Lío de propiedad dio paso al saqueo del museo de Chaguaya
Es fácil reconocer la fachada del Museo Arqueológico y Antropológico de Chaguaya, se encuentra detrás del santuario y si antes era un atractivo ahora se encuentra en el abandono y su futuro es incierto a pesar de que la autoridad edil de Padcaya diga lo contrario. La secretaria del que fuera...



Es fácil reconocer la fachada del Museo Arqueológico y Antropológico de Chaguaya, se encuentra detrás del santuario y si antes era un atractivo ahora se encuentra en el abandono y su futuro es incierto a pesar de que la autoridad edil de Padcaya diga lo contrario. La secretaria del que fuera su creador, Alejandra Lerma, recuerda que el director del Museo Paleontológico de Tarija había expresado que “la habían saqueado”.
Ingresar al museo es complicado, se encuentra totalmente rodeado de maleza, zarzas, la entrada principal cubierta de hojarasca. Las ventanas, con algún vidrio roto, dejan entrever lo que quedó, un salón vacío, incluso sus vitrinas; en otro recinto las estanterías guardan cráneos y cerámica –fragmentos y piezas enteras- todas las puertas están aseguradas, aunque nadie es capaz de decir quien tiene las llaves.
Historia
Alejandra Lerma trabajó 30 años como secretaria del rector del santuario de Chaguaya, el padre Ananías Barreto Suárez, quien estuvo a cargo durante 45 años de la entidad religiosa y que en sus ratos de ocio recolectaba piezas arqueológicas en el campo, ella le ayudaba a limpiar, “compró el terreno y construyo el museo con sus ahorros”, empezó a contar. Un día se enfermó y falleció el 13 de noviembre de 2002.
Sin embargo, había cultivado amistad con un ciudadano suizo, Felipe Delcur, que llegó a la zona, construyó su casa en un terreno que compró y se casó. Él convenció al sacerdote que conseguiría 20.000 dólares que nunca llegaron, “al final el padre se enfermó y entonces le confió a él todo”.
Barreto le dejó la propiedad del museo al suizo a través de una escritura de venta ficticia, que luego de un año debía pasar a manos de Lerma, quien debía disponer su transferencia a la institución conveniente por tratarse de un patrimonio nacional. Sin embargo no lo hizo, incluso llegó a oídos del ex alcalde de Padcaya, Dante Vaca.
Luego de seis años de idas y venidas reclamando lo dispuesto por el padre Barreto solo le transfirieron la casa y el suizo se quedó con el museo. Hace cuatro años falleció y su viuda se quedó con las escrituras. Si bien se dice que el museo y su contenido fue transferido a la Alcaldía, eso documentos no llevan firmas, subrayó Lerma.
Durante esos años de trabajar con Barreto se dedicaba a dirigir el museo, limpiarlo; pero luego de que se hiciera cargo el suizo le pidieron las llaves, cambiaron las chapas y quedó cerrado.
Existen voces que piden que el museo pase a manos del santuario para que también sea dedicado a la exposición de objetos dedicados a la Virgen de Chaguaya. “Pero hasta ahorita no hay nada, la Alcaldía tampoco puede intervenir”, agregó.
“Faltan piezas, de lo que yo me he echado de menos, antes de que lo cierren ya faltaban, un día fue el director del museo de Tarija y dijo en reunión estas palabras textuales: “decir que al Museo de Chaguaya le han robado es poco, lo han saqueado”, dijo esas palabras, recordó sin evitar un dejo de tristeza en la mirada. Aventuró creer que esta autoridad sabía más o menos donde fueron a parar las piezas.
Al respecto, el alcalde de Padcaya Roger Farfán, bajo cuya tuición se encuentra la comunidad de Chaguaya, apuntó que se encuentra en conversaciones con autoridades del lugar para poner en funcionamiento el museo, pero que existen varios temas legales que primero se deben solucionar.
