Senamhi prevé una primavera infernal en el valle central de Tarija
A causa de los incendios que sucedieron en el amazonas, si bien es una incógnita cómo afectará en el clima, se prevé que las temperaturas se eleven más de lo normal en la primavera y el verano, las lluvias serán espaciadas e intensas, además que las cenizas que se elevan en la atmósfera...



A causa de los incendios que sucedieron en el amazonas, si bien es una incógnita cómo afectará en el clima, se prevé que las temperaturas se eleven más de lo normal en la primavera y el verano, las lluvias serán espaciadas e intensas, además que las cenizas que se elevan en la atmósfera contaminarán las fuentes de agua y causarán enfermedades estomacales tanto en los animales como en los humanos.
Efectos
El director del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) en Tarija, Víctor Carrillo, sostuvo que si bien no se puede prever el clima para la próxima primavera y el verano, se espera que uno de los efectos principales de la quema de grandes cantidades de vegetación en la Chiquitanía y la Amazonía, será que las temperaturas incrementen.
Explicó que el dióxido de carbono que se envía al atmósfera es absorbida por la vegetación que se encuentra en el Amazonas y envía oxígeno a la atmósfera lo que evita que las temperaturas se presenten bastante cálidas y lo mismo sucederá en el verano.
En Sudamérica tenemos dos fuentes grandes de agua de donde se reciben la mayor cantidad de las precipitaciones pluviales, una es del Atlántico, que gracias al calentamiento producido por el sol la evaporación de grandes masas de agua se elevan hacia la atmosfera y mediante los vientos alisios son trasportados hacia el Amazonas donde genera gran cantidad de lluvia.
Estas precipitaciones generan vacíos en la presión atmosférica y actúan como reguladores de los vientos provenientes del Atlántico y descargan las precipitaciones en los países vecinos del Brasil como ser Paraguay, Uruguay, Argentina y Bolivia.
Al no tener ese regulador debido a la elevada quema que hubo, lo que se espera que se incremente la intensidad de los vientos alisios y causará que las precipitaciones pluviales sean más esporádicas, más distantes, pero de mayor violencia y se centralizarán en los meses de diciembre enero y febrero.
Además, el daño ambiental será importante porque toda la ceniza se depositará en parte de la Cordillera de los Andes y cuando se produzca el deshielo y las primeras lluvias, se escurrirá a los cauces de los ríos y provocará enfermedades en los animales que consumen agua de los atajados. Además se prevé que la intensidad de las lluvias provoque derrumbes y otros desastres naturales.
Por su parte, el director de Gestión de Riesgos de la Gobernación, Ember Montellanos, apuntó que el efecto de las quemas en las selvas chiquitana y amazónica ocasionarán mucho más calor por un lado y por el otro las lluvias con ceniza contaminarán todos los acuíferos que afectarán a los animales y los humanos con enfermedades estomacales.
“Habrá un sobrecalentamiento que ocasionará que disminuyan las lluvias, habrá una época seca prolongada, emergencias por sequía y cuando llueva, estas serán prolongadas provocando inundaciones”, sostuvo.
Número de focos de calor es histórico
Hasta el mes de agosto, en Bolivia se tiene registrado el mayor número de focos de calor en relación a anteriores años, informó hace una semana el director del Senamhi, Víctor Carrillo, a tiempo de señalar que la atención se centra en el avance del incendio en la Chiquitanía con más de un millón y medio de hectáreas quemadas y muchos efectos económicos ya calculados.
“Hasta agosto el número de incendios y focos de calor es histórico, en relación a anteriores años”, sostuvo Carrillo, tras recomendar a la población tarijeña, evitar el encendido de fogatas o chaqueos debido al riesgo que se tiene de presentar incendios forestales.
En el Gran Chaco existe un menor riesgo de presentar incendios forestales, debido al “exceso de precipitaciones” suscitadas en la época de invierno. Según Carrillo en dicho sector “ha llovido mucho más de lo que normalmente llueve, al tener mayor humedad, eso reduce la probabilidad que se registren incendios forestales”.
