Silencio en Jaguar X6, anuncian dos nuevos pozos en Caipipendi
Mientras el Gobierno se la juega al desgaste con la resistencia a la exploración y explotación de la reserva natural de Tariquía y cubre un tupido velo sobre los resultados de la perforación en el Jaguar X6 y el Boyuy X2, del que oficialmente no ha reconocido su no comercialidad, Yacimientos...



Mientras el Gobierno se la juega al desgaste con la resistencia a la exploración y explotación de la reserva natural de Tariquía y cubre un tupido velo sobre los resultados de la perforación en el Jaguar X6 y el Boyuy X2, del que oficialmente no ha reconocido su no comercialidad, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) vuelve a la carga con nuevos proyectos de exploración previstos para la víspera de las elecciones nacionales y departamentales.
Al ya tradicional anuncio de perforación en el norte de La Paz, al que se recurre periódicamente - En la previa de la elección de 2014 inició la perforación en Lliquimuni, que se declaró no comercial poco después de las elecciones departamentales -, se une ahora los dos proyectos en Caipendi, de momento el área más rentable del país aún con el fracaso de Boyuy.
Repsol, la operadora del consorcio que comparte con Shell y Pan American Energy, ha anunciado el inicio de operaciones en septiembre en el pozo Boicobo Sur X1 y en febrero en Margarita X1001, ambos pozos tienen particularidades complejas y son apuestas a largo.
Boicobo está al norte del área de Caipipendi, que se extiende entre Tarija y Chuquisaca y que contiene los campos Margarita y Huacaya – que en 2013 se unificaron en uno solo – y que al sur se intentó dar con el Boyuy X2, sin éxito pese a bajar hasta los casi 8.000 metros constituyéndose en el pozo más profundo de Sudamérica. Pese a que el área es compartida, por el momento sería un campo que daría regalías solo a Chuquisaca.
En cuanto a cifras, más allá de las de inversión, que para Boicobo prevé 75 millones de dólares, se trata de un pozo de profundidad moderada, con una profundidad prevista de 5.300 metros a completar en 260 días de trabajo. No se trata de un proyecto muy arriesgado, si bien se recuerda que el de Boyuy inicialmente rondaba esa profundidad y acabó a 7.965 metros por empeño del Ministerio tras no haber encontrado nada significativo a la profundidad inicialmente prevista. Ni el Ministerio ni YPFB han aclarado quién pagará los 130 millones de dólares del fracaso, ya que en principio la exploración corre por riesgo de la operadora. El Ministerio ha defendido la utilidad del proyecto en Boyuy para conocer mejor la profundidad y llegar a otros niveles. Lo que el ministro Luis Alberto Sánchez llama “el mar de gas”.
Por el contrario, el pozo Margarita X1001 sí tiene unos objetivos más profundos, pues se pretende llegar por debajo de la arena Huamapampa, que es de la que succionan ahora los pozos activos en Margarita. Repsol precisó que se utilizará el mismo taladro – el Petrex 27 – que ya se utilizó para el pozo Boyuy X2 y cuya máxima extensión llega a los 8.000 metros, profundidad de la que hacer fluir gas con valor comercial resulta complejo.
Taladro
En la perforación de Boicobo se utilizará el taladro Petrex 27, que abrió el Boyuy X2, el más profundo de América, pero sin gas
El silencio sobre Jaguar X6
Los anuncios de perforaciones nuevas en esta mitad de año contrasta con la ausencia de noticias relacionadas a la perforación del Jaguar X6, un pozo perforado por Shell al oeste de Entre Ríos, en el área Huacareta y que pasaba por ser una de las grandes esperanzas del Gobierno para encontrar su primer megacampo a la altura de Margarita, San Alberto, San Antonio o Incahuasi en catorce años de Gobierno.
Los asambleístas de Entre Ríos, como Abel Guzmán, han manifestado sus dudas y han pedido mayor información al respecto del proyecto, puesto que incluso se desataron rumores sobre una rotura del taladro. El pozo se empezó a perforar en mayo de 2018 y se tenía previsto que concluyera en diciembre de ese mismo año, pero por el momento no hay noticias. Cuando este diario ha llegado hasta la tranca del campo, en San Diego, los funcionarios de la empresa han impedido el paso.
Respecto al Boyuy X2, la última comunicación de Repsol al respecto se dio el 10 de mayo de 2019, en el que la empresa española incidió en que la perforación de un pozo a esos niveles luego de 665 días de trabajo resultaba un hito importante para el país, también el hecho de hacer fluir gas desde los 7.965 metros de profundidad hasta la superficie, pero reconocía que no era suficiente: “Vamos a seguir trabajando y buscando medios para que el gas de esta estructura pueda fluir de forma comercial y eficiente a superficie” decía el comunicado oficial de Mauricio Mariaca al tiempo que advertía que “se van a mantener temporalmente la locación y las instalaciones del pozo” y adelantaba que el Petrex 27 se desplazaba a Boicobo.
La incursión en Tariquía, en silencio
Mientras los comunarios del cantón de Chiquiacá que no quiere la exploración petrolera sobre la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía resiste en vigilia ante cualquier movimiento de Petrobras – operadora del campo – o YPFB; las autoridades que si quieren la exploración mantienen silencio sobre la estrategia a seguir. El propio ministro Luis Alberto Sánchez indicó que se había paralizado la exploración para que los comunarios se pusieran de acuerdo, y otros como el alcalde de Uriondo Álvaro Ruíz fueron más lejos asegurando que el proyecto se había cancelado.
