Conozca el caracol africano, su llegada a Bolivia y sepa qué hacer
En los dos últimos meses se alertó sobre la presencia del caracol africano en territorio boliviano, primero en Santa Cruz y luego en el Gran Chaco, principalmente en Villa Montes. En primera instancia los caracoles para muchos son inofensivos, sin embargo la alerta surge cuando se conoce más...
En los dos últimos meses se alertó sobre la presencia del caracol africano en territorio boliviano, primero en Santa Cruz y luego en el Gran Chaco, principalmente en Villa Montes. En primera instancia los caracoles para muchos son inofensivos, sin embargo la alerta surge cuando se conoce más de esta exótica especie.
Este tipo de caracol está incluido en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, debido a que está considerada como una de las más peligrosas plagas para la agricultura y como uno de los animales menos deseados, ya que puede transmitir varias enfermedades tanto a animales como a seres humanos en vista de los parásitos que alberga.
Esta especie se distingue por su gran tamaño, es originaria de la costa este de África, y puede medir entre 10 y 30 centímetros de largo. Los biólogos aseguran que el caracol africano reaparece con las lluvias, tiene hábitos nocturnos, aunque puede verse de día. Lo peligroso es que puede adaptar su dieta a cualquier medio por lo que se puede alimentar de desperdicios y excrementos de animales potencialmente contaminantes.
Un informe publicado por el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, asegura que el contacto de las personas con el caracol puede generar enfermedades intestinales, meningitis, inflamación de tejidos, diarrea, fiebre y hasta la muerte. Además ataca jardines, viveros de plantas ornamentales y frutales, cultivos de cítricos, cacao y especies forestales.
El País trabajó este reportaje para que usted tome las precauciones necesarias.
Las rarezas de la especie
Aunque es un hermafrodita, (tiene órganos reproductores masculinos y femeninos, y puede auto fecundarse), no suele hacerlo. Estos caracoles se aparean de la “forma tradicional”. Más aún, los especímenes jóvenes o inmaduros producen únicamente espermatozoides, mientras que los adultos pueden producir también óvulos.
Sin embargo, igual es considerado una de las especies más invasoras porque puede poner entre 100 a 1.200 huevos durante todo el año.
Otra característica sorprendente es que puede hibernar encerrado en su cáscara durante mucho tiempo hasta que las condiciones climáticas sean propicias. Sumado a esto para asegurar la supervivencia de sus huevos puede enterrarlos hasta una profundidad de 30 centímetros. Como último dato añadimos que su ciclo de vida es de entre 5 a 7 años.
Sebastián Mejía Flórez, médico veterinario y zootecnista, aseguró que el clima húmedo es una de las principales razones para que se presente la aparición del caracol, ya que al estar compuesto en su mayoría de agua, busca ambientes que cumplan esas características.
Su presencia en Bolivia
Tras que se confirmó la presencia del caracol africano en Santa Cruz, Dunia Gutiérrez, coordinadora del área de sanidad vegetal del Senasag Santa Cruz, pidió a la población tomar precauciones debido a que se trata de una gran amenaza a la salud humana.
Poco tiempo después se alertó de su presencia en Villa Montes. El Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) confirmó la presencia de la especie y horas después la directora de esa institución, Fátima Pacheco, calmó a la población y dijo que se están tomando las medidas necesarias.
Los trabajos que se efectúan para luchar contra esta plaga están concentrados en vigilancia, monitoreo, capacitación, difusión, y control.
[caption id="attachment_240171" align="alignnone" width="498"] Caracol africano encontrado en Villa Montes[/caption]
¿Cómo llegaron a Bolivia?
Ésta es la gran interrogante y aunque no hay una respuesta clara, hay sospechas concretas. Hace dos años se reportó la presencia de esta especie en Brasil, sin embargo los expertos aseguran que debido a su lentitud sería muy complicado que los caracoles africanos hayan llegado a Bolivia por sí mismos.
