INIAF prevé cosechar más de 20.000 kilos de semilla de trigo
El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf) estima cosechar más de 20 mil kilos de semilla de trigo de diferentes categorías cuyo destino será la siembra grande que se realiza en enero. Las variedades liberadas tienen un mejor rendimiento y mayor contenido nutritivo...
El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf) estima cosechar más de 20 mil kilos de semilla de trigo de diferentes categorías cuyo destino será la siembra grande que se realiza en enero. Las variedades liberadas tienen un mejor rendimiento y mayor contenido nutritivo que las comunes. Por su parte, los productores demandan maquinaria para la cosecha a causa de la disminución de la mano de obra.
Rendimiento
El director de la entidad, Luis Acosta Arce, detalló que las categorías a cosechar son la genética, básica 1 y básica 2, principalmente de la variedad “Iniaf Yesera”, y será ofrecida a los productores.
Este trigo semillero tiene un rendimiento potencial que supera los 3.500 kilos por hectárea, mientras que el promedio de las variedades comunes en Tarija es de 1.000 a 1.200, es casi 2,5 veces más que el promedio normal. Además se les ha incrementado hierro y zinc, por lo que tienen mayor contenido nutritivo.
“Los productores nos empezaron a pedir semilla, si bien hay las variedades, se necesita la denominada “elite”, que es una de inicio de fundación, se empieza con la pepa genética, luego la básica y culminar con la registrada certificada, esta se la siembra y recién se puede producir grano para consumo”, explicó.
Para el mantenimiento de la variedad se sigue un trabajo de purificación denominado “rogging” que supone la eliminación de plantas atípicas que crecen en el cultivo, una vez cosechada la semilla pasa por una mesa gravimétrica para eliminar toda la materia inerte y el resultado es una variedad limpia de impurezas.
Por su parte, el productor de la comunidad San Agustín, Elvio Elías Aparicio, que cultiva trigo semillero, al momento se encuentran en el proceso de selección y certificación con el Iniaf, para luego venderlo a la Subgobernación de Cercado.
Apuntó que uno de los principales problemas con el que tropiezan son los efectos del cambio climático, por ejemplo el retraso de las lluvias provoca la demora en la siembra, esto hace que se retrase el ciclo de crecimiento del trigo y al final corren el riesgo de que les pille las helada, no llega a madurar y “eso se queda a medias”.
“En esta gestión hemos sufrido la sequía, la falta de agua, que a veces es una gran limitante que tenemos en la zona, muchas veces tenemos que ver la forma de hacer uno o dos riegos para que salga el trigo y que concluya su ciclo. Depende mucho del tema de las lluvias”, subrayó.
Demandó a las autoridades la otorgación de maquinaria para la siembra y la cosecha porque en el campo ya no existe mano de obra, peones, emigraron a la ciudad, por lo que se trata de tecnificar el trabajo.
“Que haya maquinaria disponible en el momento oportuno para poder sacar el trigo semillero, si se pasa una o dos semanas, como es época de viento y con la sequía empieza a desparramarse en el suelo y como es un grano pequeño no se puede recogerlo”, contó.
EL APUNTE
Tiempo de
la segunda
cosecha
Por el ecosistema que tiene el departamento de Tarija suceden dos cosechas al año, explicó Luis Acosta, por una parte se tiene una siembra grande que es en enero y otra que empieza en junio y julio, y se denomina “misca”. El cultivo se realiza en las zonas productoras donde hay riego, obviamente en Chaguaya que es el Centro de Innovación en el valle forestal.
“Nos interesa trabajar en el trigo por dos motivos –dijo- uno porque no se abastece la demanda nacional, por lo que se debe importar el trigo. Con las nuevas tecnologías que generadas en el Iniaf poco a poco estamos superando los volúmenes, a nivel nacional ya cubrimos un 50 por ciento del mercado, hace 4 años estábamos en un 40, y el objetivo es cubrir la totalidad”.
