La esencia guaraní expresada en murales
Una serie de imágenes, colores, detalles y mensajes plasmados en murales en el municipio de Entre Ríos muestran la esencia de la cultura guaraní y de la Virgen de Guadalupe. 38 artistas de Bolivia, Colombia, Argentina y Uruguay fueron los protagonistas del Primer Encuentro de Muralismo Arte y...



Una serie de imágenes, colores, detalles y mensajes plasmados en murales en el municipio de Entre Ríos muestran la esencia de la cultura guaraní y de la Virgen de Guadalupe. 38 artistas de Bolivia, Colombia, Argentina y Uruguay fueron los protagonistas del Primer Encuentro de Muralismo Arte y Artesanía, “Mbayaporenda Guadalupano”, un evento planificado desde hace dos años y que finalmente se hizo realidad. El impulso fue gracias a Casa Creart, al Comité de Festejos de la Virgen de Guadalupe, la Subgobernación de Entre Ríos y la Gobernación de Tarija.
El encuentro fue del 1 al 9 de octubre, pero sólo fueron necesarios cinco días para dejar en los muros obras de arte que perdurarán en el tiempo y la historia de la capital de O´Connor.
El director de Casa Creart, Fabio Sergio Cruz, expresa que el fin fue mostrar la fiesta guadalupana y las raíces guaraníes de Entre Ríos, razón por la cual todos los murales tienen en común esa temática. Pero además, se pretendía que el municipio esté adornado antes de la festividad de Guadalupe.
“Se han hecho 15 murales en pocos días y todo muy de acuerdo a la temática de los guaraníes y la Virgen de Guadalupe, fueron alrededor de los 1.100 metros cuadrados (de arte) desde la entrada de Entre Ríos, en la pre entrada, en el casco de la ciudad y en el campo de la Cahuarina donde se hace la fiesta de la Virgen”, refiere Cruz.
Estas obras fueron pintadas en las paredes de diferentes casas e infraestructuras públicas, razón por la cual no todas las superficies eran las adecuadas, sin embargo aquello no fue un obstáculo para que el artista pudiera mostrar la esencia de la cultura indígena.
Los muralistas fueron elegidos previo a una convocatoria lanzada por Casa Creart, es así que se dio el encuentro con el objetivo de que además de dejar su mural puedan compartir con la gente, su idiosincrasia, comida, cultura, intercambio de experiencias, etc.
“Se les dio un reconocimiento, un pergamino de agradecimiento a los artistas. No se da un premio en efectivo, no se decide cuál es el mural número 1, 2 o 10 porque todos los murales tienen el mismo tratamiento, es convivir una semana y dejar su arte en la ciudad”, agrega el director de Casa Creart.
Tras los resultados positivos de esta primera versión, se proyecta una segunda para el próximo año. En este caso, además de Casa Creart y las instancias públicas, se recibió el apoyo del sector privado: las empresas Repsol y Shell.
Cruz agradece la participación del Coletivo Kalapurka, Ágora, Cementerio de Elefantes, Katterin Carvajal, Fabio Terán, Guillermo Tejerina, Juan Masa, Nina Caro, Marina Fernz, entre otros, pero sobre todo al pueblo de Entre Ríos que les brindó sus espacios y compartió parte de sus vivencias.
Muralistas
Muralistas con ‘bastante’ trayectoria, nacionales e internacionales, dejaron su arte en las paredes de Entre Ríos, tal es el caso de Ricardo Fabio Terán de la ciudad de Tarija, quien expuso al guaraní, desde el ‘puro’ hasta el evangelizado y contemporáneo.
“Lo que yo he plasmado representa las raíces guaraníes. En mi mural está por un lado un capitán, que es el guaraní más antiguo. Y, por el otro lado también he plasmado una cuña mestiza mostrando en contemporáneo lo que es la realidad del guaraní, donde hay una mezcla de una persona que viene del exterior con el guaraní pero que de igual manera le gusta mucho la cultura que tiene y viste el tipoy con orgullo”, explica.
Otra de las artistas, Katterin Carvajal, también de la ciudad de Tarija, con más de cinco años de experiencia, pintó los misterios de la vida espiritual de la cultura guaraní y weenhayek.