La coordinadora del área de Sanidad Vegetal del Senasag Santa Cruz, Dunia Gutiérrez coincide con la directora regional del Senasag en Tarija Fátima Pacheco, quien explica que seguramente fue introducido por la mano del hombre.
En el caso de Villa Montes Pacheco dijo que pudo hacer sido traído por algún circo o parque itinerante, porque se lo detectó en la zona adyacente al coliseo de Villa Montes.
Precauciones a tomar
Aunque tras un análisis de los especímenes encontrados en Bolivia se determinó que éstos aún no poseen nematodos peligrosos, se pidió mucha precaución a la población y expertos de todo el mundo dan recomendaciones puntuales que recogemos a continuación:
No tocar los caracoles y evitar el contacto, especialmente en ojos, nariz y boca, y si por alguna circunstancia se toca, lavar inmediatamente el área que hizo contacto con el animal.
No consumir, ni manipular productos de caracoles que no están autorizados por las autoridades competentes.
No utilizarlo como carnada, mascota o adorno.
Eliminar de los jardines restos de madera, tejas y ladrillos o elementos que puedan ser utilizados como refugio por el caracol.
En caso de ser necesario, tomar los caracoles con guantes tapabocas y colocarlos en una bolsa, meterlos en agua con sal y enterrarlos, los guantes utilizados deben ser desechados.
Los nematodos son gusanos unisexuales, de cuerpo cilíndrico y delgado, sin segmentar, y cubiertos por una cutícula; existen formas libres y parásitas.
Apuntes sobre el espécimen
Peligrosidad
La especie está considerada como una de las más peligrosas plagas para la agricultura y como uno de los animales menos deseados, ya que puede transmitir varias enfermedades tanto a animales como a seres humanos en vista de los parásitos que alberga.
Acciones
Durante mucho tiempo, los seres humanos han implementado diversas estrategias para el manejo y control de las poblaciones de Achatina fulica. Incluso en algunos países es ilegal poseer estos caracoles. Por otra parte, algunas veces son capturados para el consumo humano, si bien esta práctica resulta peligrosa para la salud.
Singularidad
Achatina fulica es mayormente activo durante la noche y durante el día permanece en estado latente, muchas veces enterrado bajo el suelo para mantenerse a salvo de los depredadores. No es una especie social. Por el contrario, pasa sola toda su vida; ni siquiera después de poner huevos establece vínculo alguno con sus descendientes.
Este tipo de caracol está incluido en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, debido a que está considerada como una de las más peligrosas plagas para la agricultura y como uno de los animales menos deseados, ya que puede transmitir varias enfermedades tanto a animales como a seres humanos en vista de los parásitos que alberga.
Esta especie se distingue por su gran tamaño, es originaria de la costa este de África, y puede medir entre 10 y 30 centímetros de largo. Los biólogos aseguran que el caracol africano reaparece con las lluvias, tiene hábitos nocturnos, aunque puede verse de día. Lo peligroso es que puede adaptar su dieta a cualquier medio por lo que se puede alimentar de desperdicios y excrementos de animales potencialmente contaminantes.
Un informe publicado por el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, asegura que el contacto de las personas con el caracol puede generar enfermedades intestinales, meningitis, inflamación de tejidos, diarrea, fiebre y hasta la muerte. Además ataca jardines, viveros de plantas ornamentales y frutales, cultivos de cítricos, cacao y especies forestales.
El País trabajó este reportaje para que usted tome las precauciones necesarias.
Las rarezas de la especie
Aunque es un hermafrodita, (tiene órganos reproductores masculinos y femeninos, y puede auto fecundarse), no suele hacerlo. Estos caracoles se aparean de la “forma tradicional”. Más aún, los especímenes jóvenes o inmaduros producen únicamente espermatozoides, mientras que los adultos pueden producir también óvulos.
Sin embargo, igual es considerado una de las especies más invasoras porque puede poner entre 100 a 1.200 huevos durante todo el año.
