Discriminación e inclusión, las preocupaciones de los sordos
Ser incluidos, que la sociedad los entienda y nos los discrimine, mejores condiciones laborales y que las instituciones públicas de la justicia, salud y educación tengan intérpretes para darles mejor comunicación son las demandas de las personas sordas que durante la semana celebraron...



Ser incluidos, que la sociedad los entienda y nos los discrimine, mejores condiciones laborales y que las instituciones públicas de la justicia, salud y educación tengan intérpretes para darles mejor comunicación son las demandas de las personas sordas que durante la semana celebraron diversas actividades en torno a la Lengua de Señas Boliviana que buscan sea el idioma oficial número 37.
Identidad
La tarijeña, Jackeline Narváez, con la lengua que maneja expresó su sorpresa por estar reunida con muchas personas como ella, además de intérpretes. “Eso da mucha identidad, me siento muy feliz”, dijo a tiempo de hacer un gesto y agregar “esta es mi seña, solamente pido respeto yo nací sorda y esa es mi identidad”.
Explicó que la presencia de muchos intérpretes que lo explican todo hizo que pueda entender muchas cosas y superar algunas barreras que tenía; sin embargo, no puede conseguir trabajo y que eso es recurrente entre las personas sordas. Es madre de una bebé y le gustaría trabajar atendiendo niños o en una fábrica.
Pidió que las personas en general se abran a ellos, que los entiendan para que se sientan incluidos en todo lo que se hace, en general, con toda la población, estar en igualdad de condiciones.
A su turno, Sara Mendoza -que llegó a Tarija hace seis años junto a su esposo, el coordinador regional de la Lengua de Señas Boliviana (LSB) Andreas Heinrich Kolb-, indicó que se sorprendieron que en esta ciudad ya que las personas sordas estaban como muy escondidas y el trato a los niños con estas capacidades era como a “juguetes”.
“Cuando era niña no entendía nada, no sabía ni qué significaba mi nombre, no entendía nada hasta que cumplí los 16 años, entonces recién abrí los ojos, supe quién era yo, qué era la familia, pienso que el objetivo es ayudar a los niños y se desarrollen en su identidad como sordos y eso se logra aprendiendo la lengua de señas”, contó.
Agregó que los jóvenes, a pesar de conocer este idioma, no están en igualdad de condiciones que las personas oyentes, y buscan colaborar en el área social porque hay mucha necesidad de intérpretes en Bolivia que trabajen en las instituciones de justicia, en el área de salud, y es algo que se debe superar a nivel nacional.
En la misma línea, Kolb recordó que luego de trabajar desde 1998 en Trinidad, Beni, con la reapertura de una escuela y la implementación exitosa de la metodología bilingüe y bicultural para la enseñanza de la lengua de señas en los niños, llegó a tierra chapaca y encontró que no se había avanzado en nada al respecto a pesar de que el Estado Plurinacional había adoptado en su sistema educativo la técnica que él practicaba.
Entonces se puso manos a la obra, empezó a ayudar a la población y logró que tanto el Gobierno Municipal como la Gobernación contraten a intérpretes para actividades de sensibilización, con el tiempo esta población se fue visibilizando, mientras que la gente y las autoridades empezaron a tener contacto con ellos.
EL APUNTE
El Decreto 328
sobre Lengua
de Señas
El Decreto Supremo 328 tiene por objeto reconocer la Lengua de Señas Boliviana (LSB) como medio de acceso a la comunicación de las personas sordas en Bolivia y establecer mecanismos para consolidar su utilización.
El artículo 5 en su primer parágrafo establece que las empresas de televisión pública y privada deben incluir la interpretación a la Lengua de Señas Boliviana, por lo menos en uno de sus programas informativos diarios.
En el segundo apunta que el Órgano Ejecutivo promoverá la interpretación a la Lengua de Señas Boliviana de programas de interés general, cultural, recreativo, político, educativo y social así como la utilización de tecnología apropiada que permita sustituir la información sonora de los programas, haciéndolas más accesibles, como las modalidades de Closed Caption o texto escondido o subtitulación.
