Un trabajador promedio con bajas probabilidades de vivienda social
La Agencia Estatal de Vivienda (AEV) trabaja con seis programas de intervención, el de vivienda cualitativa, vivienda nueva, vivienda de atención extraordinaria, vivienda de atención de desastres y/o emergencias, compra y financiamiento de inmuebles y comunidades urbanas. Los sectores que...
La Agencia Estatal de Vivienda (AEV) trabaja con seis programas de intervención, el de vivienda cualitativa, vivienda nueva, vivienda de atención extraordinaria, vivienda de atención de desastres y/o emergencias, compra y financiamiento de inmuebles y comunidades urbanas.
Los sectores que la AEV prioriza para estos seis programas, son madres solteras, personas adultas mayores, personas con discapacidades, padres solteros y los requisitos para aplicar a uno de ellos, son los mismos, ser boliviano, no contar con una vivienda propia o solo la que se vaya a mejorar, el terreno en caso de vivienda nueva, no tener casa en otros lugar del país y no haber sido beneficiado con algún programa de viviendas.
La AEV tiene como objetivo reducir el déficit habitacional, facilitando el derecho al acceso a una vivienda adecuada y asequible a los hogares bolivianos, ejecutando programas integrales concurrentes que construyen equidad social y calidad de vida.
Carga familiar
De acuerdo al director de la AEV en Tarija, Félix Gutiérrez, una “persona sola” no puede acceder a este tipo de viviendas y debe tener “carga familiar” o por lo menos dos personas las que integran a la familia.
“Nosotros recibimos las solicitudes ya sean de forma individual, juntas vecinales, organizaciones, etc., para entrar a realizar una evaluación social en la que se califica la vulnerabilidad en la que vive la familia, los que tienen prioridad son madres solteras, personas con discapacidad y personas de la tercera edad”, explicó.
Jóvenes no están incluidos
Según Gutiérrez actualmente ya está en miras un programa que esté dirigido específicamente a los jóvenes; sin embargo, la AEV está dirigida y pensada principalmente a las “cabezas de familia”.
La situación para que una persona promedio cuente con su casa propia y dejar de depender de un alquiler, vivir con un relativo familiar o incluso para los que ganan un sueldo mínimo nacional en base a una investigación realizada por nuestro medio de comunicación, se evidenció que la adquisición de un crédito para una vivienda es “prácticamente imposible”.
“Esto se va a lanzar en su momento cuando ya esté reglamentados, los requisitos, características, se está pensando en varias opciones incluso alquileres solidarios para estudiantes y por supuesto viviendas sociales para familias jóvenes”, aseveró.
Mercado inmobiliario en Tarija
Con la construcción de una base de datos de precios de terrenos comerciales, que fue denominada como Observatorio Inmobiliario, se busca dar el primer paso para frenar la suba constante de los lotes en Tarija, ya que a la fecha se constituye como la ciudad más cara de Bolivia.
Sobre el tema, Gutiérrez mencionó que Tarija tiene una “situación particular” en cuanto a los precios de los terrenos y viviendas, donde los mismos son elevados e incluso iguales a los que se pueden identificar en ciudades como La Paz y Santa Cruz.
“Ahí el trabajo que hace la AEV es primordial, uno puede conseguir una vivienda prácticamente gratis poniendo la contraparte, si uno puede conseguir los agregados y trabaja con sus propias manos la vivienda pues no eroga gastos para esto”, indicó.
Gutiérrez añadió que en el Plan Operativo Anual (POA) de este año se prevén entregar 1.110 viviendas sociales, de las cuales el 80 por ciento son casas completamente nuevas y un 20 por ciento son viviendas mejoradas.
Cerca del 70 por ciento, según el director de la AEV regional Tarija, serán construidas en el área urbana ya que en gestiones pasadas se trabajó más en el área rural por lo que también “es hora de atender las necesidades existentes en las zonas urbanas”.
