Ley del Cine cumple un año, Adecine destaca 10 avances
La Agencia del Desarrollo del Cine y el Audiovisual Bolivianos (Adecine) destaca 10 avances que benefician a la cinematografía nacional, tras la aprobación de la Ley No. 1134 del Cine y Arte Audiovisual, promulgada el 20 de diciembre de 2018. Dos jornadas con el sector para la elaboración del...



La Agencia del Desarrollo del Cine y el Audiovisual Bolivianos (Adecine) destaca 10 avances que benefician a la cinematografía nacional, tras la aprobación de la Ley No. 1134 del Cine y Arte Audiovisual, promulgada el 20 de diciembre de 2018. Dos jornadas con el sector para la elaboración del reglamento de la ley, la elaboración de un catálogo de producción cinematográfica y el convenio para la apertura de una sala de difusión de cintas nacionales, son algunas de las conquistas.
A pesar de que la norma cumple un año, Adecine comenzó a funcionar, según señala la propia ley, a partir de la designación de su directora el 28 de marzo de 2019. En esa fecha, Roxana Moyano asumió la dirección de la agencia estatal.
“Uno de los primeros pasos fue estructurar Adecine, consolidarla y generar una institucionalidad para que todas las políticas que emerjan sean cuestiones de Estado. Iniciamos con la articulación del sector a partir de marzo, para que los actores principales sean los protagonistas del proceso”, afirmó Moyano, quien apuntó que los avances se dan “a pesar de los conflictos sociales y políticos que atravesó el país entre octubre y noviembre”.
Los avances son: (1) la estructuración y consolidación de Adecine; (2) la realización de dos jornadas nacionales con el sector cinematográfico para la propuesta de reglamentación de la ley; (3) la firma de un convenio con la Gobernación de Tarija para la creación de la Sala Adecine, que iniciará actividades en 2020 con la difusión de cine nacional; (4) la reconducción de la participación en Ibermedia y en la Conferencia de
Autoridades Audiovisuales y Cinematográficas de Iberoamérica (CAACI) y (5) la apertura de mercado en Ventana Sur.
(6) Además, se trabajó en la elaboración del Fondo de Fomento al Cine y Arte Audiovisual Bolivianos, que será lanzado en 2020; (7) del catálogo de producción cinematográfica de 2017-2019 —que también se presentará en 2020—, (8) de la Política Pública de Fomento, (9) del Programa de Potenciamiento Regional (Oruro, Sucre, Potosí y Tarija), y (10) de la propuesta de anteproyectos de Ley de Fomento del Cine (en las regiones mencionadas).
“Estamos preparando, para enero de 2020, el Fondo de fomento, que será un aporte muy importante a la producción nacional cinematográfica. Hemos trabajado en consolidar, mediante la reglamentación que se trabajó con el sector, la cuota pantalla, que básicamente es el cupo de cintas nacionales en las salas. También se avanzó en el tema de la tasa de distribución y exhibición de películas extranjeras. Este último tema generará recursos que irán en beneficio de los propios productores nacionales”, añadió Moyano.
La reglamentación de la norma continúa en revisión en la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE). Con esa aprobación se podrá consolidar uno de los puntos más importantes de la Ley 1134, que es la creación de la Tasa Administrativa de Fomento al Cine y Arte Audiovisual Bolivianos por concepto de distribución y exhibición de cinematografía.
La tasa se aplicará a toda “persona natural o jurídica que distribuya y/o exhiba producciones extranjeras de cinematografía en territorio boliviano y será equivalente al 3%” para ambos sectores, detalla la ley en su artículo 17. El ingreso económico aportará a los fondos de fomento a la producción de cinematografía nacional.
La Ley 1134 “tiene por objeto establecer políticas, instrumentos y mecanismos de acción que contribuyan en forma integral a fomentar, desarrollar, proteger y promocionar la actividad cinematográfica y el arte audiovisual bolivianos en sus diversas formas de producción, distribución y consumo; contribuyendo a una cultura audiovisual soberana”, señala en su artículo 1.
