“Retorno” de la petroquímica recupera planes en el Chaco
Más allá del tinte electoral con el que el presidente Evo Morales recuperó la propuesta de construir la planta petroquímica en el Chaco en su visita a Yacuiba, tanto autoridades como agentes sociales la consideran una buena noticia, pero piden concretar plazos para poder enfocar el desarrollo...



Más allá del tinte electoral con el que el presidente Evo Morales recuperó la propuesta de construir la planta petroquímica en el Chaco en su visita a Yacuiba, tanto autoridades como agentes sociales la consideran una buena noticia, pero piden concretar plazos para poder enfocar el desarrollo de la Región Autónoma del Chaco en ese sentido.
“Cinco años (que somos) primeros en crecimiento económico de Sudamérica. Los tres últimos años se ha diversificado el aparato productivo para que Bolivia siga creciendo, y ahora se tiene mucha esperanza y mucho futuro (…), por el precio del petróleo, no hemos ejecutado la petroquímica en Yacuiba, sólo hemos suspendido, y vamos a retomar la (Planta) Petroquímica en Yacuiba” manifestó el Primer Mandatario durante la inauguración del mercado en Barrio Nuevo.
Solo para la construcción se estiman entre 2.000 y 2.500 puestos de trabajo, sin embargo el mayor desafío es a posteriori. La planta petroquímica de propileno y polipropileno generará unas resinas (pets) que se convierten en la materia prima para la producción de materiales de plástico duro. La instalación de una cantidad de industrias que transformen los pets en materia prima es uno de los sueños de Yacuiba y su transformación, sin embargo hasta el momento no ha avanzado ni el parque industrial proyectado ni otras acciones sugeridas en materia de formación superior orientada a ese rubro.
Un proyecto demorado
El proyecto de la petroquímica de Yacuiba estaba ya recogido en la agenda post-nacionalización de 2006. En aquellos planes trazados por Andrés Soliz Rada y continuados por Carlos Villegas, preveían tener en funcionamiento la planta en 2018, sin embargo ya en la gestión de Villegas al frente de YPFB se empezaron a registrar demoras derivadas de los problemas en las plantas Separadoras.
En 2016 Yacimientos lanzó la licitación pública para el proyecto de la petroquímica, para el que se estimaban unos 2.200 millones de dólares. En marzo de 2017 YPFB tenía una propuesta de adjudicación luego de que al concurso se presentaran las principales empresas internacionales del rubro en el mundo.
El informe preveía adjudicar a la asociación accidental conformada por Técnicas Reunidas, que construyó la Separadora, y Tecnimont, que hizo todos los estudios previos incluida la definición de mercados y la tecnología a emplear. El escándalo era inminente, pero se adelantó el de los taladros con una adjudicación inflada a otra empresa italiana. El entonces presidente de YPFB Guillermo Achá y otros doce altos cargos fueron procesados. Achá aún guarda detención. Unas semanas después, el ministro Luis Alberto Sánchez, que aprovechó la crisis para poner bajo su control directo la estatal petrolera, anunció la anulación de la convocatoria.
Al llegar 2018 empezaron los nervios en el Chaco, pues no solo no se había repuesto la convocatoria sino que había desaparecido del plan de inversiones. Sánchez explicó entonces a detalle la desconfianza sobre Tecnimont y todo el procedimiento, y señaló que se contratarían estudios complementarios para definir dimensión y tecnologías, al tratarse del proyecto más caro del país. Una prudencia aceptable, aunque luego indicó que esos ajustes se contratarían en agosto de ese año y hasta el momento, salvo las palabras de Morales, se desconoce la situación del proyecto.
Mejora del precio
El precio de los hidrocarburos ha subido en los primeros días de este 2019. Ayer cerró la jornada en los 52,96 dólares por barril WTI, el de referencia en América, y se aleja de los 45 que estuvo marcando a finales del año tras caer desde los 70 que estuvo marcando en octubre. El precio actual está por encima de lo presupuestado por el Ministerio en el Presupuesto General del Estado.
Garantizar el gas para la planta, clave en la decisión
La ratificación del ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez en su cartera le permitirá completar la legislatura, puesto que fue posesionado en 2015 al frente de una de las carteras más calientes del gabinete. En este tiempo, Sánchez ha logrado subordinar a las diferentes agencias y empresas estatales del rubro bajo su mando e incluso se aprobó una Ley que lo coloca como Presidente del Directorio de YPFB, asegurándose la supervisión total de la empresa.
Los dos principales problemas que ya tenía en 2015 era la falta de proyectos exitosos de exploración y las demoras en la industrialización. El no haber resuelto ni uno ni otro ha derivado en un tercero: el cierre progresivo de mercados que ya han anunciado tanto Brasil como Argentina, que sí han desarrollado sus proyectos propios y pronto serán autosuficientes energéticamente. Sánchez apuesta por Paraguay, Perú y Uruguay y recientemente el Presidente Evo Morales ha traído a colación la intención de acceder al mercado mundial del GNL, que se distribuye por vía marítima, a través de un acceso por Ilo.
La industrialización proyectada venía a coincidir con el fin de los contratos con Argentina y Brasil, lo que permitiría sustituir ingresos de exportación pura por la exportación de material industrializado, pero no se ha concretado.