Créditos para un trabajador promedio son escasos
La Ley 393 de Servicios Financieros, la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) y la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) establecen que el crédito para la compra de la primera vivienda tiene un interés social del 5,5 por ciento y el 6,5 por ciento, la realidad de una persona de edad adulta que cuenta con un salario mínimo nacional actual, es decir 2.060 bolivianos (300 dólares), no tiene tantas oportunidades de lograr un crédito financiero.
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Los sectores que la AEV prioriza para estos seis programas, son madres solteras, personas adultas mayores, personas con discapacidades, padres solteros y los requisitos para aplicar a uno de ellos, son los mismos, ser boliviano, no contar con una vivienda propia o solo la que se vaya a mejorar, el terreno en caso de vivienda nueva, no tener casa en otros lugar del país y no haber sido beneficiado con algún programa de viviendas.
La AEV tiene como objetivo reducir el déficit habitacional, facilitando el derecho al acceso a una vivienda adecuada y asequible a los hogares bolivianos, ejecutando programas integrales concurrentes que construyen equidad social y calidad de vida.
Carga familiar
De acuerdo al director de la AEV en Tarija, Félix Gutiérrez, una “persona sola” no puede acceder a este tipo de viviendas y debe tener “carga familiar” o por lo menos dos personas las que integran a la familia.
“Nosotros recibimos las solicitudes ya sean de forma individual, juntas vecinales, organizaciones, etc., para entrar a realizar una evaluación social en la que se califica la vulnerabilidad en la que vive la familia, los que tienen prioridad son madres solteras, personas con discapacidad y personas de la tercera edad”, explicó.
Jóvenes no están incluidos
Según Gutiérrez actualmente ya está en miras un programa que esté dirigido específicamente a los jóvenes; sin embargo, la AEV está dirigida y pensada principalmente a las “cabezas de familia”.
La situación para que una persona promedio cuente con su casa propia y dejar de depender de un alquiler, vivir con un relativo familiar o incluso para los que ganan un sueldo mínimo nacional en base a una investigación realizada por nuestro medio de comunicación, se evidenció que la adquisición de un crédito para una vivienda es “prácticamente imposible”.
“Esto se va a lanzar en su momento cuando ya esté reglamentados, los requisitos, características, se está pensando en varias opciones incluso alquileres solidarios para estudiantes y por supuesto viviendas sociales para familias jóvenes”, aseveró.
Mercado inmobiliario en Tarija
Con la construcción de una base de datos de precios de terrenos comerciales, que fue denominada como Observatorio Inmobiliario, se busca dar el primer paso para frenar la suba constante de los lotes en Tarija, ya que a la fecha se constituye como la ciudad más cara de Bolivia.
Sobre el tema, Gutiérrez mencionó que Tarija tiene una “situación particular” en cuanto a los precios de los terrenos y viviendas, donde los mismos son elevados e incluso iguales a los que se pueden identificar en ciudades como La Paz y Santa Cruz.
“Ahí el trabajo que hace la AEV es primordial, uno puede conseguir una vivienda prácticamente gratis poniendo la contraparte, si uno puede conseguir los agregados y trabaja con sus propias manos la vivienda pues no eroga gastos para esto”, indicó.
Gutiérrez añadió que en el Plan Operativo Anual (POA) de este año se prevén entregar 1.110 viviendas sociales, de las cuales el 80 por ciento son casas completamente nuevas y un 20 por ciento son viviendas mejoradas.
Cerca del 70 por ciento, según el director de la AEV regional Tarija, serán construidas en el área urbana ya que en gestiones pasadas se trabajó más en el área rural por lo que también “es hora de atender las necesidades existentes en las zonas urbanas”.
Créditos para un trabajador promedio son escasos
La Ley 393 de Servicios Financieros, la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) y la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) establecen que el crédito para la compra de la primera vivienda tiene un interés social del 5,5 por ciento y el 6,5 por ciento, la realidad de una persona de edad adulta que cuenta con un salario mínimo nacional actual, es decir 2.060 bolivianos (300 dólares), no tiene tantas oportunidades de lograr un crédito financiero.
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