Crónicas de cuarentena: Las 4 paredes donde se juega el espacio-tiempo
BRISA FERNÁNDEZ FORTE -“Cosas que hacer en familia” -“Cómo sobrevivir a la cuarentena” -“Día 3, mis padres ya no me aguantan” -“Yo y mi hermano en la cuarentena: ¿qué me miras?” -“10 tips que te ayudarán a mantener la armonía en casa” -“Actividades...



BRISA FERNÁNDEZ FORTE
-“Cosas que hacer en familia”
-“Cómo sobrevivir a la cuarentena”
-“Día 3, mis padres ya no me aguantan”
-“Yo y mi hermano en la cuarentena: ¿qué me miras?”
-“10 tips que te ayudarán a mantener la armonía en casa”
-“Actividades en familia para la cuarentena”
-“Día 4: empiezo a conocer a mis padres, habían sido buena onda”
Me río con este último y bloqueo el celular. Instantáneamente, vuelvo a tomarlo para ver la hora y ubicarme, aunque sea un poco, en el espacio-tiempo.
Desde que comenzó la cuarentena, el tiempo nos arrebató su imponente presencia, nos sumergimos en una dimensión diferente, donde el día ya no interesa, los segundos se sienten como horas y la espera se hace eterna. De pronto, en un pestañeo, que alivia mis ojos del brillo de la pantalla, ya no es domingo, es lunes... ¿pero parece domingo no?
Salgo de mi habitación e involuntariamente trazo un recorrido hacia la cocina, al parecer, tengo hambre. Abro una bolsa de papas fritas mientras tomo mi celular…estos días las redes se han vuelto el ocio colectivo...
Facebook: “10 recetas para hacer en familia y pasar la cuarentena”, leo esto y mi mente, ya acostumbrada a estas publicaciones desde hace 15 días, reacciona por primera vez: ¿realmente no sabemos cómo vivir en familia?
Vaya dilema al que nos enfrentamos, somos parte del siglo XXI, la era que más interconectada está, la sociedad de la aldea globalizada y ¡¿realmente no sabemos cómo convivir en nuestra aldea del hogar?!
Por primera vez, estamos confinados a vivir dentro de estas cuatro paredes. Paredes que ahora se han vuelto nuestro escudo protector, paredes que debemos compartir cara a cara, paredes dentro de las cuales hay que descubrir qué hacer; y más importante, descubrir quién es el otro.
Levanto una servilleta y limpio la grasa que dejaron las papas en mis dedos; rápidamente, me devuelvo a la soledad de mi cuarto, pues tengo tarea, y el tiempo se me acaba. Los segundos pasan, y aunque no lo parezca, en esta cuarentena: el mundo sigue adelante.
¿Quieres contarnos como lo estás viviendo? Mándanos tu texto o tus fotos a [email protected]
-“Cosas que hacer en familia”
-“Cómo sobrevivir a la cuarentena”
-“Día 3, mis padres ya no me aguantan”
-“Yo y mi hermano en la cuarentena: ¿qué me miras?”
-“10 tips que te ayudarán a mantener la armonía en casa”
-“Actividades en familia para la cuarentena”
-“Día 4: empiezo a conocer a mis padres, habían sido buena onda”
Me río con este último y bloqueo el celular. Instantáneamente, vuelvo a tomarlo para ver la hora y ubicarme, aunque sea un poco, en el espacio-tiempo.
Desde que comenzó la cuarentena, el tiempo nos arrebató su imponente presencia, nos sumergimos en una dimensión diferente, donde el día ya no interesa, los segundos se sienten como horas y la espera se hace eterna. De pronto, en un pestañeo, que alivia mis ojos del brillo de la pantalla, ya no es domingo, es lunes... ¿pero parece domingo no?
Salgo de mi habitación e involuntariamente trazo un recorrido hacia la cocina, al parecer, tengo hambre. Abro una bolsa de papas fritas mientras tomo mi celular…estos días las redes se han vuelto el ocio colectivo...
Facebook: “10 recetas para hacer en familia y pasar la cuarentena”, leo esto y mi mente, ya acostumbrada a estas publicaciones desde hace 15 días, reacciona por primera vez: ¿realmente no sabemos cómo vivir en familia?
Vaya dilema al que nos enfrentamos, somos parte del siglo XXI, la era que más interconectada está, la sociedad de la aldea globalizada y ¡¿realmente no sabemos cómo convivir en nuestra aldea del hogar?!
Por primera vez, estamos confinados a vivir dentro de estas cuatro paredes. Paredes que ahora se han vuelto nuestro escudo protector, paredes que debemos compartir cara a cara, paredes dentro de las cuales hay que descubrir qué hacer; y más importante, descubrir quién es el otro.
Levanto una servilleta y limpio la grasa que dejaron las papas en mis dedos; rápidamente, me devuelvo a la soledad de mi cuarto, pues tengo tarea, y el tiempo se me acaba. Los segundos pasan, y aunque no lo parezca, en esta cuarentena: el mundo sigue adelante.
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