Muerte súbita, cuando la alegría o el miedo pueden matarte
Niveles de tensión importantes, una sobre carga de estrés, una emoción fuerte, una noticia impactante, un enojo o disgusto, una molestia o incluso una intensa alegría, ya sean de manera crónica o súbita, pueden llevar a un paro cardíaco y la muerte repentina. Sin embargo, la persona que lo...



Niveles de tensión importantes, una sobre carga de estrés, una emoción fuerte, una noticia impactante, un enojo o disgusto, una molestia o incluso una intensa alegría, ya sean de manera crónica o súbita, pueden llevar a un paro cardíaco y la muerte repentina. Sin embargo, la persona que lo sufre debe presentar una condición predisponente porque “nadie se muere de nada”.
Emociones
La directora del Instituto Nacional en Prevención, Tratamiento, Rehabilitación e Investigación en Drogodependencias y Salud Mental (Intraid) Tarija, Raquel Caero, apuntó que todas esas emociones están relacionadas con la adrenalina y si esta sube genera una sobrecarga en el corazón, y si este órgano presenta algún elemento predisponente puede desencadenar en una disfunción cardiaca.
También depende del nivel de patología cardiaca que tenga, hay personas que tienen que estar con ansiolíticos, calmantes porque cualquier situación de angustia o simplemente no dormir, puede desencadenar en un paro si presenta problemas de tipo cardiovasculares por lo que recomendó que deben controla las emociones fuertes.
“Emociones fuertes como el disgusto, la alegría, miedo, estrés pueden jugar una mala pasada en el futuro, por ejemplo una hipertensión mal controlada y si se sobre agrega una emoción fuerte entonces los niveles de presión arterial suben y nos solo afectan a nivel cardiaco, sino también a nivel cerebral y se producen los Accidentes Cerebro Vasculares (ACV) y los infartos se pueden ir dando de manera súbita”.
Al respecto, el Jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Regional San Juan de Dios (HRSJD), Carlos Gutiérrez Hoyos, explicó que a diferencia del infarto, el paro cardíaco puede ser súbito, generalmente se dan por fibrilaciones ventriculares.
“El corazón late a 80 pulsaciones por minuto y así funciona, afirmó, en algunos casos cuando entran en insuficiencia, por ejemplo por hipertensión arterial o en los futbolistas, maratonistas, sucede el paro porque el corazón aumenta de volumen, se hace más fuerte para expulsar la sangre para bombear porque lo requiere en el deporte, entonces altera la estructura y puede venir una fibrilación ventricular”.
Por ejemplo, en el caso de los enfermos con Chagas que no lo saben y en algunas enfermedades cardiovasculares producen una fibrilación ventricular y mueren, una muerte súbita que generalmente no es por el corazón como tal, sino por el fallo en el funcionamiento como una arritmia cardíaca.
Por su parte, el infarto cardíaco es una emergencia médica en la que se debe actuar de manera inmediata, se trata de la muerte del tejido muscular -que es el miocardio- por la falta de oxígeno y que se puede dar por varias condiciones, por ejemplo por émbolos, por coágulos, por ateromas que son el depósito de calcio y colesterol que disminuyen o bloquean las arterias coronarias.
EL APUNTE
Factores de
de riesgo
predisponentes
Para el galeno, Carlos Gutiérrez Hoyos, “nada viene de por sí”, para sufrir una infarto cardíaco se tienen que tener factores de riesgo que desencadenan estos ataques agudos y son las dislipidemias que consisten en la presencia de altos niveles de colesterol, triglicéridos o ambos que son transportados por las lipoproteínas en la sangre.
La dislipidemia aumenta las probabilidades de arterias obstruidas (aterosclerosis), infartos, derrames cerebrales y otras complicaciones del sistema circulatorio, especialmente en los fumadores. En los adultos, suele estar relacionada con la obesidad, una dieta poco saludable y la falta de ejercicio. Generalmente no presenta síntomas.
También es posible la existencia de un sello genético para tener cualquier enfermedad en este caso isquémico, que es la reducción del flujo de sangre por taponamiento de las arterias.La isquemia puede tener causas que no se deben a una enfermedad subyacente. Por ejemplo, practicar ejercicio, la exposición al frío o un torniquete.