En agosto de 2017, Farfán admitía que la reapertura y funcionamiento del museo era incierto, en ese momento contó que buscaba tomar su administración pero que no fue posible, sin embargo tomaron medidas para resguardar las piezas arqueológicas y algunas se las enviaron al Museo Paleontológico de la ciudad de Tarija.
A su turno, el actual rector del santuario de Chaguaya, presbítero Jorge Machicao –que recién se encuentra cuatro meses, contó que el museo se encuentra en manos de los herederos del dueño de la fundación que se hizo cargo del lugar, admitió que se encuentra descuidada porque hasta el momento nadie asumió la responsabilidad porque sigue siendo una propiedad privada.
“Tengo entendido que algunas piezas –dijo- para protegerlas, las llevaron al Museo Paleontológico de Tarija, pero se tiene la idea de reactivarlo para volverlo más atractivo y que también las piezas vuelvan, hay muy buena disposición de los propietarios ahora, justamente se está viendo las estrategias entre ellos, los comunarios y el santuario para reactivarlo”.
Adelantó que se espera se concreten algunos pasos legales, si hubo avances con la Alcaldía de Padcaya y ver entre el santuario, los comunarios y las instancias públicas la manera de reabrir este museo que “nos parece importante en Chaguaya”.
Antecedentes
En agosto de 2017, el ejecutivo de la Central de Campesino de Padcaya, Antonio Montero, indicó que los trámites para la transferencia de ese museo al Gobierno Municipal tenía que hacerlo el ex alcalde José Gutiérrez, pero al final no se logró concretar.
“El párroco Barreto le regaló el museo a un extranjero, este señor puso todas las condiciones para transferirlo a la Alcaldía, pero esa instancia no culminó de hacer todos los trámites y después el propietario falleció, pero su esposa aún vive en la comunidad del Abra de San Miguel –sostuvo- vamos a hacer seguimiento de cómo están los papeles, todo eso ha quedado pendiente. El museo no se abrió, particularmente lo administraba el padre Ananías”, explicó Montero.
Por su parte, el presidente del Comité Cívico de Padcaya, Zenón Ruiz, indicó que un centro donde se guardan reliquias históricas no puede permanecer cerrado por mucho tiempo, porque a través del museo se puede incentivar el turismo, actividad que deja recursos económicos para la zona.
En ese sentido, el dirigente manifestó en esa oportunidad que las partes involucradas, Alcaldía, comunarios de Chaguaya y los propietarios deben sentarse a tratar esta temática hasta encontrar una manera de abrir el museo.
Restauración
En marzo 2013, el Gobierno Departamental, a través de la Secretaría de Protección del Patrimonio Cultural y Natural, tenía previsto realizar la ampliación y refacción total del Museo Arqueológico de Chaguaya, buscando mejorar su infraestructura y presentación para que sean incluidos en los destinos turísticos del departamento.
Para ser efectiva esta refacción, debía firmarse un convenio con la Alcaldía de Padcaya de manera que permita arrancar con los trabajos hasta fines de marzo o inicios de abril de 2013. El proyecto consistía en la restauración total de museo, ampliación de la infraestructura, equipamiento y administración de las piezas que dejó el sacerdote Ananías Barreto.
María Nélida Acuña, que fungía como secretaria de Protección del Patrimonio Cultural y Natural, explicó en esa oportunidad que la restauración y ampliación del Museo Arqueológico de Chaguaya demandaba más de 1.2 millones de bolivianos y que sería de gran impacto para la comunidad porque consistía en un importante aporte de 15.000 piezas arqueológicas que se encontraban en custodia del municipio de Padcaya.
Las imágenes del abandono y descuido
Cráneos y osamentas
Según comentan los comunarios, el fallecido sacerdote Ananías Barreto, quien era responsable del Santuario, se dedicó a recaudar piezas patrimoniales de Chaguaya para mostrarlas a los visitantes. Actualmente, las que quedan se encuentran encajonadas.
Las piezas en cajones
Según estudios, las piezas arqueológicas de Chaguaya datan de aproximadamente 10.000 años antes de Cristo hasta la época Colonial, la mayor parte de las piezas fueron extraídas de la provincia Arce, pero también existen otras que fueron traídas de Potosí, Chuquisaca y el norte argentino. Ahora se encuentran archivadas en cajones.