“He podido mostrar lo que para ellos significa la luna, los espíritus, las costumbres que tienen en las noches: como hacer las fogatas, reunirse debajo de un algarrobo o un Toborochi, mostrar un poco de la fauna, aves, lo que cultivan, el grano de maíz, también reflejando la espesura del bosque chaqueño. También he querido representar cómo son los hombres más sabios, mostrando quizá ese lado machista que tienen en sus costumbres”, relata.
Una de las artistas de La Paz, Hefziba Martínez, mostró el otro lado de la cultura guaraní. Comenta que en su mural reveló el lado no creyente, no religioso.
“Me he basado en una bruja guaraní, una chamana, y detrás de ella están sus ancestros. Entonces es como si ella estuviera recibiendo información de sus ancestros. Está levantando una pócima mágica que ha hecho con plantas medicinales, y puse una frase que dice ‘La que cura’, porque me parece que la sabiduría ancestral es mágica y se está perdiendo, la gente está manejando más los fármacos”, indica.
Este mural tiene un sinfín de colores, sobre todo las flores amarillas, que para los guaraníes son un símbolo que ahuyenta a los malos espíritus. Hefziba, en su mural también quiso proyectar el empoderamiento de la mujer indígena.
La cultura guaraní también fue plasmada por artistas extranjeros, tal es el caso de Lina María Caro de Medellín-Colombia, una arquitecta que fue invitada a participar del encuentro.
“Este encuentro me encantó, yo no conocía Entre Ríos, para mí fue muy enriquecedor. Una de mis razones para venir a Bolivia era conocer más de la cultura e ir un poco más allá de las raíces porque en Colombia no está muy presente la cultura que había antes de la colonización, antes de ‘occidentalizarnos’ tanto”, precisa.
Lina se unió a un colectivo de la ciudad de La Paz para pintar lo que fue el mural más grande de Entre Ríos, de aproximadamente 200 metros cuadrados, en el frontón de la Huacarina.
“Allí queríamos reflejar los personajes de la fiesta, hay dos matacos que se encuentran en el centro de la fiesta, donde están los promesantes. Hay dos caballos que tienen que ver con la mitología guaraní, está un capitán y está presente una mujer, que es el personaje principal, es Imaibé, quisimos plasmar un poco de esta leyenda, una mujer pidiendo protección se convierte en Toborochi, también están las masorcas y el maíz que son muy importantes en esta cultura”, afirma la artista colombiana.
Los artistas pudieron convivir con los entrerrianos, quienes de una u otra manera pudieron ayudar, sobre todo contando más sobre su cultura.
Conversatorio El Gran Imaginario de la Cahuarina
Mucha gente, incluidos los artistas que llegaron hasta Tarija y el municipio de Entre Ríos no conocían a profundidad la cultura guaraní y la Virgen de Guadalupe, razón por la cual se hizo un conversatorio para explicarles el motivo de la fiesta.
Adriana Lema Burgos, quien funge como profesora de diferentes asignaturas en Casa Creart, fue la responsable del Conversatorio realizado en Entre Ríos.
Esta profesional sostiene que el objetivo de esta actividad fue acercar a todos los muralistas a la cultura guaraní. Es así que se les explicó todo sobre las raíces de esta cultura indígena, la aparición de la Virgen de Guadalupe en Entre Ríos, lo que significó ese hito en el espacio social de la cultura guaraní y cómo ha mutado la concepción de la Cahuarina en el transcurso de la historia y la cultura ancestral, entre otros aspectos.
“Era muy importante identificar el lugar y saber qué suelo están pisando, la cultura y qué van a provocar con sus murales, porque podemos tener flores, pero si no tenemos algo relevante como un simbolismo en nuestros murales se ve desprovisto para infundir identidad cultural, querencia, pertenencia al lugar; y ese ha sido el objetivo del encuentro de muralismo, que (los muralistas) puedan captar la identidad guaraní”, puntualiza.
5 DÍAS PARA PLASMAR MURALES
CON 1.127 m2 DE EXTENCIÓN
Otra perspectiva
La artista paceña Hefziba Martínez plasmó el lado no creyente, no religioso de la cultura guaraní. Tardó cinco días en pintar el mural y comenta que recibió el cariño y la aceptación de la gente de Entre Ríos. Hefziba, en su mural también quiso mostrar la empoderación de la mujer guaraní.
Vida espiritual
Katterin Carvajal, con más de cinco años de experiencia en el arte, mostró los misterios de la vida espiritual de la cultura guaraní y weenhayek. En su mural se observa una cuña, de fondo la luna, también la costumbre de los indígenas de reunirse alrededor de una fogata, el grano de maíz y la espesura del bosque chaqueño.
