El 22% de la población infantil del departamento tiene que trabajar
El 22 por ciento de la población infantil en el departamento de Tarija trabaja en diferentes sectores, ya sea para ayudar a su familia y en los casos más extremos para sobrevivir, según los datos aportados por la Secretaría de la Mujer y la Familia de Cercado a cargo de Patricia...



El 22 por ciento de la población infantil en el departamento de Tarija trabaja en diferentes sectores, ya sea para ayudar a su familia y en los casos más extremos para sobrevivir, según los datos aportados por la Secretaría de la Mujer y la Familia de Cercado a cargo de Patricia Paputsakis.
Los niños y adolescentes trabajadores constituyen el ocho por ciento del total de la población económicamente activa del municipio de Cercado y un 22,5 por ciento de la población total infantil dentro de es-tos rangos de edad, constituyéndose aproximadamente en un cinco por ciento de la población total del departamento.
El estudio de perspectivas labora-les de los niños y adolescentes trabajadores que realizó el equipo de la Secretaría de la Mujer y la Familia evidencia que el 90 por ciento de los niños trabaja por necesidad y el 80 por ciento ayuda a su familia.
Según los resultados de la Encuesta de Niñas, Niños y Adolescentes que realizan una actividad laboral o trabajo (ENNA), del Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 2016, el porcentaje bajó del 26,7 por ciento al 13,1 por ciento. Es decir que de 800.000 niños que trabajaban en el 2008, en el 2016 esta cifra descendió a 393.000 en Bolivia.
Además, la proporción de niñas, niños y adolescentes que realizan trabajos o actividades laborales peligrosas se redujo del 24,8 por ciento en 2008 a 5,13 por ciento en 2016. Los trabajos considerados peligrosos son aquellos que se establecen en contextos como la zafra, la minería y la construcción. La gerente de Aldeas Infantiles SOS Regional Tarija, Patricia Serrano, recordó que el año 2014 el Gobierno Nacional promulgó el Código Niño, Niña, Adolescente para reconocer, desarrollar y regular el ejercicio de los derechos de la niña, niño y adolescente. En este documento se incluían las características del trabajo infantil.
El trabajo infantil era prohibido hasta la promulgación de esta normativa, por lo que las cifras que se presentaban sobre los porcentajes de niñas, niños y adolescentes que trabajaban eran altas, y se optó por regularlas. Esto ocurrió también en un contexto en el que representantes de la Unión de Niños y Niñas Trabajadores de Bolivia (UNATSBO), un sindicato de niños trabajadores que cuenta con unos 15.000 miembros, exigía abiertamente la legalización y regulación del trabajo infantil en Bolivia.
En Bolivia la edad mínima para trabajar es de 14 años y rige la posibilidad de autorizar el trabajo excepcionalmente a niños y niñas a partir de los 10 años, siempre y cuando la actividad realizada “no menoscabe su derecho a la educación, no sea peligrosa, insalubre, atentatoria a su dignidad y desarrollo integral, o se encuentre expresamente prohibida por la Ley”, según dicta el Código de Niña, Niño y Adolescentes.La población infantil laboral busca rubros como el comercio ambulante, lustrabotas, ayudantes de albañilería, mecánica, cocina, cargadores y otros que además son de baja remuneración.
Instituciones regulan plan para niños y adolescentes
En este contexto, el Gobierno Autónomo Municipal de Cercado, a través de la Secretaría de la Mujer y la Familia, la Dirección de la Familia y Generacional y la Defensoría de la Niñez y Adolescencia en cumplimiento a la Ley 548 crearon el Programa de Prevención y Protección del Niño, Niña y Adolescente Trabajador.
Este programa en el marco de la Ley 548, Art. 130 señala que el Estado en todos sus niveles, garantizará el ejercicio o desempeño laboral de las y los adolescentes mayores de 14 años con los mismos derechos que gozan los adultos. El programa de Prevención y Protección de Niñas, Niños y Adolescentes en Actividad Laboral tiene tres componentes; el primer componente es el registro y autorización de la actividad laboral, informes psicosociales, la revisión médica y la verificación de permanencia escolar.