El vacío que quedó
Ingresar al museo es complicado, se encuentra totalmente rodeado de maleza, zarzas, la entrada principal cubierta de hojarasca. Las ventanas, con algún vidrio roto, dejan entrever lo que quedó, un salón vacío y solitario.
Ingresar al museo es complicado, se encuentra totalmente rodeado de maleza, zarzas, la entrada principal cubierta de hojarasca. Las ventanas, con algún vidrio roto, dejan entrever lo que quedó, un salón vacío, incluso sus vitrinas; en otro recinto las estanterías guardan cráneos y cerámica –fragmentos y piezas enteras- todas las puertas están aseguradas, aunque nadie es capaz de decir quien tiene las llaves.
Historia
Alejandra Lerma trabajó 30 años como secretaria del rector del santuario de Chaguaya, el padre Ananías Barreto Suárez, quien estuvo a cargo durante 45 años de la entidad religiosa y que en sus ratos de ocio recolectaba piezas arqueológicas en el campo, ella le ayudaba a limpiar, “compró el terreno y construyo el museo con sus ahorros”, empezó a contar. Un día se enfermó y falleció el 13 de noviembre de 2002.
Sin embargo, había cultivado amistad con un ciudadano suizo, Felipe Delcur, que llegó a la zona, construyó su casa en un terreno que compró y se casó. Él convenció al sacerdote que conseguiría 20.000 dólares que nunca llegaron, “al final el padre se enfermó y entonces le confió a él todo”.
Barreto le dejó la propiedad del museo al suizo a través de una escritura de venta ficticia, que luego de un año debía pasar a manos de Lerma, quien debía disponer su transferencia a la institución conveniente por tratarse de un patrimonio nacional. Sin embargo no lo hizo, incluso llegó a oídos del ex alcalde de Padcaya, Dante Vaca.
Luego de seis años de idas y venidas reclamando lo dispuesto por el padre Barreto solo le transfirieron la casa y el suizo se quedó con el museo. Hace cuatro años falleció y su viuda se quedó con las escrituras. Si bien se dice que el museo y su contenido fue transferido a la Alcaldía, eso documentos no llevan firmas, subrayó Lerma.
Durante esos años de trabajar con Barreto se dedicaba a dirigir el museo, limpiarlo; pero luego de que se hiciera cargo el suizo le pidieron las llaves, cambiaron las chapas y quedó cerrado.
Existen voces que piden que el museo pase a manos del santuario para que también sea dedicado a la exposición de objetos dedicados a la Virgen de Chaguaya. “Pero hasta ahorita no hay nada, la Alcaldía tampoco puede intervenir”, agregó.
“Faltan piezas, de lo que yo me he echado de menos, antes de que lo cierren ya faltaban, un día fue el director del museo de Tarija y dijo en reunión estas palabras textuales: “decir que al Museo de Chaguaya le han robado es poco, lo han saqueado”, dijo esas palabras, recordó sin evitar un dejo de tristeza en la mirada. Aventuró creer que esta autoridad sabía más o menos donde fueron a parar las piezas.
Al respecto, el alcalde de Padcaya Roger Farfán, bajo cuya tuición se encuentra la comunidad de Chaguaya, apuntó que se encuentra en conversaciones con autoridades del lugar para poner en funcionamiento el museo, pero que existen varios temas legales que primero se deben solucionar.
En agosto de 2017, Farfán admitía que la reapertura y funcionamiento del museo era incierto, en ese momento contó que buscaba tomar su administración pero que no fue posible, sin embargo tomaron medidas para resguardar las piezas arqueológicas y algunas se las enviaron al Museo Paleontológico de la ciudad de Tarija.
A su turno, el actual rector del santuario de Chaguaya, presbítero Jorge Machicao –que recién se encuentra cuatro meses, contó que el museo se encuentra en manos de los herederos del dueño de la fundación que se hizo cargo del lugar, admitió que se encuentra descuidada porque hasta el momento nadie asumió la responsabilidad porque sigue siendo una propiedad privada.
