Repsol descarta abandonar Boyuy y pasa los 7.600 metros
Ante trascendidos sobre un supuesto abandono en la búsqueda de hidrocarburos en el pozo Boyuy X2, ubicado dentro del Bloque Caipipendi en Tarija, se obtuvo un pronunciamiento oficial de la empresa Repsol que se encarga del proyecto. La petrolera informó sobre el estado de la perforación que...
Ante trascendidos sobre un supuesto abandono en la búsqueda de hidrocarburos en el pozo Boyuy X2, ubicado dentro del Bloque Caipipendi en Tarija, se obtuvo un pronunciamiento oficial de la empresa Repsol que se encarga del proyecto. La petrolera informó sobre el estado de la perforación que avanza en medio de mucha expectativa por su potencial, pero también en medio de incertidumbre ya que las posibilidades técnicas dan un margen de 8.000 metros de profundidad para lograr resultados.
El inicio de la perforación se dio en base a las interpretaciones geológicas que generaron expectativas ante un potencial de 3 trillones de pies cúbicos (TCF) de reservas de gas que se encontrarían en este pozo que actualmente se convierte en el más profundo de Bolivia, ocupando a nivel Latinoamérica un segundo lugar por su profundidad que ha superado según información oficial los 7.600 metros.
Luego de seguir el conducto regular para obtener una respuesta, la empresa que ejecuta el proyecto ha informado que esto ha supuesto un gran reto técnico, en el cual se usa tecnología de punta y todos los recursos de última generación para avanzar en una actividad que, desde el punto de vista geológico, ha sido uno de los desafíos más importantes que se ha encarado y demuestra el compromiso que tienen con Bolivia.
Ante consultas interpuestas en un cuestionario sobre los trascendidos y qué es lo que depara el proyecto, la empresa respondió: “Repsol Bolivia continúa trabajando en la perforación del pozo Boyuy X2 por lo cual, por el momento, no se puede establecer cuál será el resultado final de esta actividad. La perforación ha alcanzado los 7.600 metros de profundidad, lo que evidentemente convierte a este pozo en el más profundo de Bolivia y en el cual estamos trabajando desde julio de 2017”.
Cabe recordar que en las jornadas del Foro Internacional de Gas y Energía (Figas), donde participaron todas las empresas petroleras y funcionarios del Gobierno que tienen que ver con el tema hidrocarburífero en Bolivia, las exposiciones sobre Boyuy X2 fue un tema que generó mucho interés de los participantes.
“Es un pozo que ha alcanzado una profundidad récord, tal vez el más profundo de América. Seguimos perforando, estamos yendo con todos los cuidados de tecnología y seguridad (…) seguimos con la esperanza de encontrar un nuevo reservorio”, manifestó en ese entonces durante su exposición el gerente de Comunicación y Relaciones Externas de Repsol, Mauricio Mariaca.
Hasta ahora pese a no lograr los resultados esperados, la inversión en exploración supera los 100 millones de dólares, tarea que se realiza en medio de una coyuntura en la que el país requiere reponer sus reservas de gas para mantener los contratos de exportación a Brasil, Argentina y Paraguay.
Además de Repsol como socios en este proyecto están Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Shell y Panamerican, que han fijado un límite en la búsqueda acorde a las posibilidades tecnológicas que es de 8.000 metros de profundidad, cifra que será reevaluada al alcanzar los 7.900 metros en los próximos meses.
Las proyecciones del Ministerio de Hidrocarburos, que por el mes de octubre daban un margen de 25 días para llegar a los bolsones de gas, no se han cumplido. Autoridades consultadas por este medio prefirieron no opinar respecto al proyecto, empero desde la Comisión de Hidrocarburos de la Asamblea Legislativa, el asambleísta César Mentasti, planteo que el Gobierno que informe a tiempo, así los resultados sean positivos o negativos.
Expectativa y retos técnicos en el camino
El pozo forma parte de los ocho proyectos que priorizó el Gobierno para potenciar la producción de gas y se lo llegó a comparar con el megacampo Margarita. En los últimos meses se ha conocido sobre problemas en la perforación debido a las formaciones que se van encontrando en el subsuelo, incluso se habló de una paralización temporal por cuestiones técnicas que al ser superadas significaron la continuidad de los trabajos.
El inicio de la perforación se dio en base a las interpretaciones geológicas que generaron expectativas ante un potencial de 3 trillones de pies cúbicos (TCF) de reservas de gas que se encontrarían en este pozo que actualmente se convierte en el más profundo de Bolivia, ocupando a nivel Latinoamérica un segundo lugar por su profundidad que ha superado según información oficial los 7.600 metros.
Luego de seguir el conducto regular para obtener una respuesta, la empresa que ejecuta el proyecto ha informado que esto ha supuesto un gran reto técnico, en el cual se usa tecnología de punta y todos los recursos de última generación para avanzar en una actividad que, desde el punto de vista geológico, ha sido uno de los desafíos más importantes que se ha encarado y demuestra el compromiso que tienen con Bolivia.
Ante consultas interpuestas en un cuestionario sobre los trascendidos y qué es lo que depara el proyecto, la empresa respondió: “Repsol Bolivia continúa trabajando en la perforación del pozo Boyuy X2 por lo cual, por el momento, no se puede establecer cuál será el resultado final de esta actividad. La perforación ha alcanzado los 7.600 metros de profundidad, lo que evidentemente convierte a este pozo en el más profundo de Bolivia y en el cual estamos trabajando desde julio de 2017”.
Cabe recordar que en las jornadas del Foro Internacional de Gas y Energía (Figas), donde participaron todas las empresas petroleras y funcionarios del Gobierno que tienen que ver con el tema hidrocarburífero en Bolivia, las exposiciones sobre Boyuy X2 fue un tema que generó mucho interés de los participantes.
“Es un pozo que ha alcanzado una profundidad récord, tal vez el más profundo de América. Seguimos perforando, estamos yendo con todos los cuidados de tecnología y seguridad (…) seguimos con la esperanza de encontrar un nuevo reservorio”, manifestó en ese entonces durante su exposición el gerente de Comunicación y Relaciones Externas de Repsol, Mauricio Mariaca.
Hasta ahora pese a no lograr los resultados esperados, la inversión en exploración supera los 100 millones de dólares, tarea que se realiza en medio de una coyuntura en la que el país requiere reponer sus reservas de gas para mantener los contratos de exportación a Brasil, Argentina y Paraguay.
Además de Repsol como socios en este proyecto están Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Shell y Panamerican, que han fijado un límite en la búsqueda acorde a las posibilidades tecnológicas que es de 8.000 metros de profundidad, cifra que será reevaluada al alcanzar los 7.900 metros en los próximos meses.
Las proyecciones del Ministerio de Hidrocarburos, que por el mes de octubre daban un margen de 25 días para llegar a los bolsones de gas, no se han cumplido. Autoridades consultadas por este medio prefirieron no opinar respecto al proyecto, empero desde la Comisión de Hidrocarburos de la Asamblea Legislativa, el asambleísta César Mentasti, planteo que el Gobierno que informe a tiempo, así los resultados sean positivos o negativos.
Expectativa y retos técnicos en el camino
El pozo forma parte de los ocho proyectos que priorizó el Gobierno para potenciar la producción de gas y se lo llegó a comparar con el megacampo Margarita. En los últimos meses se ha conocido sobre problemas en la perforación debido a las formaciones que se van encontrando en el subsuelo, incluso se habló de una paralización temporal por cuestiones técnicas que al ser superadas significaron la continuidad de los trabajos.