Quioscos saludables: los niños prefieren golosinas a frutas
A pesar de las buenas intenciones del Gobierno Municipal, a través de la Intendencia, para impulsar que los quioscos ubicados dentro de las unidades educativas se oferten alimentos saludables, el proceso es complicado y difícil porque los estudiantes prefieren las golosinas, dulces y chocolates...



A pesar de las buenas intenciones del Gobierno Municipal, a través de la Intendencia, para impulsar que los quioscos ubicados dentro de las unidades educativas se oferten alimentos saludables, el proceso es complicado y difícil porque los estudiantes prefieren las golosinas, dulces y chocolates a las frutas y jugos naturales.
La intendenta municipal de Cercado, Rosa Mendoza, informó que desde los meses de octubre y noviembre de 2018 se brindaron cursos de capacitación a las propietarias de puestos de venta de alimentos dentro y fuera de los colegios para implementar la política de una alimentación sana para los niños.
Sin embargo, las propias vendedoras señalaron que los menores de edad no buscan los alimentos que elaboran en base a productos naturales, y es peor cuando se trata de niños que se encuentran en el nivel inicial porque son los propios padres los que les compran las golosinas para evitar berrinches.
Ejemplos
La directora del jardín de niños Elba de Dunn, Leslie Angulo, contó que personal municipal se reunió con la portera, que es la que expende los alimentos, y esta se puso a elaborar, por ejemplo, brochetas de frutas, en rodajitas, pero los niños no los aceptaban y los propios padres preferían comprar dulces y otras chucherías de las vendedoras que se encuentra en la puerta del establecimiento.
“El niño se porta caprichoso y hace pasar bochorno al padre o la madre, entonces, por no verse en esa situación prefiere comprar la golosina que el chico quiere de afuera. Mucho depende de los padres. Son ellos mismos los que buscan las golosinas y lo compran de otro lado. Es a ellos a los que hay que concientizar, pero es difícil de trabajar con ellos”, relató.
Por su parte la portera del Colegio Nacional San Luis, Isabel Tapia, apunto que “de ‘prepo’ no se va a poder”, porque incluso el desayuno escolar no lo comen, lo tiran, no les gusta el emparedado con carne de lenteja, la milanesa de soja, se hizo la prueba con ensalada de frutas y gelatinas, tampoco lo compran, ellos más buscan salteñas, milanesas y sándwich de huevo.
Además, alrededor del colegio existen vendedoras que ofertan tucumanas, papa rellena, que son frituras y se dan modos para que ingresen al colegio, incluso “hasta aparecen con bolsitas de saice”. Ellos prefieren las golosinas, dulces, chicles, galletas Oreo y Cremositas.
A su turno, la vendedora del Colegio Santa Ana, Isidora Pérez, contó que optaron vender todo producto que tenga registro sanitario y todo aquello que sea saludable como yogurt, Karpil, ensaladas de frutas, jugos, sándwiches de pan de miga con queso y mortadela, pero prefieren más los helados, los chupetes ,caramelos, chocolates y chicles.
Entretanto, el administrador de los quioscos del Colegio San Bernardo, Carlos Oller, contó que se tienen dos lugares de venta, uno de comida saludable y otro de golosinas. Cuidan de que los alimentos naturales sean elaborados con absoluta limpieza, las señoritas que atienden están uniformadas y utilizan guantes y brindan jugos y galletas con chía, avena o quinua.
Sin embargo, mantienen el puesto con caramelos, dulces y galletas para quienes lo deseen, porque asegura que se debe pasar por una transición.“cuesta el cambio”, agregó.
Detalló que los niños de primaria son los que más se aproximan al puesto de golosinas, dulces y galletas, mientras que los jovencitos de secundaria tienen la mentalidad cambiada, cuidan más su cuerpo y optan por los jugos y frutas.
