El MAS no revela fichas tras el cónclave con Quintana
Juan Ramón Quintana no tiene mejor amigo en Tarija. Si tiene algunos militares que no hacen vida pública; si tiene al bueno de Ramiro Paz; y sí tiene que atender a algunos de los recomendados por el uno y el dos, pero el tercer hombre más poderoso del Gobierno ha cimentado su poder...



Juan Ramón Quintana no tiene mejor amigo en Tarija. Si tiene algunos militares que no hacen vida pública; si tiene al bueno de Ramiro Paz; y sí tiene que atender a algunos de los recomendados por el uno y el dos, pero el tercer hombre más poderoso del Gobierno ha cimentado su poder precisamente en eso. En no tener mejores amigos públicos.
El Ministro de la Presidencia llegó a Tarija pasados unos minutos de las 14.30. Como para que no lo invitaran a almorzar. La agenda no estaba ni consensuada y los dirigentes que lo esperaban estaban como un flan. Nada que ver con las llegadas del Presidente.
Reunión a puerta cerrada en la Brigada Aérea, recepción con los dirigentes de las organizaciones de Discapacidad y acto de formación política – tipo conferencia – como los que viene dando por todo el país desde que retornó triunfante/renovado al Ministerio de la Presidencia en enero para dar la batalla final eran los puntos más o menos publicados.
La campaña
Los nervios eran generales. Era el momento del examen final. Hasta el cierre de la edición no habían trascendido los resultados concretos, pero algunos hablan de aprobados raspados y otros de suspensos clamorosos. Carlos Acosta, el presidente del MAS Tarija que anunció el martes la llegada deslizó que de lo que se trataba era de evaluar candidatos, aunque a nadie se le escapa – peor vistos los antecedentes recientes – que la decisión se tomará al filo y luego de haber consultado a otros lobbies que no se sientan en el otrora búnker de la Coordinadora Departamental del Cambio (Codelcam).
Quintana es básicamente un militar académico, y luego de su retiro voluntario en la embajada de Bolivia en La Habana para reflexionar sobre lo sucedido en el referéndum de 2016, Gabriela Zapata y demás, ha retornado a la primera línea para apuntalar el discurso de la estabilidad, superponiendo el proceso al cambio y profundizando en el tema de la educación por encima del resto de las cosas. Su propio retorno a la cartera de Presidencia, que ha ocupado en tres periodos diferentes, es el mensaje del no cambio que el MAS va a tomar por bandera en esta campaña. De lo que se trata – se lee en sus mensajes – es de convencer de que vamos bien.
Bancada
En 2014 el MAS ganó cinco diputados de nueve y dos senadores, constituyéndose en la bancada más numerosa de Tarija
El Ministro de la Presidencia hace tiempo que no interviene en un conflicto en Tarija. En su momento (2013) vino a poner paz indultando a Servicios Eléctricos de Tarija (Setar) que el ministro de Hidrocarburos Juan José Sosa había prácticamente determinado. Antes había intervenido en el conflicto con Chuquisaca por Margarita: tras diez días de bloqueo básicamente aplastó la resistencia convenciendo a la inmensa mayoría de la institucionalidad tarijeña vigente en aquel 2012 de que levantaran las manos e hicieran en todo caso otro estudio para saber si el megacampo era o no era compartido. Nunca se hizo.
Los candidatos
La campaña de octubre para el MAS va de que Evo Morales le saque los diez puntos a Carlos Mesa para gobernar pero también de los dos tercios en la Asamblea Plurinacional. Nadie quiere rifar candidatos.
En 2014, donde el MAS sumó 51 por ciento, el MAS se llevó dos de cuatro plurinominales: Lino Cárdenas y la chaqueña Nora Quisbert además del especial y dos de cuatro senadores: Milcíades Peñaloza y Noemí Díaz. Hasta ahí era lo previsto con el tirón de Evo Morales, pero también se llevó dos uninomiales: la rural de Nelly Lenz y la 41 de Ignacio Soruco. La victoria de Soruco, con un perfil converso y de clase alta, sacudió al MAS y ocultó incluso la derrota en la circunscripción de Yacuiba y Villa Montes.
Bartolinas, campesinos, alcaldes, etc., presentaron ayer sus opciones a Juan Ramón Quintana, que en realidad tenía más ganas de hablar de disciplina y de partido, que de proyecto y nombres. Se vieron alcaldes ilusionados; se vieron dirigentes en horas bajas; se vieron asambleístas arrepentidos. No hay humo blanco, ni lo habrá. Por el momento, lo que toca, dicen, es hacer campaña.
El MAS Tarija en su laberinto
Datos en encuestas
La encuesta de IPSOS de abril, una de las que mejor reputación tienen en el país, dio un 18 por ciento de intención de voto al presidente Evo Morales en Tarija, una cifra especialmente baja y que apenas se ha corregido en el resto de encuestas y que tampoco ha sido reflexionada por el aparato.