El segundo componente son las inspecciones laborales de prevención en coordinación con el Ministerio de Trabajo. El tercer componente es el preventivo a través de talleres en unidades educativas para exponer los derechos laborales, así también como las charlas con los padres de familia
Los niños y adolescentes trabajadores constituyen el ocho por ciento del total de la población económicamente activa del municipio de Cercado y un 22,5 por ciento de la población total infantil dentro de es-tos rangos de edad, constituyéndose aproximadamente en un cinco por ciento de la población total del departamento.
El estudio de perspectivas labora-les de los niños y adolescentes trabajadores que realizó el equipo de la Secretaría de la Mujer y la Familia evidencia que el 90 por ciento de los niños trabaja por necesidad y el 80 por ciento ayuda a su familia.
Según los resultados de la Encuesta de Niñas, Niños y Adolescentes que realizan una actividad laboral o trabajo (ENNA), del Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 2016, el porcentaje bajó del 26,7 por ciento al 13,1 por ciento. Es decir que de 800.000 niños que trabajaban en el 2008, en el 2016 esta cifra descendió a 393.000 en Bolivia.
Además, la proporción de niñas, niños y adolescentes que realizan trabajos o actividades laborales peligrosas se redujo del 24,8 por ciento en 2008 a 5,13 por ciento en 2016. Los trabajos considerados peligrosos son aquellos que se establecen en contextos como la zafra, la minería y la construcción. La gerente de Aldeas Infantiles SOS Regional Tarija, Patricia Serrano, recordó que el año 2014 el Gobierno Nacional promulgó el Código Niño, Niña, Adolescente para reconocer, desarrollar y regular el ejercicio de los derechos de la niña, niño y adolescente. En este documento se incluían las características del trabajo infantil.
El trabajo infantil era prohibido hasta la promulgación de esta normativa, por lo que las cifras que se presentaban sobre los porcentajes de niñas, niños y adolescentes que trabajaban eran altas, y se optó por regularlas. Esto ocurrió también en un contexto en el que representantes de la Unión de Niños y Niñas Trabajadores de Bolivia (UNATSBO), un sindicato de niños trabajadores que cuenta con unos 15.000 miembros, exigía abiertamente la legalización y regulación del trabajo infantil en Bolivia.
En Bolivia la edad mínima para trabajar es de 14 años y rige la posibilidad de autorizar el trabajo excepcionalmente a niños y niñas a partir de los 10 años, siempre y cuando la actividad realizada “no menoscabe su derecho a la educación, no sea peligrosa, insalubre, atentatoria a su dignidad y desarrollo integral, o se encuentre expresamente prohibida por la Ley”, según dicta el Código de Niña, Niño y Adolescentes.La población infantil laboral busca rubros como el comercio ambulante, lustrabotas, ayudantes de albañilería, mecánica, cocina, cargadores y otros que además son de baja remuneración.
Instituciones regulan plan para niños y adolescentes
En este contexto, el Gobierno Autónomo Municipal de Cercado, a través de la Secretaría de la Mujer y la Familia, la Dirección de la Familia y Generacional y la Defensoría de la Niñez y Adolescencia en cumplimiento a la Ley 548 crearon el Programa de Prevención y Protección del Niño, Niña y Adolescente Trabajador.
Este programa en el marco de la Ley 548, Art. 130 señala que el Estado en todos sus niveles, garantizará el ejercicio o desempeño laboral de las y los adolescentes mayores de 14 años con los mismos derechos que gozan los adultos. El programa de Prevención y Protección de Niñas, Niños y Adolescentes en Actividad Laboral tiene tres componentes; el primer componente es el registro y autorización de la actividad laboral, informes psicosociales, la revisión médica y la verificación de permanencia escolar.
El segundo componente son las inspecciones laborales de prevención en coordinación con el Ministerio de Trabajo. El tercer componente es el preventivo a través de talleres en unidades educativas para exponer los derechos laborales, así también como las charlas con los padres de familia