Cuadros a todo color
Los diferentes colectivos que llegaron de otros departamentos dejaron su arte en las paredes de las casas e infraestructuras públicas de Entre Ríos. Los pobladores al principio se mostraban reacios para prestar sus casas, sin embargo tras observar cómo quedaban los cuadros, al final se tuvo una ‘larga’ lista de personas que ofrecieron sus casas para el próximo encuentro.
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El encuentro fue del 1 al 9 de octubre, pero sólo fueron necesarios cinco días para dejar en los muros obras de arte que perdurarán en el tiempo y la historia de la capital de O´Connor.
El director de Casa Creart, Fabio Sergio Cruz, expresa que el fin fue mostrar la fiesta guadalupana y las raíces guaraníes de Entre Ríos, razón por la cual todos los murales tienen en común esa temática. Pero además, se pretendía que el municipio esté adornado antes de la festividad de Guadalupe.
“Se han hecho 15 murales en pocos días y todo muy de acuerdo a la temática de los guaraníes y la Virgen de Guadalupe, fueron alrededor de los 1.100 metros cuadrados (de arte) desde la entrada de Entre Ríos, en la pre entrada, en el casco de la ciudad y en el campo de la Cahuarina donde se hace la fiesta de la Virgen”, refiere Cruz.
Estas obras fueron pintadas en las paredes de diferentes casas e infraestructuras públicas, razón por la cual no todas las superficies eran las adecuadas, sin embargo aquello no fue un obstáculo para que el artista pudiera mostrar la esencia de la cultura indígena.
Los muralistas fueron elegidos previo a una convocatoria lanzada por Casa Creart, es así que se dio el encuentro con el objetivo de que además de dejar su mural puedan compartir con la gente, su idiosincrasia, comida, cultura, intercambio de experiencias, etc.
“Se les dio un reconocimiento, un pergamino de agradecimiento a los artistas. No se da un premio en efectivo, no se decide cuál es el mural número 1, 2 o 10 porque todos los murales tienen el mismo tratamiento, es convivir una semana y dejar su arte en la ciudad”, agrega el director de Casa Creart.
Tras los resultados positivos de esta primera versión, se proyecta una segunda para el próximo año. En este caso, además de Casa Creart y las instancias públicas, se recibió el apoyo del sector privado: las empresas Repsol y Shell.
Cruz agradece la participación del Coletivo Kalapurka, Ágora, Cementerio de Elefantes, Katterin Carvajal, Fabio Terán, Guillermo Tejerina, Juan Masa, Nina Caro, Marina Fernz, entre otros, pero sobre todo al pueblo de Entre Ríos que les brindó sus espacios y compartió parte de sus vivencias.
Muralistas
Muralistas con ‘bastante’ trayectoria, nacionales e internacionales, dejaron su arte en las paredes de Entre Ríos, tal es el caso de Ricardo Fabio Terán de la ciudad de Tarija, quien expuso al guaraní, desde el ‘puro’ hasta el evangelizado y contemporáneo.
“Lo que yo he plasmado representa las raíces guaraníes. En mi mural está por un lado un capitán, que es el guaraní más antiguo. Y, por el otro lado también he plasmado una cuña mestiza mostrando en contemporáneo lo que es la realidad del guaraní, donde hay una mezcla de una persona que viene del exterior con el guaraní pero que de igual manera le gusta mucho la cultura que tiene y viste el tipoy con orgullo”, explica.
Otra de las artistas, Katterin Carvajal, también de la ciudad de Tarija, con más de cinco años de experiencia, pintó los misterios de la vida espiritual de la cultura guaraní y weenhayek.
“He podido mostrar lo que para ellos significa la luna, los espíritus, las costumbres que tienen en las noches: como hacer las fogatas, reunirse debajo de un algarrobo o un Toborochi, mostrar un poco de la fauna, aves, lo que cultivan, el grano de maíz, también reflejando la espesura del bosque chaqueño. También he querido representar cómo son los hombres más sabios, mostrando quizá ese lado machista que tienen en sus costumbres”, relata.
Una de las artistas de La Paz, Hefziba Martínez, mostró el otro lado de la cultura guaraní. Comenta que en su mural reveló el lado no creyente, no religioso.
