trabaja en indumentarias para sus hijos y su esposo.
“Es también para pasar el tiempo – afirmó -, es una manera de sobrellevar el encierro y el estrés que provoca, porque una en la casa ya no sabe qué más hacer, ya hice vinchas, gorritos, chalinas, un sacón y chompas para los niños”.
En una tienda de la avenida Domingo Paz, Paola –junto a su hija – concentrada escogía mechillas, que son manojos de hilos de colores que sirven para bordar, al mismo tiempo dijo ya que deben quedarse en casa se dedicaron a retomar esta actividad, hacer cosas que antes de la cuarentena no se podía porque no había tiempo.
“Por ejemplo, ahora estamos bordando florecitas y otros decorados en los forros para almohadas, también hay tiempo para practicar la repostería, hacer queques de zanahoria, galletas, donuts, empanaditas, ocupar el tiempo para la casa”, explicó.
Entre tanto, Alcira esperaba su turno en una tienda de la avenida Domingo Paz para comprar cuentas, hilos de plástico y algunos elementos metálicos para elaborar joyas de bisutería, es artesana y más que un pasatiempo, ya las hacía para venderlas, pero ahora, a causa de la cuarentena considera que tiene el tiempo suficiente para desarrollar su creatividad con esta actividad.
“Cuando aprendí, al principio, fue como un pasatiempo, pero después vi que se podía vender y como tengo un pequeño puesto de artesanías ahí las ofrecía y salían, es cuestión de tener imaginación, combinar las piedras y ahora que hay que estar en casa sin poder salir, me distrae, además que es productivo”, contó.
Aumentó demanda de lana y mercería
La demanda de madejas de lanas aumentó en la tienda ubicada en la calle la Madrid y Suipacha, según la dependiente antes de establecerse la cuarentena “era silencio”, pero ahora la gente, especialmente mujeres, acuden al establecimiento diariamente y aumentaron las ventas.
“En esta época las señoras están llevando muchas madejas de lana, buscan medianas gruesas, para todo tipo de tejido, dependiendo qué prendas quieren hacer, demandan todo tipo de colores y otros artículos que salen bastante son los palillos y el crochet o ganchillo.
Una cuadras más allá, ya por el mercado negro, la responsable de la mercería “Ximena”, Marcela, contó que en este tiempo de cuarentena la gente empezó a buscar materiales para hacer manualidades, tejidos, bisutería, hacer peluches y lo que más vende son los elásticos para los barbijos.
También suelen pedir con frecuencia grecas para hacer manteles, encajes, materiales para manualidades, pegamentos, brillos, aplicaciones, para los peluches, ojos, bocas y hocicos, además de sus complementos como son las cintas para hacer los moños.
Además, se incrementó la venta de distintos artículos como los botones, los hilos, perlas, cuentas y strass (piedra de imitación de alto brillo hecha de vidrio, pasta o gema de cuarzo para decoraciones), además de elementos para bisutería.
Entretanto, Daniel Espinoza de la tienda “Juanita”, contó que su establecimiento cuenta con todo tipo de telas al por mayor y menor, las damas llevaban para vestidos, pero en esta época se redujo la demanda y aumentó la venta de materiales para ropa de bioseguridad, mamelucos, camperas y barbijos.