Otra característica sorprendente es que puede hibernar encerrado en su cáscara durante mucho tiempo hasta que las condiciones climáticas sean propicias. Sumado a esto para asegurar la supervivencia de sus huevos puede enterrarlos hasta una profundidad de 30 centímetros. Como último dato añadimos que su ciclo de vida es de entre 5 a 7 años.
Sebastián Mejía Flórez, médico veterinario y zootecnista, aseguró que el clima húmedo es una de las principales razones para que se presente la aparición del caracol, ya que al estar compuesto en su mayoría de agua, busca ambientes que cumplan esas características.
Su presencia en Bolivia
Tras que se confirmó la presencia del caracol africano en Santa Cruz, Dunia Gutiérrez, coordinadora del área de sanidad vegetal del Senasag Santa Cruz, pidió a la población tomar precauciones debido a que se trata de una gran amenaza a la salud humana.
Poco tiempo después se alertó de su presencia en Villa Montes. El Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) confirmó la presencia de la especie y horas después la directora de esa institución, Fátima Pacheco, calmó a la población y dijo que se están tomando las medidas necesarias.
Los trabajos que se efectúan para luchar contra esta plaga están concentrados en vigilancia, monitoreo, capacitación, difusión, y control.
[caption id="attachment_240171" align="alignnone" width="498"] Caracol africano encontrado en Villa Montes[/caption]
¿Cómo llegaron a Bolivia?
Ésta es la gran interrogante y aunque no hay una respuesta clara, hay sospechas concretas. Hace dos años se reportó la presencia de esta especie en Brasil, sin embargo los expertos aseguran que debido a su lentitud sería muy complicado que los caracoles africanos hayan llegado a Bolivia por sí mismos.
La coordinadora del área de Sanidad Vegetal del Senasag Santa Cruz, Dunia Gutiérrez coincide con la directora regional del Senasag en Tarija Fátima Pacheco, quien explica que seguramente fue introducido por la mano del hombre.
En el caso de Villa Montes Pacheco dijo que pudo hacer sido traído por algún circo o parque itinerante, porque se lo detectó en la zona adyacente al coliseo de Villa Montes.
Precauciones a tomar
Aunque tras un análisis de los especímenes encontrados en Bolivia se determinó que éstos aún no poseen nematodos peligrosos, se pidió mucha precaución a la población y expertos de todo el mundo dan recomendaciones puntuales que recogemos a continuación:
No tocar los caracoles y evitar el contacto, especialmente en ojos, nariz y boca, y si por alguna circunstancia se toca, lavar inmediatamente el área que hizo contacto con el animal.
No consumir, ni manipular productos de caracoles que no están autorizados por las autoridades competentes.
No utilizarlo como carnada, mascota o adorno.
Eliminar de los jardines restos de madera, tejas y ladrillos o elementos que puedan ser utilizados como refugio por el caracol.
En caso de ser necesario, tomar los caracoles con guantes tapabocas y colocarlos en una bolsa, meterlos en agua con sal y enterrarlos, los guantes utilizados deben ser desechados.
Los nematodos son gusanos unisexuales, de cuerpo cilíndrico y delgado, sin segmentar, y cubiertos por una cutícula; existen formas libres y parásitas.
Apuntes sobre el espécimen
Peligrosidad
La especie está considerada como una de las más peligrosas plagas para la agricultura y como uno de los animales menos deseados, ya que puede transmitir varias enfermedades tanto a animales como a seres humanos en vista de los parásitos que alberga.
Acciones
Durante mucho tiempo, los seres humanos han implementado diversas estrategias para el manejo y control de las poblaciones de Achatina fulica. Incluso en algunos países es ilegal poseer estos caracoles. Por otra parte, algunas veces son capturados para el consumo humano, si bien esta práctica resulta peligrosa para la salud.
Singularidad
Achatina fulica es mayormente activo durante la noche y durante el día permanece en estado latente, muchas veces enterrado bajo el suelo para mantenerse a salvo de los depredadores. No es una especie social. Por el contrario, pasa sola toda su vida; ni siquiera después de poner huevos establece vínculo alguno con sus descendientes.