Cambios en el gabinete de Evo ajusta fuerzas en el MAS Tarija
Alivio para unos y decepción para otros. La remodelación de gabinete de Evo Morales ha dejado vencedores y vencidos y la onda expansiva que ha generado ha dejado efectos en las filas del MAS Tarija. Han sido siete las cabezas que han caído o rotado luego de un profundo pulso de poder en las...
Alivio para unos y decepción para otros. La remodelación de gabinete de Evo Morales ha dejado vencedores y vencidos y la onda expansiva que ha generado ha dejado efectos en las filas del MAS Tarija. Han sido siete las cabezas que han caído o rotado luego de un profundo pulso de poder en las fila del oficialismo, como han reconocido en privado algunos de los miembros más ilustres.
En lo que respecta a Tarija, el único tarijeño representante en el gabinete seguirá siendo el Ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez, que completará – si todo va bien – los cinco años de la legislatura. Sánchez ha estado en el ojo de la polémica desde que asumió el cargo tanto por los resultados en exploración como sobre todo por las polémicas decisiones de autorizar la exploración en áreas protegidas o incursionar en la exploración no convencional (fracking) derrumbando la construcción pachamamista del propio Presidente Morales. En cualquier caso, Sánchez maneja los datos y no se arruga a la hora de defender sus decisiones, aún con las carencias que le evidencian los resultados, algo que es del agrado del Presidente.
Sánchez no bascula en la política interna tarijeña, aunque fue uno de los responsables de la elección de Pablo Canedo como candidato en 2015 junto a Milcíades Peñaloza y también ha sido cercano al grupo de “basquetbolistas”, que ha generado controversias en el MAS y en el MNR. En cualquier caso, eso no evita que desde el MAS Tarija se le pida de todo al Ministro aunque finalmente nadie salga a defender su gestión públicamente. El malhumor que se gastó Sánchez en la última proclamación de Morales en Tarija está íntimamente ligado con eso.
Los otros impactos
Ratificado en el gabinete de Ministros ha sido Héctor Arce, que continuará al frente del Ministerio de Justicia. Arce es el ministro coordinador con Tarija y desde que asumió el cargo se ha mostrado implacable, construyendo la unidad desde la alianza munícipes – campesinos, que ha causado no pocas tensiones con el sector intercultural – marxista. La designación de un Fiscal Departamental que no tiene nada que ver con Tarija, gozando así de manos libres para actuar como efectivamente ha hecho, tiene que ver con su gestión, aunque lo niegue, Aimoré Álvarez ha sido estrecho colaborador de Arce en la Procuraduría.
No se prevé un baile de ministros coordinadores luego de la posesión, por lo que en principio la estrategia de Arce en Tarija habría sido ratificada, pues además quienes quedan peor parados son el bloque más ideológico del MAS, que vuelve a perder su Ministerio. Alfredo Rada devuelve la cartera de Presidencia a Juan Ramón Quintana. Con Rada había sido rehabilitado Nelson Aguilar como vocero oficial, un dirigente formado en el marxismo y con lectura dura de la realidad, y que ha sabido jugar su rol orientador en estos meses. Lo normal sería que mantuviera cierta presencia, pero nada en el MAS Tarija está asegurado.
Por lo que le toca al Chaco, que todavía no funciona como lobby propio a nivel nacional sino que se basa en las relaciones particulares del Presidente con alguno de los fichajes, como Carlos Brú, que asumió como Viceministro de Defensa Civil el año pasado. En las siguientes horas se confirmarán los viceministerios.
Por otro lado, la inclusión de Nélida Sifuentes en el gabinete de Evo Morales viene a superar la herida abierta entre las Bartolinas Sisa y el propio Movimiento Al Socialismo luego del encarcelamiento de Julia Ramos, la histórica dirigente tarijeña que fue pilar clave en la primera época del MAS a nivel nacional. Nadie ha demostrado la culpabilidad de Ramos en el caso del Fondo Indígena, pero tampoco se le concede la rehabilitación, simplemente se supera.
Nuevos viejos amigos
Los siete cambios incorporados en el gabinete incluye el retorno de viejos conocidos como Luis Arce Catacora, el ministro de Economía con el que fracasó el plan de rescate para Tarija luego de la gestión de Lino Condori y su sustancial agujero contable, que solo reconoció en septiembre de 2016, poco antes de apartarse por motivos de salud y el propio Juan Ramón Quintana, que pasó a formar parte de la historia tarijeña luego de presidir la controvertida cumbre por Margarita en enero de 2012 en el que toda la institucionalidad presente claudicó, dando pasó así al reparto de regalías con Chuquisaca. Años después el mismo Quintana frenó la intervención de Servicios Eléctricos de Tarija (Setar), ya decidida por el Ministerio de Hidrocarburos y Energía de la época.