“Me he basado en una bruja guaraní, una chamana, y detrás de ella están sus ancestros. Entonces es como si ella estuviera recibiendo información de sus ancestros. Está levantando una pócima mágica que ha hecho con plantas medicinales, y puse una frase que dice ‘La que cura’, porque me parece que la sabiduría ancestral es mágica y se está perdiendo, la gente está manejando más los fármacos”, indica.
Este mural tiene un sinfín de colores, sobre todo las flores amarillas, que para los guaraníes son un símbolo que ahuyenta a los malos espíritus. Hefziba, en su mural también quiso proyectar el empoderamiento de la mujer indígena.
La cultura guaraní también fue plasmada por artistas extranjeros, tal es el caso de Lina María Caro de Medellín-Colombia, una arquitecta que fue invitada a participar del encuentro.
“Este encuentro me encantó, yo no conocía Entre Ríos, para mí fue muy enriquecedor. Una de mis razones para venir a Bolivia era conocer más de la cultura e ir un poco más allá de las raíces porque en Colombia no está muy presente la cultura que había antes de la colonización, antes de ‘occidentalizarnos’ tanto”, precisa.
Lina se unió a un colectivo de la ciudad de La Paz para pintar lo que fue el mural más grande de Entre Ríos, de aproximadamente 200 metros cuadrados, en el frontón de la Huacarina.
“Allí queríamos reflejar los personajes de la fiesta, hay dos matacos que se encuentran en el centro de la fiesta, donde están los promesantes. Hay dos caballos que tienen que ver con la mitología guaraní, está un capitán y está presente una mujer, que es el personaje principal, es Imaibé, quisimos plasmar un poco de esta leyenda, una mujer pidiendo protección se convierte en Toborochi, también están las masorcas y el maíz que son muy importantes en esta cultura”, afirma la artista colombiana.
Los artistas pudieron convivir con los entrerrianos, quienes de una u otra manera pudieron ayudar, sobre todo contando más sobre su cultura.
Conversatorio El Gran Imaginario de la Cahuarina
Mucha gente, incluidos los artistas que llegaron hasta Tarija y el municipio de Entre Ríos no conocían a profundidad la cultura guaraní y la Virgen de Guadalupe, razón por la cual se hizo un conversatorio para explicarles el motivo de la fiesta.
Adriana Lema Burgos, quien funge como profesora de diferentes asignaturas en Casa Creart, fue la responsable del Conversatorio realizado en Entre Ríos.
Esta profesional sostiene que el objetivo de esta actividad fue acercar a todos los muralistas a la cultura guaraní. Es así que se les explicó todo sobre las raíces de esta cultura indígena, la aparición de la Virgen de Guadalupe en Entre Ríos, lo que significó ese hito en el espacio social de la cultura guaraní y cómo ha mutado la concepción de la Cahuarina en el transcurso de la historia y la cultura ancestral, entre otros aspectos.
“Era muy importante identificar el lugar y saber qué suelo están pisando, la cultura y qué van a provocar con sus murales, porque podemos tener flores, pero si no tenemos algo relevante como un simbolismo en nuestros murales se ve desprovisto para infundir identidad cultural, querencia, pertenencia al lugar; y ese ha sido el objetivo del encuentro de muralismo, que (los muralistas) puedan captar la identidad guaraní”, puntualiza.
5 DÍAS PARA PLASMAR MURALES
CON 1.127 m2 DE EXTENCIÓN
Otra perspectiva
La artista paceña Hefziba Martínez plasmó el lado no creyente, no religioso de la cultura guaraní. Tardó cinco días en pintar el mural y comenta que recibió el cariño y la aceptación de la gente de Entre Ríos. Hefziba, en su mural también quiso mostrar la empoderación de la mujer guaraní.
Vida espiritual
Katterin Carvajal, con más de cinco años de experiencia en el arte, mostró los misterios de la vida espiritual de la cultura guaraní y weenhayek. En su mural se observa una cuña, de fondo la luna, también la costumbre de los indígenas de reunirse alrededor de una fogata, el grano de maíz y la espesura del bosque chaqueño.
Cuadros a todo color
Los diferentes colectivos que llegaron de otros departamentos dejaron su arte en las paredes de las casas e infraestructuras públicas de Entre Ríos. Los pobladores al principio se mostraban reacios para prestar sus casas, sin embargo tras observar cómo quedaban los cuadros, al final se tuvo una ‘larga’ lista de personas que ofrecieron sus casas para el próximo encuentro.
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