Ñaurenda, la primera comunidad con plan de manejo de bosques
La comunidad indígena guaraní de Ñaurenda, del municipio de Caraparí, desde ahora cuenta con un Plan de Gestión Integral de Bosques y Tierra que fue aprobado por la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) y que les permitirá un manejo saludable de la tierra...
La comunidad indígena guaraní de Ñaurenda, del municipio de Caraparí, desde ahora cuenta con un Plan de Gestión Integral de Bosques y Tierra que fue aprobado por la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) y que les permitirá un manejo saludable de la tierra para su producción y promover la conservación ambiental, preservando las funciones ambientales que nos brinda la naturaleza.
Planificación
El técnico forestal del proyecto “Por nuestro Gran Chaco sustentable” del Centro de Estudios Regionales de Tarija (Cerdet), Samuel Flores, contó que el documento contempla la planificación del territorio en función a la normativa forestal dirigido a grupos humanos que tienen un área comunal titulado de manera colectiva.
Se elaboró en función de las características del lugar y para organizar el territorio de la comunidad, por ejemplo determinar dónde se realizará la agricultura, dónde se establecerán las acciones de protección, el sistema ecológico, etc. Fue trabajado junto a los comunarios guaraníes de Ñaurenda y con el financiamiento de la Unión Europea.
El plan contempla varios incentivos para los comunarios, es legítimo fue elaborado por ellos mismos, se encuentra dentro de un marco legal para el uso de los recursos naturales de manera sustentable del bosque y la tierra, aporta al incremento de sus ingresos económicos, mejorará la calidad de vida de ellos y genera empoderamiento sobre su territorio y el reconocimiento de las instituciones locales como la Alcaldía y Gobernación.
También aporta al desarrollo y consolidación de las capacidades locales porque ellos fueron instruidos para que puedan manejar sus recursos de una manera sustentable y que puedan beneficiarse las futuras generaciones.
El problema de muchas comunidades a las que se les otorga un territorio es que no lo organizan y provocan la deforestación, y sin un manejo adecuado son afectados por el cambio climático, las sequías y todo lo que comporta, entonces deben ordenar su tierra con áreas de conservación, de producción, de recursos hídrico, de producción y cada una de sus actividades.
En este proyecto piloto son beneficiadas cerca de 30 familias ubicadas en unas 1.035 hectáreas, donde se implementarán técnicas contra la deforestación, el uso excesivo de los suelos que ya fueron inculcados a los comunarios. El documento es amplio en el que se contemplan todos los aspectos para la conservación del bosque y el agua.
Se realizó una zonificación del área que cubre la comunidad con el técnico encargado a través de imágenes satelitales y para corroborarlo se realizan recorridos con las habitantes del lugar para ver el tema de pendientes, áreas de cultivo y se determinan los lugares de protección y de producción.
Ellos ya saben esto y la importancia que tiene el bosque para lo que es la protección del medio ambiente y las respuestas que se deben dar al cambio climático, la gente está capacitada al respecto.
Guaraníes sufren de pobreza y clima hostil
El director de Cerdet, Guido Cortez, contó que al trabajar con los pueblos guaraníes, observó que existe mucha pobreza, a causa del clima hostil, la falta de agua potable, la sequía en el Chaco, el suelo débil y frágil, por lo que necesitan asistencia técnica para producir alimentos sin agroquímicos, capacitación, inversión en semillas y riego.
Apuntó que también se necesita la formación permanente de los jóvenes de esos pueblos, consideró importante que no solo deben recibir una educación formal sino también técnica para que produzcan alimentos agroecológicos y generen autoempleo. En este sentido, se debe identificar su mercado para definir y no solo depender de las donaciones.
Por otra parte, en el caso de las mujeres indígenas los problemas son a nivel social, muchas jóvenes se casan a los 15 a 16 años, a muy corta edad tienen varios hijos, dejan de estudiar y no acceden a la educación secundaria, terciaria o universitaria, lo que les genera un nivel de pobreza y dependencia.
Por otra parte, apuntó que en el área rural todavía falta avanzar en la aplicación de la Ley 348, si bien pueden conocerla, no hay una aplicación efectiva de esa norma, hay derechos humanos básicos que no deben ser vulnerados, por lo que se debe hacer un trabajo de prevención en las escuelas para que niños y adolescentes sepan dónde acudir cuando sufran agresiones.
