Colectan más de 40 variedades de vid en todo el valle tarijeño
Luego de que personal de varias instituciones a la cabeza del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf) dependiente del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras recorrieran el valle tarijeño, lograron recolectar 71 muestras de unas 42 variedades de uva que irán a...
Luego de que personal de varias instituciones a la cabeza del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf) dependiente del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras recorrieran el valle tarijeño, lograron recolectar 71 muestras de unas 42 variedades de uva que irán a alimentar el primer banco de germoplasma de la vid en el país.
Se organizaron cuatro brigadas que se dirigieron a las distintas zonas productoras del departamento, una se dirigió por los municipios de Uriondo, San Lorenzo y Padcaya, otra por Salinas, Entre Ríos y Yacuiba, una tercera por Yesera Centro, Sud y San Sebastián, mientras que la última se dirigió a Yunchará, Tojo y toda la parte de San Juan del Oro.
El director del Iniaf, Luis Acosta, sostuvo que se tenía planificado recolectar unas 50 muestras, pero se superó las 70, también agradeció a las instituciones públicas y privadas que participaron en la actividad como Cevita, Sedag, Colegio de Agrónomos, Génesis y otras personas particulares.
Colecta
Por su parte, el técnico de investigación del Centro Multipropósito de Innovación Vitícola del Iniaf, Adolfo Avilés, detalló que se colectaron 42 variedades de vid, pero se tienen 71 muestras porque se levantaron varias de una misma especie pero que proceden de distintos lugares.
Lo más común fue encontrar variedades comerciales como la Italia, Red globe, Moscatel, Cabernet y Riesling, se tropezó con muy poco de lo que se buscaba hallar, especies antiguas, pero se recogió cepas de la uva negra criolla, las Molleras blanca y negra, Imporeña y Sococheña.
“Se encontró muy poco -comentó- en algunos lugares ya se habían secado, en otros casos han sido desplazadas por las comerciales actuales. Se encontraron variedades tradicionales, antiguas, en la zona de Camargo, Yunchará y El Puente. En Salinas encontramos muy pocos ejemplares, en La Misión ya no se encontró, pero sí por los alrededores plantas de hasta 100 años y que todavía están produciendo”
Contó que luego de trasladarse a los lugares donde no existen plantaciones comerciales, pero sí vides antiguas, criollas que están a punto de perderse. De las diferentes plantas se eligió a la más representativa, que tenga sanidad y buen vigor, se tomó unos ocho a diez sarmientos, se los llevó al Iniaf para que pasen por la cámara de termoterapia, posteriormente aclimatarlas y finalmente establecerla en el banco de germoplasma en Chaguaya.
Acosta adelantó que para el próximo año se tiene pensado realizar la colecta a nivel nacional, en el Cañón de los Cintis, Zapahaqui, Luribay en La Paz, Sipe Sipe en Cochabamba, Cotagaita en Potosí y en los valles de Santa Cruz.
Posteriormente se establecerán acuerdos con los bancos internacionales como ser el Instituto Nacional Viticultor de la Argentina, de Chile, España y Francia, con el objeto de compartir las muestras y los viticultores locales puedan acceder a ellas.
EL APUNTE
Sobre la
necesidad
de un banco
Esta es la primera colección seria que se ha realizado en Tarija y el país, sostuvo Luis Acosta, por ser el departamento que posee un potencial productivo y lidera la producción de viticultura en Bolivia.
Luego de iniciada la colección se deberá caracterizar todo el material para poder anotarlo en el Sistema Nacional de Registro de Variedades. Para realizar esta identificación se tomaron los parámetros referenciales del Convenio de la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (Convenio de la UPOV) exclusivamente para la vid.
Este convenio exige levantar 45 datos para diferenciar una variedad de otra, por lo que el examen requiere seguir una normativa que se aplica en todos los países. También se toman en cuenta las determinaciones de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).
Según Acosta, los artículos 20 y 21 de la Ley 1144 de Revolución Productiva Comunitaria Agropecuaria le otorgan a la entidad la tuición de crear el banco para la conservación, recolección manejo y uso de germoplasma en todo el territorio nacional y con todas las especies.