Lo cierto es que el propio Sánchez aseguró que el procedimiento es: “primero consulta, luego contrato”, cosa que no ha sucedido en esta área en concreto. Tampoco la comisión que hacía seguimiento por la parte jurídica ha realizado nuevas acciones.
Al ya tradicional anuncio de perforación en el norte de La Paz, al que se recurre periódicamente - En la previa de la elección de 2014 inició la perforación en Lliquimuni, que se declaró no comercial poco después de las elecciones departamentales -, se une ahora los dos proyectos en Caipendi, de momento el área más rentable del país aún con el fracaso de Boyuy.
Repsol, la operadora del consorcio que comparte con Shell y Pan American Energy, ha anunciado el inicio de operaciones en septiembre en el pozo Boicobo Sur X1 y en febrero en Margarita X1001, ambos pozos tienen particularidades complejas y son apuestas a largo.
Boicobo está al norte del área de Caipipendi, que se extiende entre Tarija y Chuquisaca y que contiene los campos Margarita y Huacaya – que en 2013 se unificaron en uno solo – y que al sur se intentó dar con el Boyuy X2, sin éxito pese a bajar hasta los casi 8.000 metros constituyéndose en el pozo más profundo de Sudamérica. Pese a que el área es compartida, por el momento sería un campo que daría regalías solo a Chuquisaca.
En cuanto a cifras, más allá de las de inversión, que para Boicobo prevé 75 millones de dólares, se trata de un pozo de profundidad moderada, con una profundidad prevista de 5.300 metros a completar en 260 días de trabajo. No se trata de un proyecto muy arriesgado, si bien se recuerda que el de Boyuy inicialmente rondaba esa profundidad y acabó a 7.965 metros por empeño del Ministerio tras no haber encontrado nada significativo a la profundidad inicialmente prevista. Ni el Ministerio ni YPFB han aclarado quién pagará los 130 millones de dólares del fracaso, ya que en principio la exploración corre por riesgo de la operadora. El Ministerio ha defendido la utilidad del proyecto en Boyuy para conocer mejor la profundidad y llegar a otros niveles. Lo que el ministro Luis Alberto Sánchez llama “el mar de gas”.
Por el contrario, el pozo Margarita X1001 sí tiene unos objetivos más profundos, pues se pretende llegar por debajo de la arena Huamapampa, que es de la que succionan ahora los pozos activos en Margarita. Repsol precisó que se utilizará el mismo taladro – el Petrex 27 – que ya se utilizó para el pozo Boyuy X2 y cuya máxima extensión llega a los 8.000 metros, profundidad de la que hacer fluir gas con valor comercial resulta complejo.
Taladro
En la perforación de Boicobo se utilizará el taladro Petrex 27, que abrió el Boyuy X2, el más profundo de América, pero sin gas
El silencio sobre Jaguar X6
Los anuncios de perforaciones nuevas en esta mitad de año contrasta con la ausencia de noticias relacionadas a la perforación del Jaguar X6, un pozo perforado por Shell al oeste de Entre Ríos, en el área Huacareta y que pasaba por ser una de las grandes esperanzas del Gobierno para encontrar su primer megacampo a la altura de Margarita, San Alberto, San Antonio o Incahuasi en catorce años de Gobierno.
Los asambleístas de Entre Ríos, como Abel Guzmán, han manifestado sus dudas y han pedido mayor información al respecto del proyecto, puesto que incluso se desataron rumores sobre una rotura del taladro. El pozo se empezó a perforar en mayo de 2018 y se tenía previsto que concluyera en diciembre de ese mismo año, pero por el momento no hay noticias. Cuando este diario ha llegado hasta la tranca del campo, en San Diego, los funcionarios de la empresa han impedido el paso.
Respecto al Boyuy X2, la última comunicación de Repsol al respecto se dio el 10 de mayo de 2019, en el que la empresa española incidió en que la perforación de un pozo a esos niveles luego de 665 días de trabajo resultaba un hito importante para el país, también el hecho de hacer fluir gas desde los 7.965 metros de profundidad hasta la superficie, pero reconocía que no era suficiente: “Vamos a seguir trabajando y buscando medios para que el gas de esta estructura pueda fluir de forma comercial y eficiente a superficie” decía el comunicado oficial de Mauricio Mariaca al tiempo que advertía que “se van a mantener temporalmente la locación y las instalaciones del pozo” y adelantaba que el Petrex 27 se desplazaba a Boicobo.
La incursión en Tariquía, en silencio
Mientras los comunarios del cantón de Chiquiacá que no quiere la exploración petrolera sobre la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía resiste en vigilia ante cualquier movimiento de Petrobras – operadora del campo – o YPFB; las autoridades que si quieren la exploración mantienen silencio sobre la estrategia a seguir. El propio ministro Luis Alberto Sánchez indicó que se había paralizado la exploración para que los comunarios se pusieran de acuerdo, y otros como el alcalde de Uriondo Álvaro Ruíz fueron más lejos asegurando que el proyecto se había cancelado.
Lo cierto es que el propio Sánchez aseguró que el procedimiento es: “primero consulta, luego contrato”, cosa que no ha sucedido en esta área en concreto. Tampoco la comisión que hacía seguimiento por la parte jurídica ha realizado nuevas acciones.