Urge el concurso de los padres de familia
La intendenta Rosa Mendoza recomendó que se debe tomar conciencia sobre las virtudes de las frutas y las verduras “que en muchos domicilios probablemente no están acostumbrados a comer”, agregó que implementar los quioscos saludables es una tarea que se debe implementar junto a la familia por lo que se espera la colaboración de las organizaciones de padres de familia de los establecimientos escolares.
EL DATO
En todas las unidades educativas la Intendencia logró que no se vendan productos de procedencia china
La intendenta municipal de Cercado, Rosa Mendoza, informó que desde los meses de octubre y noviembre de 2018 se brindaron cursos de capacitación a las propietarias de puestos de venta de alimentos dentro y fuera de los colegios para implementar la política de una alimentación sana para los niños.
Sin embargo, las propias vendedoras señalaron que los menores de edad no buscan los alimentos que elaboran en base a productos naturales, y es peor cuando se trata de niños que se encuentran en el nivel inicial porque son los propios padres los que les compran las golosinas para evitar berrinches.
Ejemplos
La directora del jardín de niños Elba de Dunn, Leslie Angulo, contó que personal municipal se reunió con la portera, que es la que expende los alimentos, y esta se puso a elaborar, por ejemplo, brochetas de frutas, en rodajitas, pero los niños no los aceptaban y los propios padres preferían comprar dulces y otras chucherías de las vendedoras que se encuentra en la puerta del establecimiento.
“El niño se porta caprichoso y hace pasar bochorno al padre o la madre, entonces, por no verse en esa situación prefiere comprar la golosina que el chico quiere de afuera. Mucho depende de los padres. Son ellos mismos los que buscan las golosinas y lo compran de otro lado. Es a ellos a los que hay que concientizar, pero es difícil de trabajar con ellos”, relató.
Por su parte la portera del Colegio Nacional San Luis, Isabel Tapia, apunto que “de ‘prepo’ no se va a poder”, porque incluso el desayuno escolar no lo comen, lo tiran, no les gusta el emparedado con carne de lenteja, la milanesa de soja, se hizo la prueba con ensalada de frutas y gelatinas, tampoco lo compran, ellos más buscan salteñas, milanesas y sándwich de huevo.
Además, alrededor del colegio existen vendedoras que ofertan tucumanas, papa rellena, que son frituras y se dan modos para que ingresen al colegio, incluso “hasta aparecen con bolsitas de saice”. Ellos prefieren las golosinas, dulces, chicles, galletas Oreo y Cremositas.
A su turno, la vendedora del Colegio Santa Ana, Isidora Pérez, contó que optaron vender todo producto que tenga registro sanitario y todo aquello que sea saludable como yogurt, Karpil, ensaladas de frutas, jugos, sándwiches de pan de miga con queso y mortadela, pero prefieren más los helados, los chupetes ,caramelos, chocolates y chicles.
Entretanto, el administrador de los quioscos del Colegio San Bernardo, Carlos Oller, contó que se tienen dos lugares de venta, uno de comida saludable y otro de golosinas. Cuidan de que los alimentos naturales sean elaborados con absoluta limpieza, las señoritas que atienden están uniformadas y utilizan guantes y brindan jugos y galletas con chía, avena o quinua.
Sin embargo, mantienen el puesto con caramelos, dulces y galletas para quienes lo deseen, porque asegura que se debe pasar por una transición.“cuesta el cambio”, agregó.
Detalló que los niños de primaria son los que más se aproximan al puesto de golosinas, dulces y galletas, mientras que los jovencitos de secundaria tienen la mentalidad cambiada, cuidan más su cuerpo y optan por los jugos y frutas.
Urge el concurso de los padres de familia
La intendenta Rosa Mendoza recomendó que se debe tomar conciencia sobre las virtudes de las frutas y las verduras “que en muchos domicilios probablemente no están acostumbrados a comer”, agregó que implementar los quioscos saludables es una tarea que se debe implementar junto a la familia por lo que se espera la colaboración de las organizaciones de padres de familia de los establecimientos escolares.
EL DATO
En todas las unidades educativas la Intendencia logró que no se vendan productos de procedencia china