“Tengo entendido que algunas piezas –dijo- para protegerlas, las llevaron al Museo Paleontológico de Tarija, pero se tiene la idea de reactivarlo para volverlo más atractivo y que también las piezas vuelvan, hay muy buena disposición de los propietarios ahora, justamente se está viendo las estrategias entre ellos, los comunarios y el santuario para reactivarlo”.
Adelantó que se espera se concreten algunos pasos legales, si hubo avances con la Alcaldía de Padcaya y ver entre el santuario, los comunarios y las instancias públicas la manera de reabrir este museo que “nos parece importante en Chaguaya”.
Antecedentes
En agosto de 2017, el ejecutivo de la Central de Campesino de Padcaya, Antonio Montero, indicó que los trámites para la transferencia de ese museo al Gobierno Municipal tenía que hacerlo el ex alcalde José Gutiérrez, pero al final no se logró concretar.
“El párroco Barreto le regaló el museo a un extranjero, este señor puso todas las condiciones para transferirlo a la Alcaldía, pero esa instancia no culminó de hacer todos los trámites y después el propietario falleció, pero su esposa aún vive en la comunidad del Abra de San Miguel –sostuvo- vamos a hacer seguimiento de cómo están los papeles, todo eso ha quedado pendiente. El museo no se abrió, particularmente lo administraba el padre Ananías”, explicó Montero.
Por su parte, el presidente del Comité Cívico de Padcaya, Zenón Ruiz, indicó que un centro donde se guardan reliquias históricas no puede permanecer cerrado por mucho tiempo, porque a través del museo se puede incentivar el turismo, actividad que deja recursos económicos para la zona.
En ese sentido, el dirigente manifestó en esa oportunidad que las partes involucradas, Alcaldía, comunarios de Chaguaya y los propietarios deben sentarse a tratar esta temática hasta encontrar una manera de abrir el museo.
Restauración
En marzo 2013, el Gobierno Departamental, a través de la Secretaría de Protección del Patrimonio Cultural y Natural, tenía previsto realizar la ampliación y refacción total del Museo Arqueológico de Chaguaya, buscando mejorar su infraestructura y presentación para que sean incluidos en los destinos turísticos del departamento.
Para ser efectiva esta refacción, debía firmarse un convenio con la Alcaldía de Padcaya de manera que permita arrancar con los trabajos hasta fines de marzo o inicios de abril de 2013. El proyecto consistía en la restauración total de museo, ampliación de la infraestructura, equipamiento y administración de las piezas que dejó el sacerdote Ananías Barreto.
María Nélida Acuña, que fungía como secretaria de Protección del Patrimonio Cultural y Natural, explicó en esa oportunidad que la restauración y ampliación del Museo Arqueológico de Chaguaya demandaba más de 1.2 millones de bolivianos y que sería de gran impacto para la comunidad porque consistía en un importante aporte de 15.000 piezas arqueológicas que se encontraban en custodia del municipio de Padcaya.
Las imágenes del abandono y descuido
Cráneos y osamentas
Según comentan los comunarios, el fallecido sacerdote Ananías Barreto, quien era responsable del Santuario, se dedicó a recaudar piezas patrimoniales de Chaguaya para mostrarlas a los visitantes. Actualmente, las que quedan se encuentran encajonadas.
Las piezas en cajones
Según estudios, las piezas arqueológicas de Chaguaya datan de aproximadamente 10.000 años antes de Cristo hasta la época Colonial, la mayor parte de las piezas fueron extraídas de la provincia Arce, pero también existen otras que fueron traídas de Potosí, Chuquisaca y el norte argentino. Ahora se encuentran archivadas en cajones.
El vacío que quedó
Ingresar al museo es complicado, se encuentra totalmente rodeado de maleza, zarzas, la entrada principal cubierta de hojarasca. Las ventanas, con algún vidrio roto, dejan entrever lo que quedó, un salón vacío y solitario.