En 2018 se han certificado 10,7 TCF de gas en el país, una cantidad que no permite, por ejemplo, garantizar las exportaciones actuales más allá de 12 años y que pone en riesgo, por ejemplo, la amortización de la planta petroquímica. Diferentes expertos han propuesta fijar por Ley una reserva estratégica de gas que garantice los proyectos de industrialización y no pueda ser comercializada en el exterior, pero de momento no ha avanzado.-
“Cinco años (que somos) primeros en crecimiento económico de Sudamérica. Los tres últimos años se ha diversificado el aparato productivo para que Bolivia siga creciendo, y ahora se tiene mucha esperanza y mucho futuro (…), por el precio del petróleo, no hemos ejecutado la petroquímica en Yacuiba, sólo hemos suspendido, y vamos a retomar la (Planta) Petroquímica en Yacuiba” manifestó el Primer Mandatario durante la inauguración del mercado en Barrio Nuevo.
Solo para la construcción se estiman entre 2.000 y 2.500 puestos de trabajo, sin embargo el mayor desafío es a posteriori. La planta petroquímica de propileno y polipropileno generará unas resinas (pets) que se convierten en la materia prima para la producción de materiales de plástico duro. La instalación de una cantidad de industrias que transformen los pets en materia prima es uno de los sueños de Yacuiba y su transformación, sin embargo hasta el momento no ha avanzado ni el parque industrial proyectado ni otras acciones sugeridas en materia de formación superior orientada a ese rubro.
Un proyecto demorado
El proyecto de la petroquímica de Yacuiba estaba ya recogido en la agenda post-nacionalización de 2006. En aquellos planes trazados por Andrés Soliz Rada y continuados por Carlos Villegas, preveían tener en funcionamiento la planta en 2018, sin embargo ya en la gestión de Villegas al frente de YPFB se empezaron a registrar demoras derivadas de los problemas en las plantas Separadoras.
En 2016 Yacimientos lanzó la licitación pública para el proyecto de la petroquímica, para el que se estimaban unos 2.200 millones de dólares. En marzo de 2017 YPFB tenía una propuesta de adjudicación luego de que al concurso se presentaran las principales empresas internacionales del rubro en el mundo.
El informe preveía adjudicar a la asociación accidental conformada por Técnicas Reunidas, que construyó la Separadora, y Tecnimont, que hizo todos los estudios previos incluida la definición de mercados y la tecnología a emplear. El escándalo era inminente, pero se adelantó el de los taladros con una adjudicación inflada a otra empresa italiana. El entonces presidente de YPFB Guillermo Achá y otros doce altos cargos fueron procesados. Achá aún guarda detención. Unas semanas después, el ministro Luis Alberto Sánchez, que aprovechó la crisis para poner bajo su control directo la estatal petrolera, anunció la anulación de la convocatoria.
Al llegar 2018 empezaron los nervios en el Chaco, pues no solo no se había repuesto la convocatoria sino que había desaparecido del plan de inversiones. Sánchez explicó entonces a detalle la desconfianza sobre Tecnimont y todo el procedimiento, y señaló que se contratarían estudios complementarios para definir dimensión y tecnologías, al tratarse del proyecto más caro del país. Una prudencia aceptable, aunque luego indicó que esos ajustes se contratarían en agosto de ese año y hasta el momento, salvo las palabras de Morales, se desconoce la situación del proyecto.
Mejora del precio
El precio de los hidrocarburos ha subido en los primeros días de este 2019. Ayer cerró la jornada en los 52,96 dólares por barril WTI, el de referencia en América, y se aleja de los 45 que estuvo marcando a finales del año tras caer desde los 70 que estuvo marcando en octubre. El precio actual está por encima de lo presupuestado por el Ministerio en el Presupuesto General del Estado.
Garantizar el gas para la planta, clave en la decisión
La ratificación del ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez en su cartera le permitirá completar la legislatura, puesto que fue posesionado en 2015 al frente de una de las carteras más calientes del gabinete. En este tiempo, Sánchez ha logrado subordinar a las diferentes agencias y empresas estatales del rubro bajo su mando e incluso se aprobó una Ley que lo coloca como Presidente del Directorio de YPFB, asegurándose la supervisión total de la empresa.
Los dos principales problemas que ya tenía en 2015 era la falta de proyectos exitosos de exploración y las demoras en la industrialización. El no haber resuelto ni uno ni otro ha derivado en un tercero: el cierre progresivo de mercados que ya han anunciado tanto Brasil como Argentina, que sí han desarrollado sus proyectos propios y pronto serán autosuficientes energéticamente. Sánchez apuesta por Paraguay, Perú y Uruguay y recientemente el Presidente Evo Morales ha traído a colación la intención de acceder al mercado mundial del GNL, que se distribuye por vía marítima, a través de un acceso por Ilo.
La industrialización proyectada venía a coincidir con el fin de los contratos con Argentina y Brasil, lo que permitiría sustituir ingresos de exportación pura por la exportación de material industrializado, pero no se ha concretado.
En 2018 se han certificado 10,7 TCF de gas en el país, una cantidad que no permite, por ejemplo, garantizar las exportaciones actuales más allá de 12 años y que pone en riesgo, por ejemplo, la amortización de la planta petroquímica. Diferentes expertos han propuesta fijar por Ley una reserva estratégica de gas que garantice los proyectos de industrialización y no pueda ser comercializada en el exterior, pero de momento no ha avanzado.-