Oposición prevé aumento de conflictos
El senador Fernando Campero, el asambleísta Mauricio Lea Plaza y el secretario de Coordinación Waldemar Peralta auguraron un incremento de la conflictividad política en el país con los cambios introducidos en el gabinete de Evo Morales, algo que además calificaron como “pasanaku”, ya que se han dado enroques con quienes fueron electos como diputados y retornos de miembros que salieron en momentos críticos, como Luis Arce Catacora y Juan Ramón Quintana. Con ambos se han vivido momentos de tensión en el departamento por la visión centralista y la intervención en las cuentas de la autonomía. La elección de Gabriela Montaño, de alto perfil político, también es observado para quienes deben coordinar la implementación del SUS con el Susat.
En lo que respecta a Tarija, el único tarijeño representante en el gabinete seguirá siendo el Ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez, que completará – si todo va bien – los cinco años de la legislatura. Sánchez ha estado en el ojo de la polémica desde que asumió el cargo tanto por los resultados en exploración como sobre todo por las polémicas decisiones de autorizar la exploración en áreas protegidas o incursionar en la exploración no convencional (fracking) derrumbando la construcción pachamamista del propio Presidente Morales. En cualquier caso, Sánchez maneja los datos y no se arruga a la hora de defender sus decisiones, aún con las carencias que le evidencian los resultados, algo que es del agrado del Presidente.
Sánchez no bascula en la política interna tarijeña, aunque fue uno de los responsables de la elección de Pablo Canedo como candidato en 2015 junto a Milcíades Peñaloza y también ha sido cercano al grupo de “basquetbolistas”, que ha generado controversias en el MAS y en el MNR. En cualquier caso, eso no evita que desde el MAS Tarija se le pida de todo al Ministro aunque finalmente nadie salga a defender su gestión públicamente. El malhumor que se gastó Sánchez en la última proclamación de Morales en Tarija está íntimamente ligado con eso.
Los otros impactos
Ratificado en el gabinete de Ministros ha sido Héctor Arce, que continuará al frente del Ministerio de Justicia. Arce es el ministro coordinador con Tarija y desde que asumió el cargo se ha mostrado implacable, construyendo la unidad desde la alianza munícipes – campesinos, que ha causado no pocas tensiones con el sector intercultural – marxista. La designación de un Fiscal Departamental que no tiene nada que ver con Tarija, gozando así de manos libres para actuar como efectivamente ha hecho, tiene que ver con su gestión, aunque lo niegue, Aimoré Álvarez ha sido estrecho colaborador de Arce en la Procuraduría.
No se prevé un baile de ministros coordinadores luego de la posesión, por lo que en principio la estrategia de Arce en Tarija habría sido ratificada, pues además quienes quedan peor parados son el bloque más ideológico del MAS, que vuelve a perder su Ministerio. Alfredo Rada devuelve la cartera de Presidencia a Juan Ramón Quintana. Con Rada había sido rehabilitado Nelson Aguilar como vocero oficial, un dirigente formado en el marxismo y con lectura dura de la realidad, y que ha sabido jugar su rol orientador en estos meses. Lo normal sería que mantuviera cierta presencia, pero nada en el MAS Tarija está asegurado.
Por lo que le toca al Chaco, que todavía no funciona como lobby propio a nivel nacional sino que se basa en las relaciones particulares del Presidente con alguno de los fichajes, como Carlos Brú, que asumió como Viceministro de Defensa Civil el año pasado. En las siguientes horas se confirmarán los viceministerios.
Por otro lado, la inclusión de Nélida Sifuentes en el gabinete de Evo Morales viene a superar la herida abierta entre las Bartolinas Sisa y el propio Movimiento Al Socialismo luego del encarcelamiento de Julia Ramos, la histórica dirigente tarijeña que fue pilar clave en la primera época del MAS a nivel nacional. Nadie ha demostrado la culpabilidad de Ramos en el caso del Fondo Indígena, pero tampoco se le concede la rehabilitación, simplemente se supera.
Nuevos viejos amigos
Los siete cambios incorporados en el gabinete incluye el retorno de viejos conocidos como Luis Arce Catacora, el ministro de Economía con el que fracasó el plan de rescate para Tarija luego de la gestión de Lino Condori y su sustancial agujero contable, que solo reconoció en septiembre de 2016, poco antes de apartarse por motivos de salud y el propio Juan Ramón Quintana, que pasó a formar parte de la historia tarijeña luego de presidir la controvertida cumbre por Margarita en enero de 2012 en el que toda la institucionalidad presente claudicó, dando pasó así al reparto de regalías con Chuquisaca. Años después el mismo Quintana frenó la intervención de Servicios Eléctricos de Tarija (Setar), ya decidida por el Ministerio de Hidrocarburos y Energía de la época.
Oposición prevé aumento de conflictos
El senador Fernando Campero, el asambleísta Mauricio Lea Plaza y el secretario de Coordinación Waldemar Peralta auguraron un incremento de la conflictividad política en el país con los cambios introducidos en el gabinete de Evo Morales, algo que además calificaron como “pasanaku”, ya que se han dado enroques con quienes fueron electos como diputados y retornos de miembros que salieron en momentos críticos, como Luis Arce Catacora y Juan Ramón Quintana. Con ambos se han vivido momentos de tensión en el departamento por la visión centralista y la intervención en las cuentas de la autonomía. La elección de Gabriela Montaño, de alto perfil político, también es observado para quienes deben coordinar la implementación del SUS con el Susat.