En cuanto a los pronósticos de temperatura, para este jueves se espera que las temperaturas desciendan a entre seis grados la mínima y 17 la máxima con la probabilidad de chubascos en la madrugada aunque no se considerarán de importancia.
Efectos
El director del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) en Tarija, Víctor Carrillo, sostuvo que si bien no se puede prever el clima para la próxima primavera y el verano, se espera que uno de los efectos principales de la quema de grandes cantidades de vegetación en la Chiquitanía y la Amazonía, será que las temperaturas incrementen.
Explicó que el dióxido de carbono que se envía al atmósfera es absorbida por la vegetación que se encuentra en el Amazonas y envía oxígeno a la atmósfera lo que evita que las temperaturas se presenten bastante cálidas y lo mismo sucederá en el verano.
En Sudamérica tenemos dos fuentes grandes de agua de donde se reciben la mayor cantidad de las precipitaciones pluviales, una es del Atlántico, que gracias al calentamiento producido por el sol la evaporación de grandes masas de agua se elevan hacia la atmosfera y mediante los vientos alisios son trasportados hacia el Amazonas donde genera gran cantidad de lluvia.
Estas precipitaciones generan vacíos en la presión atmosférica y actúan como reguladores de los vientos provenientes del Atlántico y descargan las precipitaciones en los países vecinos del Brasil como ser Paraguay, Uruguay, Argentina y Bolivia.
Al no tener ese regulador debido a la elevada quema que hubo, lo que se espera que se incremente la intensidad de los vientos alisios y causará que las precipitaciones pluviales sean más esporádicas, más distantes, pero de mayor violencia y se centralizarán en los meses de diciembre enero y febrero.
Además, el daño ambiental será importante porque toda la ceniza se depositará en parte de la Cordillera de los Andes y cuando se produzca el deshielo y las primeras lluvias, se escurrirá a los cauces de los ríos y provocará enfermedades en los animales que consumen agua de los atajados. Además se prevé que la intensidad de las lluvias provoque derrumbes y otros desastres naturales.
Por su parte, el director de Gestión de Riesgos de la Gobernación, Ember Montellanos, apuntó que el efecto de las quemas en las selvas chiquitana y amazónica ocasionarán mucho más calor por un lado y por el otro las lluvias con ceniza contaminarán todos los acuíferos que afectarán a los animales y los humanos con enfermedades estomacales.
“Habrá un sobrecalentamiento que ocasionará que disminuyan las lluvias, habrá una época seca prolongada, emergencias por sequía y cuando llueva, estas serán prolongadas provocando inundaciones”, sostuvo.
Número de focos de calor es histórico
Hasta el mes de agosto, en Bolivia se tiene registrado el mayor número de focos de calor en relación a anteriores años, informó hace una semana el director del Senamhi, Víctor Carrillo, a tiempo de señalar que la atención se centra en el avance del incendio en la Chiquitanía con más de un millón y medio de hectáreas quemadas y muchos efectos económicos ya calculados.
“Hasta agosto el número de incendios y focos de calor es histórico, en relación a anteriores años”, sostuvo Carrillo, tras recomendar a la población tarijeña, evitar el encendido de fogatas o chaqueos debido al riesgo que se tiene de presentar incendios forestales.
En el Gran Chaco existe un menor riesgo de presentar incendios forestales, debido al “exceso de precipitaciones” suscitadas en la época de invierno. Según Carrillo en dicho sector “ha llovido mucho más de lo que normalmente llueve, al tener mayor humedad, eso reduce la probabilidad que se registren incendios forestales”.
En cuanto a los pronósticos de temperatura, para este jueves se espera que las temperaturas desciendan a entre seis grados la mínima y 17 la máxima con la probabilidad de chubascos en la madrugada aunque no se considerarán de importancia.