El artículo 6 señala que el Estado, a objeto de promover el ejercicio del derecho a la educación en la Lengua de Señas Boliviana, ampliará en las instituciones educativas el apoyo técnico-pedagógico, asegurando la atención y guía especializada para los estudiantes sordos.
Identidad
La tarijeña, Jackeline Narváez, con la lengua que maneja expresó su sorpresa por estar reunida con muchas personas como ella, además de intérpretes. “Eso da mucha identidad, me siento muy feliz”, dijo a tiempo de hacer un gesto y agregar “esta es mi seña, solamente pido respeto yo nací sorda y esa es mi identidad”.
Explicó que la presencia de muchos intérpretes que lo explican todo hizo que pueda entender muchas cosas y superar algunas barreras que tenía; sin embargo, no puede conseguir trabajo y que eso es recurrente entre las personas sordas. Es madre de una bebé y le gustaría trabajar atendiendo niños o en una fábrica.
Pidió que las personas en general se abran a ellos, que los entiendan para que se sientan incluidos en todo lo que se hace, en general, con toda la población, estar en igualdad de condiciones.
A su turno, Sara Mendoza -que llegó a Tarija hace seis años junto a su esposo, el coordinador regional de la Lengua de Señas Boliviana (LSB) Andreas Heinrich Kolb-, indicó que se sorprendieron que en esta ciudad ya que las personas sordas estaban como muy escondidas y el trato a los niños con estas capacidades era como a “juguetes”.
“Cuando era niña no entendía nada, no sabía ni qué significaba mi nombre, no entendía nada hasta que cumplí los 16 años, entonces recién abrí los ojos, supe quién era yo, qué era la familia, pienso que el objetivo es ayudar a los niños y se desarrollen en su identidad como sordos y eso se logra aprendiendo la lengua de señas”, contó.
Agregó que los jóvenes, a pesar de conocer este idioma, no están en igualdad de condiciones que las personas oyentes, y buscan colaborar en el área social porque hay mucha necesidad de intérpretes en Bolivia que trabajen en las instituciones de justicia, en el área de salud, y es algo que se debe superar a nivel nacional.
En la misma línea, Kolb recordó que luego de trabajar desde 1998 en Trinidad, Beni, con la reapertura de una escuela y la implementación exitosa de la metodología bilingüe y bicultural para la enseñanza de la lengua de señas en los niños, llegó a tierra chapaca y encontró que no se había avanzado en nada al respecto a pesar de que el Estado Plurinacional había adoptado en su sistema educativo la técnica que él practicaba.
Entonces se puso manos a la obra, empezó a ayudar a la población y logró que tanto el Gobierno Municipal como la Gobernación contraten a intérpretes para actividades de sensibilización, con el tiempo esta población se fue visibilizando, mientras que la gente y las autoridades empezaron a tener contacto con ellos.
EL APUNTE
El Decreto 328
sobre Lengua
de Señas
El Decreto Supremo 328 tiene por objeto reconocer la Lengua de Señas Boliviana (LSB) como medio de acceso a la comunicación de las personas sordas en Bolivia y establecer mecanismos para consolidar su utilización.
El artículo 5 en su primer parágrafo establece que las empresas de televisión pública y privada deben incluir la interpretación a la Lengua de Señas Boliviana, por lo menos en uno de sus programas informativos diarios.
En el segundo apunta que el Órgano Ejecutivo promoverá la interpretación a la Lengua de Señas Boliviana de programas de interés general, cultural, recreativo, político, educativo y social así como la utilización de tecnología apropiada que permita sustituir la información sonora de los programas, haciéndolas más accesibles, como las modalidades de Closed Caption o texto escondido o subtitulación.
El artículo 6 señala que el Estado, a objeto de promover el ejercicio del derecho a la educación en la Lengua de Señas Boliviana, ampliará en las instituciones educativas el apoyo técnico-pedagógico, asegurando la atención y guía especializada para los estudiantes sordos.