Pese a restricciones, peluqueros trabajan y garantizan salubridad
Si bien el funcionamiento de las peluquerías está prohibido por el Decreto Supremo 4229, algunas se dieron modos para trabajar en las mañanas con la adopción de medidas de bioseguridad que protejan a sus clientes y también a los dependientes, pero en algunos casos no cumplen con la distancia...



Si bien el funcionamiento de las peluquerías está prohibido por el Decreto Supremo 4229, algunas se dieron modos para trabajar en las mañanas con la adopción de medidas de bioseguridad que protejan a sus clientes y también a los dependientes, pero en algunos casos no cumplen con la distancia social.
El comandante de la Guardia Municipal, Aldo Vega, enfatizó que peluquerías y otros comercios que no sean específicamente de productos alimenticios para la canasta familiar están prohibidos por esa disposición gubernamental “que lo establece claramente”, por lo tanto se realizan operativos para que sean cerrados, especialmente en el sector del mercado Campesino.
Seguridad
Tamara López, que atiende un salón de estética corporal, facial y peluquería en la calle Corrado, sostuvo que al momento no abre de manera pública porque no está permitida la atención al público, pero que lo hace en casos de emergencia, a pedido de algunos clientes y sólo por citas programadas para evitar el encuentro entre las personas.
Cuando tiene que hacerlo, para mantener la bioseguridad, utiliza alcohol y lavandina para la desinfección y sigue los consejos de la Asociación de Esteticistas de Bolivia que recomendó evitar las salas de espera, “prácticamente está prohibido”, subrayó.
Para su protección y la del cliente en el caso de cortes de pelo, utiliza barbijo, se recoge el cabello y, si es posible, mantiene una distancia prudente, para la desinfección de peines, tijeras y maquinas utiliza un esterilizador, además que rocía con alcohol el lugar que ocupará quien la visite.
Respecto a los tratamientos corporales, faciales y masajes, se cubre las manos constantemente con gel ya que no es necesario mucho equipo para esta labor y cambia un sabanilla a la camilla para cada cliente.
Pero, no todos guardan la distancia social, en una peluquería ubicada en una esquina de la calle General Trigo, si bien los dependientes utilizaban trajes de bioseguridad, guantes y barbijo y a la entrada había una alfombrilla embebida con desinfectante, a poca distancia de ellos tres clientes esperaban sentados en sillas muy juntas porque el espacio del establecimiento era reducido.
A su turno, Abraham Ugarte, que posee su negocio en la calle Cochabamba y Damaso Aguirre, mientras esperaba algún usuario ocasional, protegido por un barbijo, mostró que en la entrada tenía un paño humedecido en lavandina y agua, para los zapatos, contó que apenas se levanta la persona del sillón lo desinfecta con un pulverizador de alcohol.
“Antes, ara desinfectar peines y tijeras, que eran de aluminio y metal, se lo hacía con las llamas de un mechero, pero ahora todo es de plástico y se las desinfecta rociándolas con alcohol”, explicó.
A diferencia de Ugarte, Franz Pérez – que tiene su establecimiento en la misma zona – utiliza peines metálicos que los esteriliza prendiéndoles fuego. Para higienizar el lugar y atender a sus clientes utiliza los mismos procedimientos antes que las personas tomen asiento.
“Para desinfectar peines y tijeras simplemente les echo alcohol y lo enciendo para que se evapore, es más práctico, además antes de atender les pregunto si están con resfrío o tienen síntomas”, explicó a tiempo de que utiliza el mismo antiséptico para las batas, toallas y cuando abandonan el lugar les otorga gel para que puedan emplearlo “a gusto”.
En “Barber Shop”, ubicado en la avenida La Paz, al frente de la plaza Bolívar, Jaime Castillo, ataviado con el consabido tapabocas con el logo de su establecimiento, contó que tomó los debidos recaudos, el ambiente tiene apariencia de clínica, con una fuente plana en la entrada que lleva un fieltro empapado con desinfectante en base a lavandina.
Para los clientes utiliza una bata para cada uno de ellos, alrededor del cuello les pone una toalla desechable para que no tenga contacto con la piel, para el instrumental también utiliza una maquina esterilizadora, si bien no utiliza guantes, hace uso del gel constantemente.
Iván, que tiende en la peluquería “Franchesca” en la misma avenida, utiliza los mismos procedimientos, mantiene el local higienizado con el uso de alcohol y lavandina, el procedimiento de limpieza lo hace apenas termina el corte con un cliente y no les permite sacarse el tapabocas.
“El cliente debe usarlo también, con la técnica que manejamos no hace falta que el cliente se lo saque, solo en un corto momento cuando se le corta la patilla, además ya no se conversa con ellos, tratamos de no entablar conversación”, apuntó.
Protocolos para la cuarentena dinámica
Aldo Vega informó que el Gobierno Municipal trabaja en diversos protocolos de bioseguridad para la atención de los distintos servicios y comercios que se ofertan en la ciudad y de esta manera establecer parámetros de control apenas se cambie hacia la cuarentena dinámica.
“Una vez que se autorice de manera formal a la cuarentena dinámica, seguramente algunos rubros abrirán de manera gradual y en ese momento se aplicarán las reglas que se elaboran para los distintos sectores comerciales”, reiteró.
Contó que al momento realizan operativos de control junto a la Intendencia y la Policía especialmente en el mercado Campesino y La Loma, que son los lugares donde existe mayor concentración de gente y vendedores.