“El hombre es tan viejo como viejas son las arterias, si las cañerías están mal, andamos todos mal –sostuvo- en el mundo hay 17,5 millones de muertes cardiovasculares, de los cuales el 80 por ciento podrían haber sido prevenidos y el 75 por ciento se da en los países de bajos ingresos por lo que se debe tener la prevención primaria y secundaria, con exámenes periódicos clínicos y de laboratorio”.
Emociones
La directora del Instituto Nacional en Prevención, Tratamiento, Rehabilitación e Investigación en Drogodependencias y Salud Mental (Intraid) Tarija, Raquel Caero, apuntó que todas esas emociones están relacionadas con la adrenalina y si esta sube genera una sobrecarga en el corazón, y si este órgano presenta algún elemento predisponente puede desencadenar en una disfunción cardiaca.
También depende del nivel de patología cardiaca que tenga, hay personas que tienen que estar con ansiolíticos, calmantes porque cualquier situación de angustia o simplemente no dormir, puede desencadenar en un paro si presenta problemas de tipo cardiovasculares por lo que recomendó que deben controla las emociones fuertes.
“Emociones fuertes como el disgusto, la alegría, miedo, estrés pueden jugar una mala pasada en el futuro, por ejemplo una hipertensión mal controlada y si se sobre agrega una emoción fuerte entonces los niveles de presión arterial suben y nos solo afectan a nivel cardiaco, sino también a nivel cerebral y se producen los Accidentes Cerebro Vasculares (ACV) y los infartos se pueden ir dando de manera súbita”.
Al respecto, el Jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Regional San Juan de Dios (HRSJD), Carlos Gutiérrez Hoyos, explicó que a diferencia del infarto, el paro cardíaco puede ser súbito, generalmente se dan por fibrilaciones ventriculares.
“El corazón late a 80 pulsaciones por minuto y así funciona, afirmó, en algunos casos cuando entran en insuficiencia, por ejemplo por hipertensión arterial o en los futbolistas, maratonistas, sucede el paro porque el corazón aumenta de volumen, se hace más fuerte para expulsar la sangre para bombear porque lo requiere en el deporte, entonces altera la estructura y puede venir una fibrilación ventricular”.
Por ejemplo, en el caso de los enfermos con Chagas que no lo saben y en algunas enfermedades cardiovasculares producen una fibrilación ventricular y mueren, una muerte súbita que generalmente no es por el corazón como tal, sino por el fallo en el funcionamiento como una arritmia cardíaca.
Por su parte, el infarto cardíaco es una emergencia médica en la que se debe actuar de manera inmediata, se trata de la muerte del tejido muscular -que es el miocardio- por la falta de oxígeno y que se puede dar por varias condiciones, por ejemplo por émbolos, por coágulos, por ateromas que son el depósito de calcio y colesterol que disminuyen o bloquean las arterias coronarias.
EL APUNTE
Factores de
de riesgo
predisponentes
Para el galeno, Carlos Gutiérrez Hoyos, “nada viene de por sí”, para sufrir una infarto cardíaco se tienen que tener factores de riesgo que desencadenan estos ataques agudos y son las dislipidemias que consisten en la presencia de altos niveles de colesterol, triglicéridos o ambos que son transportados por las lipoproteínas en la sangre.
La dislipidemia aumenta las probabilidades de arterias obstruidas (aterosclerosis), infartos, derrames cerebrales y otras complicaciones del sistema circulatorio, especialmente en los fumadores. En los adultos, suele estar relacionada con la obesidad, una dieta poco saludable y la falta de ejercicio. Generalmente no presenta síntomas.
También es posible la existencia de un sello genético para tener cualquier enfermedad en este caso isquémico, que es la reducción del flujo de sangre por taponamiento de las arterias.La isquemia puede tener causas que no se deben a una enfermedad subyacente. Por ejemplo, practicar ejercicio, la exposición al frío o un torniquete.
“El hombre es tan viejo como viejas son las arterias, si las cañerías están mal, andamos todos mal –sostuvo- en el mundo hay 17,5 millones de muertes cardiovasculares, de los cuales el 80 por ciento podrían haber sido prevenidos y el 75 por ciento se da en los países de bajos ingresos por lo que se debe tener la prevención primaria y secundaria, con exámenes periódicos clínicos y de laboratorio”.