Crónicas de cuarentena: El aislamiento que confirma mi flojera
Cuando uno ya pierde la noción de los días que está durando la cuarentena, es como que tiene más oportunidad de reflexionar, voluntaria o involuntariamente, sobre cualquier cosa y lógicamente hay temas que llegan de manera más recurrente que otros. Claro, por mi trabajo puedo decir que...



Cuando uno ya pierde la noción de los días que está durando la cuarentena, es como que tiene más oportunidad de reflexionar, voluntaria o involuntariamente, sobre cualquier cosa y lógicamente hay temas que llegan de manera más recurrente que otros.
Claro, por mi trabajo puedo decir que dependo más de las redes sociales que otras personas. Así que me pongo a pensar un poco en las publicaciones que uno encuentra en Facebook, Instagram o el WhatsApp.
Claro, voy bajando por las pantallas de inicio y hay miles de posts de datos, los casos, los exámenes, posibles curas o vacunas, lo pésimo de nuestro sistema de salud, y hay una cantidad similar de memes ironizando con el mismo tema.
De repente sigo revisando y aparece una nueva “categoría” de publicaciones, que consiste en opciones y consejos sobre en qué tipo de actividades puede uno invertir su tiempo libre, que por cierto ahora es mucho, durante la cuarentena: repostería, gastronomía, jardinería, manualidades para decorar, como almohadones o velas.
Me llama la atención que siempre dicen que uno puede hacer todo con cosas que uno ya tiene en su casa, pienso “sí, claro. Como si en mi casa tuviera un depósito de parafina, cera molida y mecheros”, me río sola y entro a mi WhatsApp.
Lo primero que hago es entrar a un grupo de amigas donde la mayoría ya son mamás. Todas ellas hablaban sobre qué recetas preparan o qué tipo de manualidades y juegos hacen para sus hijos. Mientras veo sus fotos pienso “no sé, debe ser la maternidad que viene en combo con una serie de talentos que las que todavía solo tenemos rol de hijas no desarrollamos”.
Mientras reviso más chats sigo pensando en todas esas cosas que mucha gente, entre la que me incluyo, posterga usando el pretexto de la falta de tiempo. Pero ahora resulta que finalmente todos tenemos algo de tiempo libre, en realidad a veces tenemos un exceso de tiempo libre.
Entonces pienso que tal vez podría justificarme con una falta de talento para esos artilugios, pero estoy sola y no tiene caso que me mienta a mí misma ¿no? Así que digo “lo que pasa es que no me da la gana”.
¿Quieres contarnos como lo estás viviendo? Mándanos tu texto o tus fotos a [email protected]
Claro, por mi trabajo puedo decir que dependo más de las redes sociales que otras personas. Así que me pongo a pensar un poco en las publicaciones que uno encuentra en Facebook, Instagram o el WhatsApp.
Claro, voy bajando por las pantallas de inicio y hay miles de posts de datos, los casos, los exámenes, posibles curas o vacunas, lo pésimo de nuestro sistema de salud, y hay una cantidad similar de memes ironizando con el mismo tema.
De repente sigo revisando y aparece una nueva “categoría” de publicaciones, que consiste en opciones y consejos sobre en qué tipo de actividades puede uno invertir su tiempo libre, que por cierto ahora es mucho, durante la cuarentena: repostería, gastronomía, jardinería, manualidades para decorar, como almohadones o velas.
Me llama la atención que siempre dicen que uno puede hacer todo con cosas que uno ya tiene en su casa, pienso “sí, claro. Como si en mi casa tuviera un depósito de parafina, cera molida y mecheros”, me río sola y entro a mi WhatsApp.
Lo primero que hago es entrar a un grupo de amigas donde la mayoría ya son mamás. Todas ellas hablaban sobre qué recetas preparan o qué tipo de manualidades y juegos hacen para sus hijos. Mientras veo sus fotos pienso “no sé, debe ser la maternidad que viene en combo con una serie de talentos que las que todavía solo tenemos rol de hijas no desarrollamos”.
Mientras reviso más chats sigo pensando en todas esas cosas que mucha gente, entre la que me incluyo, posterga usando el pretexto de la falta de tiempo. Pero ahora resulta que finalmente todos tenemos algo de tiempo libre, en realidad a veces tenemos un exceso de tiempo libre.
Entonces pienso que tal vez podría justificarme con una falta de talento para esos artilugios, pero estoy sola y no tiene caso que me mienta a mí misma ¿no? Así que digo “lo que pasa es que no me da la gana”.
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