Conflictos internos
El MAS no se muestra como un partido unido que enfrente los problemas para dar mejores soluciones. En la Asamblea la bancada está rota entre otras cosas, por la tensión con la Ley del 45% o la posición ante la Ley Electoral o los débitos automáticos. La falta de líder claro ahonda el problema.
El Ministro de la Presidencia llegó a Tarija pasados unos minutos de las 14.30. Como para que no lo invitaran a almorzar. La agenda no estaba ni consensuada y los dirigentes que lo esperaban estaban como un flan. Nada que ver con las llegadas del Presidente.
Reunión a puerta cerrada en la Brigada Aérea, recepción con los dirigentes de las organizaciones de Discapacidad y acto de formación política – tipo conferencia – como los que viene dando por todo el país desde que retornó triunfante/renovado al Ministerio de la Presidencia en enero para dar la batalla final eran los puntos más o menos publicados.
La campaña
Los nervios eran generales. Era el momento del examen final. Hasta el cierre de la edición no habían trascendido los resultados concretos, pero algunos hablan de aprobados raspados y otros de suspensos clamorosos. Carlos Acosta, el presidente del MAS Tarija que anunció el martes la llegada deslizó que de lo que se trataba era de evaluar candidatos, aunque a nadie se le escapa – peor vistos los antecedentes recientes – que la decisión se tomará al filo y luego de haber consultado a otros lobbies que no se sientan en el otrora búnker de la Coordinadora Departamental del Cambio (Codelcam).
Quintana es básicamente un militar académico, y luego de su retiro voluntario en la embajada de Bolivia en La Habana para reflexionar sobre lo sucedido en el referéndum de 2016, Gabriela Zapata y demás, ha retornado a la primera línea para apuntalar el discurso de la estabilidad, superponiendo el proceso al cambio y profundizando en el tema de la educación por encima del resto de las cosas. Su propio retorno a la cartera de Presidencia, que ha ocupado en tres periodos diferentes, es el mensaje del no cambio que el MAS va a tomar por bandera en esta campaña. De lo que se trata – se lee en sus mensajes – es de convencer de que vamos bien.
Bancada
En 2014 el MAS ganó cinco diputados de nueve y dos senadores, constituyéndose en la bancada más numerosa de Tarija
El Ministro de la Presidencia hace tiempo que no interviene en un conflicto en Tarija. En su momento (2013) vino a poner paz indultando a Servicios Eléctricos de Tarija (Setar) que el ministro de Hidrocarburos Juan José Sosa había prácticamente determinado. Antes había intervenido en el conflicto con Chuquisaca por Margarita: tras diez días de bloqueo básicamente aplastó la resistencia convenciendo a la inmensa mayoría de la institucionalidad tarijeña vigente en aquel 2012 de que levantaran las manos e hicieran en todo caso otro estudio para saber si el megacampo era o no era compartido. Nunca se hizo.
Los candidatos
La campaña de octubre para el MAS va de que Evo Morales le saque los diez puntos a Carlos Mesa para gobernar pero también de los dos tercios en la Asamblea Plurinacional. Nadie quiere rifar candidatos.
En 2014, donde el MAS sumó 51 por ciento, el MAS se llevó dos de cuatro plurinominales: Lino Cárdenas y la chaqueña Nora Quisbert además del especial y dos de cuatro senadores: Milcíades Peñaloza y Noemí Díaz. Hasta ahí era lo previsto con el tirón de Evo Morales, pero también se llevó dos uninomiales: la rural de Nelly Lenz y la 41 de Ignacio Soruco. La victoria de Soruco, con un perfil converso y de clase alta, sacudió al MAS y ocultó incluso la derrota en la circunscripción de Yacuiba y Villa Montes.
Bartolinas, campesinos, alcaldes, etc., presentaron ayer sus opciones a Juan Ramón Quintana, que en realidad tenía más ganas de hablar de disciplina y de partido, que de proyecto y nombres. Se vieron alcaldes ilusionados; se vieron dirigentes en horas bajas; se vieron asambleístas arrepentidos. No hay humo blanco, ni lo habrá. Por el momento, lo que toca, dicen, es hacer campaña.
El MAS Tarija en su laberinto
Datos en encuestas
La encuesta de IPSOS de abril, una de las que mejor reputación tienen en el país, dio un 18 por ciento de intención de voto al presidente Evo Morales en Tarija, una cifra especialmente baja y que apenas se ha corregido en el resto de encuestas y que tampoco ha sido reflexionada por el aparato.
Conflictos internos
El MAS no se muestra como un partido unido que enfrente los problemas para dar mejores soluciones. En la Asamblea la bancada está rota entre otras cosas, por la tensión con la Ley del 45% o la posición ante la Ley Electoral o los débitos automáticos. La falta de líder claro ahonda el problema.