6 de agosto, Tarija pierde el hábito de embanderar
A horas de celebrarse las fiestas patrias, hasta el mediodía del domingo se habían instalado nueve banderas de Bolivia en la plaza de armas Luis de Fuentes y Vargas de Tarija, dos en cada esquina y una de manera horizontal en el balcón del antiguo edificio municipal. El resto de la ciudad...



A horas de celebrarse las fiestas patrias, hasta el mediodía del domingo se habían instalado nueve banderas de Bolivia en la plaza de armas Luis de Fuentes y Vargas de Tarija, dos en cada esquina y una de manera horizontal en el balcón del antiguo edificio municipal. El resto de la ciudad mostraba su imagen cotidiana. Varios entrevistados apuntaron que se perdió el valor del civismo y amor a la Patria.
Los únicos lugares donde se ofertaban banderas bolivianas y tarijeñas, además de otros símbolos, fue sobre la avenida Víctor Paz Estenssoro, en la rotonda a la altura del Puente Bolívar, y en el mercado Campesino, cerca de la pasarla. El negocio parecía ir bien, sin embargo, las calles de la ciudad mostraban su típico rostro dominguero, solitarias y sin adornos patrios.
El País hizo un sondeo entre los ciudadanos, y todos coincidieron en que hasta hace algunos años que se instalaba la enseña en las puertas de las casas desde el 1 de agosto, pero al parecer esta costumbre ya no tiene la importancia debida. Luis Pérez Lizarazu de 74 años lamentó que estas fechas cívicas hayan pasado a un tercer o cuarto plano a causa de los “politiqueros”.
Apuntó que el mal ejemplo de ellos mata el espíritu de civismo de la juventud y de los niños, “y sin embargo el 6 de agosto iremos a la costanera para hacer un homenaje, las instituciones irán a desfilar, que más parece hacer una reverencia a los políticos de turno”, agregó.
Por su parte, Ernesto Vargas de 67 años, que visitaba el mercado Central, sentenció que desde el primero de agosto se debería embanderar la ciudad porque es el mes de la Patria, indicó que se debe a un descuido de la población. “Ni el 15 de abril nos acordamos, pero más aún deberíamos hacerlo hoy, con civismo y fervor patriótico”.
En la misma línea, don Guido de 77 años, sentado en una banca y con voz pausada dijo que la gente de hoy ya no es como la de antes, que “en estas fiestas todo el mundo embanderaba su casa, la calle, ahora eso ya no se ve, la gente piensa en otras cosas, ya todo es política, ya no hay amor a la Patria, he visto eso con mis ojos, ya no es como antes”.
En criterio de Jorge Oriel Márquez, 62 años, la costumbre de embanderar se perdió por el año 2008, a causa de los conflictos políticos, la “media luna”, que alimentaron un regionalismo exacerbado, cuando también hubo una cierta actitud despectiva a la enseña Patria. “Pero, superados esos problemas, hubo una nueva reidentificación del ser boliviano, lo que sucede también en Tarija”.
Línder Méndez de 37 años también estuvo de acuerdo con los entrevistados, deploró que se pierda el valor del civismo y el amor la Patria que se tenía antes, especuló que es “a causa de la aculturación que se vive al copiar a otros países y perder nuestras tradiciones”.
Los únicos lugares donde se ofertaban banderas bolivianas y tarijeñas, además de otros símbolos, fue sobre la avenida Víctor Paz Estenssoro, en la rotonda a la altura del Puente Bolívar, y en el mercado Campesino, cerca de la pasarla. El negocio parecía ir bien, sin embargo, las calles de la ciudad mostraban su típico rostro dominguero, solitarias y sin adornos patrios.
El País hizo un sondeo entre los ciudadanos, y todos coincidieron en que hasta hace algunos años que se instalaba la enseña en las puertas de las casas desde el 1 de agosto, pero al parecer esta costumbre ya no tiene la importancia debida. Luis Pérez Lizarazu de 74 años lamentó que estas fechas cívicas hayan pasado a un tercer o cuarto plano a causa de los “politiqueros”.
Apuntó que el mal ejemplo de ellos mata el espíritu de civismo de la juventud y de los niños, “y sin embargo el 6 de agosto iremos a la costanera para hacer un homenaje, las instituciones irán a desfilar, que más parece hacer una reverencia a los políticos de turno”, agregó.
Por su parte, Ernesto Vargas de 67 años, que visitaba el mercado Central, sentenció que desde el primero de agosto se debería embanderar la ciudad porque es el mes de la Patria, indicó que se debe a un descuido de la población. “Ni el 15 de abril nos acordamos, pero más aún deberíamos hacerlo hoy, con civismo y fervor patriótico”.
En la misma línea, don Guido de 77 años, sentado en una banca y con voz pausada dijo que la gente de hoy ya no es como la de antes, que “en estas fiestas todo el mundo embanderaba su casa, la calle, ahora eso ya no se ve, la gente piensa en otras cosas, ya todo es política, ya no hay amor a la Patria, he visto eso con mis ojos, ya no es como antes”.
En criterio de Jorge Oriel Márquez, 62 años, la costumbre de embanderar se perdió por el año 2008, a causa de los conflictos políticos, la “media luna”, que alimentaron un regionalismo exacerbado, cuando también hubo una cierta actitud despectiva a la enseña Patria. “Pero, superados esos problemas, hubo una nueva reidentificación del ser boliviano, lo que sucede también en Tarija”.
Línder Méndez de 37 años también estuvo de acuerdo con los entrevistados, deploró que se pierda el valor del civismo y el amor la Patria que se tenía antes, especuló que es “a causa de la aculturación que se vive al copiar a otros países y perder nuestras tradiciones”.