Tarija, donde el cine halló su espacio
Desde la percepción de directores, como Rodrigo Ayala Bluske, el arte del cine halló en Tarija un espacio privilegiado. Y es que durante la presidente gestión se produjeron cuatro largometrajes, lo que provoca un movimiento de al menos 500.000 dólares.
Ayala Blusque, en una anterior entrevista, consideró que Tarija es elegida como escenario por su locación y belleza paisajística, a lo que se suma la calidez de sus habitantes.
A pesar de que la norma cumple un año, Adecine comenzó a funcionar, según señala la propia ley, a partir de la designación de su directora el 28 de marzo de 2019. En esa fecha, Roxana Moyano asumió la dirección de la agencia estatal.
“Uno de los primeros pasos fue estructurar Adecine, consolidarla y generar una institucionalidad para que todas las políticas que emerjan sean cuestiones de Estado. Iniciamos con la articulación del sector a partir de marzo, para que los actores principales sean los protagonistas del proceso”, afirmó Moyano, quien apuntó que los avances se dan “a pesar de los conflictos sociales y políticos que atravesó el país entre octubre y noviembre”.
Los avances son: (1) la estructuración y consolidación de Adecine; (2) la realización de dos jornadas nacionales con el sector cinematográfico para la propuesta de reglamentación de la ley; (3) la firma de un convenio con la Gobernación de Tarija para la creación de la Sala Adecine, que iniciará actividades en 2020 con la difusión de cine nacional; (4) la reconducción de la participación en Ibermedia y en la Conferencia de
Autoridades Audiovisuales y Cinematográficas de Iberoamérica (CAACI) y (5) la apertura de mercado en Ventana Sur.
(6) Además, se trabajó en la elaboración del Fondo de Fomento al Cine y Arte Audiovisual Bolivianos, que será lanzado en 2020; (7) del catálogo de producción cinematográfica de 2017-2019 —que también se presentará en 2020—, (8) de la Política Pública de Fomento, (9) del Programa de Potenciamiento Regional (Oruro, Sucre, Potosí y Tarija), y (10) de la propuesta de anteproyectos de Ley de Fomento del Cine (en las regiones mencionadas).
“Estamos preparando, para enero de 2020, el Fondo de fomento, que será un aporte muy importante a la producción nacional cinematográfica. Hemos trabajado en consolidar, mediante la reglamentación que se trabajó con el sector, la cuota pantalla, que básicamente es el cupo de cintas nacionales en las salas. También se avanzó en el tema de la tasa de distribución y exhibición de películas extranjeras. Este último tema generará recursos que irán en beneficio de los propios productores nacionales”, añadió Moyano.
La reglamentación de la norma continúa en revisión en la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE). Con esa aprobación se podrá consolidar uno de los puntos más importantes de la Ley 1134, que es la creación de la Tasa Administrativa de Fomento al Cine y Arte Audiovisual Bolivianos por concepto de distribución y exhibición de cinematografía.
La tasa se aplicará a toda “persona natural o jurídica que distribuya y/o exhiba producciones extranjeras de cinematografía en territorio boliviano y será equivalente al 3%” para ambos sectores, detalla la ley en su artículo 17. El ingreso económico aportará a los fondos de fomento a la producción de cinematografía nacional.
La Ley 1134 “tiene por objeto establecer políticas, instrumentos y mecanismos de acción que contribuyan en forma integral a fomentar, desarrollar, proteger y promocionar la actividad cinematográfica y el arte audiovisual bolivianos en sus diversas formas de producción, distribución y consumo; contribuyendo a una cultura audiovisual soberana”, señala en su artículo 1.
Tarija, donde el cine halló su espacio
Desde la percepción de directores, como Rodrigo Ayala Bluske, el arte del cine halló en Tarija un espacio privilegiado. Y es que durante la presidente gestión se produjeron cuatro largometrajes, lo que provoca un movimiento de al menos 500.000 dólares.
Ayala Blusque, en una anterior entrevista, consideró que Tarija es elegida como escenario por su locación y belleza paisajística, a lo que se suma la calidez de sus habitantes.