Advierten futuro negro para el río Pilcomayo
Después de la reunión establecida en Sucre entre las secretarías de recursos naturales de las gobernaciones de Chuquisaca, Potosí y Tarija se esclareció que no existe control suficiente respecto al impacto ambiental que generan las empresas mineras en la Cuenca del Río Pilcomayo. “Ni...



Después de la reunión establecida en Sucre entre las secretarías de recursos naturales de las gobernaciones de Chuquisaca, Potosí y Tarija se esclareció que no existe control suficiente respecto al impacto ambiental que generan las empresas mineras en la Cuenca del Río Pilcomayo.
“Ni siquiera se sabe cuántas empresas tienen licencia ambiental”, manifestó el secretario departamental de Pueblos Indígenas de la Gobernación de Tarija, Felipe Moza y explicó que la situación de esta vertiente es peor de la antes planteada. En una nota anterior, se hizo referencia a la denuncia que se realizó en el departamento de Potosí sobre los residuos de la explotación minera que vertía una empresa a las aguas del río Pilcomayo.
A partir de ese punto, se especuló sobre el funcionamiento de empresas sin autorización ambiental y se alertó a las autoridades de los tres departamentos afectados del país. A nivel internacional también se realizaron estudios de los componentes del agua y determinaron que efectivamente existe contaminación mineral, además de la otra problemática que puso a esta cuenca en el segundo lugar del río con mayor sedimentación del mundo.
El conflicto de la sedimentación es serio. Moza advirtió que los pueblos indígenas que tienen como base de su economía el río Pilcomayo son los más afectados. En los lugares en donde antes se solía pescar, el sedimento hizo que la profundidad de sus aguas reduzca drásticamente y deban trasladarse a distancias kilométricas en temperaturas que llegan a pasar los 40 grados bajo sombra.
“Ni siquiera se sabe cuántas empresas tienen licencia ambiental”, manifestó el secretario departamental de Pueblos Indígenas de la Gobernación de Tarija, Felipe Moza y explicó que la situación de esta vertiente es peor de la antes planteada. En una nota anterior, se hizo referencia a la denuncia que se realizó en el departamento de Potosí sobre los residuos de la explotación minera que vertía una empresa a las aguas del río Pilcomayo.
A partir de ese punto, se especuló sobre el funcionamiento de empresas sin autorización ambiental y se alertó a las autoridades de los tres departamentos afectados del país. A nivel internacional también se realizaron estudios de los componentes del agua y determinaron que efectivamente existe contaminación mineral, además de la otra problemática que puso a esta cuenca en el segundo lugar del río con mayor sedimentación del mundo.
El conflicto de la sedimentación es serio. Moza advirtió que los pueblos indígenas que tienen como base de su economía el río Pilcomayo son los más afectados. En los lugares en donde antes se solía pescar, el sedimento hizo que la profundidad de sus aguas reduzca drásticamente y deban trasladarse a distancias kilométricas en temperaturas que llegan a pasar los 40 grados bajo sombra.