La semilla que actualmente se cosecha está dirigida a ser cultivada en enero, que es la siembra grande y se la realiza en todas las zonas trigueras del departamento. “Con el equipo técnico ahora estamos cosechando intensivamente estas variedades, estamos en época de cosecha de trigo y este material fresco será sembrado a principios del próximo año”, reiteró.
Rendimiento
El director de la entidad, Luis Acosta Arce, detalló que las categorías a cosechar son la genética, básica 1 y básica 2, principalmente de la variedad “Iniaf Yesera”, y será ofrecida a los productores.
Este trigo semillero tiene un rendimiento potencial que supera los 3.500 kilos por hectárea, mientras que el promedio de las variedades comunes en Tarija es de 1.000 a 1.200, es casi 2,5 veces más que el promedio normal. Además se les ha incrementado hierro y zinc, por lo que tienen mayor contenido nutritivo.
“Los productores nos empezaron a pedir semilla, si bien hay las variedades, se necesita la denominada “elite”, que es una de inicio de fundación, se empieza con la pepa genética, luego la básica y culminar con la registrada certificada, esta se la siembra y recién se puede producir grano para consumo”, explicó.
Para el mantenimiento de la variedad se sigue un trabajo de purificación denominado “rogging” que supone la eliminación de plantas atípicas que crecen en el cultivo, una vez cosechada la semilla pasa por una mesa gravimétrica para eliminar toda la materia inerte y el resultado es una variedad limpia de impurezas.
Por su parte, el productor de la comunidad San Agustín, Elvio Elías Aparicio, que cultiva trigo semillero, al momento se encuentran en el proceso de selección y certificación con el Iniaf, para luego venderlo a la Subgobernación de Cercado.
Apuntó que uno de los principales problemas con el que tropiezan son los efectos del cambio climático, por ejemplo el retraso de las lluvias provoca la demora en la siembra, esto hace que se retrase el ciclo de crecimiento del trigo y al final corren el riesgo de que les pille las helada, no llega a madurar y “eso se queda a medias”.
“En esta gestión hemos sufrido la sequía, la falta de agua, que a veces es una gran limitante que tenemos en la zona, muchas veces tenemos que ver la forma de hacer uno o dos riegos para que salga el trigo y que concluya su ciclo. Depende mucho del tema de las lluvias”, subrayó.
Demandó a las autoridades la otorgación de maquinaria para la siembra y la cosecha porque en el campo ya no existe mano de obra, peones, emigraron a la ciudad, por lo que se trata de tecnificar el trabajo.
“Que haya maquinaria disponible en el momento oportuno para poder sacar el trigo semillero, si se pasa una o dos semanas, como es época de viento y con la sequía empieza a desparramarse en el suelo y como es un grano pequeño no se puede recogerlo”, contó.
EL APUNTE
Tiempo de
la segunda
cosecha
Por el ecosistema que tiene el departamento de Tarija suceden dos cosechas al año, explicó Luis Acosta, por una parte se tiene una siembra grande que es en enero y otra que empieza en junio y julio, y se denomina “misca”. El cultivo se realiza en las zonas productoras donde hay riego, obviamente en Chaguaya que es el Centro de Innovación en el valle forestal.
“Nos interesa trabajar en el trigo por dos motivos –dijo- uno porque no se abastece la demanda nacional, por lo que se debe importar el trigo. Con las nuevas tecnologías que generadas en el Iniaf poco a poco estamos superando los volúmenes, a nivel nacional ya cubrimos un 50 por ciento del mercado, hace 4 años estábamos en un 40, y el objetivo es cubrir la totalidad”.
La semilla que actualmente se cosecha está dirigida a ser cultivada en enero, que es la siembra grande y se la realiza en todas las zonas trigueras del departamento. “Con el equipo técnico ahora estamos cosechando intensivamente estas variedades, estamos en época de cosecha de trigo y este material fresco será sembrado a principios del próximo año”, reiteró.