A su turno, la responsable de Asistencia Legal de Cerdet, Mariel Paz, apuntó que las mujeres indígenas se encuentran en la misma situación de violencia, física, sexual y psicológica que las del campo o la ciudad, la diferencia está en que ellas viven en contextos de mayor vulnerabilidad.
Planificación
El técnico forestal del proyecto “Por nuestro Gran Chaco sustentable” del Centro de Estudios Regionales de Tarija (Cerdet), Samuel Flores, contó que el documento contempla la planificación del territorio en función a la normativa forestal dirigido a grupos humanos que tienen un área comunal titulado de manera colectiva.
Se elaboró en función de las características del lugar y para organizar el territorio de la comunidad, por ejemplo determinar dónde se realizará la agricultura, dónde se establecerán las acciones de protección, el sistema ecológico, etc. Fue trabajado junto a los comunarios guaraníes de Ñaurenda y con el financiamiento de la Unión Europea.
El plan contempla varios incentivos para los comunarios, es legítimo fue elaborado por ellos mismos, se encuentra dentro de un marco legal para el uso de los recursos naturales de manera sustentable del bosque y la tierra, aporta al incremento de sus ingresos económicos, mejorará la calidad de vida de ellos y genera empoderamiento sobre su territorio y el reconocimiento de las instituciones locales como la Alcaldía y Gobernación.
También aporta al desarrollo y consolidación de las capacidades locales porque ellos fueron instruidos para que puedan manejar sus recursos de una manera sustentable y que puedan beneficiarse las futuras generaciones.
El problema de muchas comunidades a las que se les otorga un territorio es que no lo organizan y provocan la deforestación, y sin un manejo adecuado son afectados por el cambio climático, las sequías y todo lo que comporta, entonces deben ordenar su tierra con áreas de conservación, de producción, de recursos hídrico, de producción y cada una de sus actividades.
En este proyecto piloto son beneficiadas cerca de 30 familias ubicadas en unas 1.035 hectáreas, donde se implementarán técnicas contra la deforestación, el uso excesivo de los suelos que ya fueron inculcados a los comunarios. El documento es amplio en el que se contemplan todos los aspectos para la conservación del bosque y el agua.
Se realizó una zonificación del área que cubre la comunidad con el técnico encargado a través de imágenes satelitales y para corroborarlo se realizan recorridos con las habitantes del lugar para ver el tema de pendientes, áreas de cultivo y se determinan los lugares de protección y de producción.
Ellos ya saben esto y la importancia que tiene el bosque para lo que es la protección del medio ambiente y las respuestas que se deben dar al cambio climático, la gente está capacitada al respecto.
Guaraníes sufren de pobreza y clima hostil
El director de Cerdet, Guido Cortez, contó que al trabajar con los pueblos guaraníes, observó que existe mucha pobreza, a causa del clima hostil, la falta de agua potable, la sequía en el Chaco, el suelo débil y frágil, por lo que necesitan asistencia técnica para producir alimentos sin agroquímicos, capacitación, inversión en semillas y riego.
Apuntó que también se necesita la formación permanente de los jóvenes de esos pueblos, consideró importante que no solo deben recibir una educación formal sino también técnica para que produzcan alimentos agroecológicos y generen autoempleo. En este sentido, se debe identificar su mercado para definir y no solo depender de las donaciones.
Por otra parte, en el caso de las mujeres indígenas los problemas son a nivel social, muchas jóvenes se casan a los 15 a 16 años, a muy corta edad tienen varios hijos, dejan de estudiar y no acceden a la educación secundaria, terciaria o universitaria, lo que les genera un nivel de pobreza y dependencia.
Por otra parte, apuntó que en el área rural todavía falta avanzar en la aplicación de la Ley 348, si bien pueden conocerla, no hay una aplicación efectiva de esa norma, hay derechos humanos básicos que no deben ser vulnerados, por lo que se debe hacer un trabajo de prevención en las escuelas para que niños y adolescentes sepan dónde acudir cuando sufran agresiones.
A su turno, la responsable de Asistencia Legal de Cerdet, Mariel Paz, apuntó que las mujeres indígenas se encuentran en la misma situación de violencia, física, sexual y psicológica que las del campo o la ciudad, la diferencia está en que ellas viven en contextos de mayor vulnerabilidad.