Prácticas buscan asegurar agua y forraje en el Chaco
“Cuando llegue el agua a mi casa no sé que voy a hacer...”; y aunque parezca mentira y una exageración, una sonrisa en los labios y emocionado fue la expresión de don Epifanio Acosta, de la comunidad Pozo Hondo, luego de saber que el agua llegará a su casa y de otros productores...



“Cuando llegue el agua a mi casa no sé que voy a hacer...”; y aunque parezca mentira y una exageración, una sonrisa en los labios y emocionado fue la expresión de don Epifanio Acosta, de la comunidad Pozo Hondo, luego de saber que el agua llegará a su casa y de otros productores pertenecientes a la Asociación de Pequeños Productores del Pilcomayo, en el Paraguay.
La perforación de pozos profundos es una de las varias estrategias de acceso al agua para la adaptación al cambio climático que la Iniciativa Gran Chaco Proadapt está implementando para los ganaderos en el Gran Chaco (Argentina, Paraguay y Bolivia), especialmente para los pequeños productores.
El manejo de bosque nativo, producción de caña de azúcar, tuna forrajera, pastura bajo riego, sistemas de distribución de agua son otras alternativas que se están implementando en alrededor de 120 hectáreas para pequeños productores de Bolivia y Paraguay con el propósito de aplicar luego esos sistemas en más predios para reducir los efectos o impactos de sequías y alteraciones del clima que provocan pérdidas económicas año a año a este sector.
Los sistemas pilotos se distribuyen en el Paraguay con 72 hectáreas pertenecientes al Campo Ferial de Pozo Hondo, mientras que en Bolivia con 42 hectáreas, un centro demostrativo de la Gobernación Regional de Villa Montes, y otros predios de productores independientes quienes se capacitaron en la aplicación de nuevas prácticas y técnicas que les permitan adaptar sus sistemas productivos ganaderos al cambio climático.
Entre las alternativas para resolver la escasez forrajera y de agua está la tuna forrajera o también llamada agua verde. Se trata de una cactácea o cactus que posee una materia seca de elevada digestibilidad y cuenta con una capacidad de almacenar gran cantidad de agua. Ambos aspectos combinados hacen que alimentando con este forraje al ganado en época seca, se podría disminuir el consumo de agua en un 50%.
La adaptación basada en el ecosistema es una de las estrategias que se están validando y difundiendo a través de los sitios pilotos de Gran Chaco Proadapt. La implementación de sistemas silvopastoriles avanza, y en cada zona donde se lo aplica va tomando ajustes locales en base a las experiencias de los productores. La siembra de pasturas bajo cobertura de árboles, manteniendo las especies que dan frutos o son usadas para distintos fines, es a la medida de la experiencia que cada productor posee y comparte.
“Esta concepción de mantener y promover la diversidad funcional del bosque para mejorar la ganadería ha tenido una recepción muy buena, ya que conduce a una mejora nutricional ya no sólo para los vacunos, sino que abarca las necesidades de todos los ganados (cabras, ovejas, chanchos) que poseen estos productores. Esta diversidad de plantas que se mantiene disponible, además de brindar estabilidad ante momentos de extremos climáticos, provee de factores nutricionales variados y naturales para que los animales puedan corregir su dieta, como así también dar estabilidad al monte”, señaló Fernando Aiello, técnico de Gran Chaco Proadapt.
La alianza Gran Chaco Proadapt fue creada con el propósito de contribuir a que unos 5.000 productores y grupos sociales más vulnerables fortalezcan su capacidad adaptativa y adquieran una mayor resiliencia frente a los impactos del cambio climático.
La perforación de pozos profundos es una de las varias estrategias de acceso al agua para la adaptación al cambio climático que la Iniciativa Gran Chaco Proadapt está implementando para los ganaderos en el Gran Chaco (Argentina, Paraguay y Bolivia), especialmente para los pequeños productores.
El manejo de bosque nativo, producción de caña de azúcar, tuna forrajera, pastura bajo riego, sistemas de distribución de agua son otras alternativas que se están implementando en alrededor de 120 hectáreas para pequeños productores de Bolivia y Paraguay con el propósito de aplicar luego esos sistemas en más predios para reducir los efectos o impactos de sequías y alteraciones del clima que provocan pérdidas económicas año a año a este sector.
Los sistemas pilotos se distribuyen en el Paraguay con 72 hectáreas pertenecientes al Campo Ferial de Pozo Hondo, mientras que en Bolivia con 42 hectáreas, un centro demostrativo de la Gobernación Regional de Villa Montes, y otros predios de productores independientes quienes se capacitaron en la aplicación de nuevas prácticas y técnicas que les permitan adaptar sus sistemas productivos ganaderos al cambio climático.
Entre las alternativas para resolver la escasez forrajera y de agua está la tuna forrajera o también llamada agua verde. Se trata de una cactácea o cactus que posee una materia seca de elevada digestibilidad y cuenta con una capacidad de almacenar gran cantidad de agua. Ambos aspectos combinados hacen que alimentando con este forraje al ganado en época seca, se podría disminuir el consumo de agua en un 50%.
La adaptación basada en el ecosistema es una de las estrategias que se están validando y difundiendo a través de los sitios pilotos de Gran Chaco Proadapt. La implementación de sistemas silvopastoriles avanza, y en cada zona donde se lo aplica va tomando ajustes locales en base a las experiencias de los productores. La siembra de pasturas bajo cobertura de árboles, manteniendo las especies que dan frutos o son usadas para distintos fines, es a la medida de la experiencia que cada productor posee y comparte.
“Esta concepción de mantener y promover la diversidad funcional del bosque para mejorar la ganadería ha tenido una recepción muy buena, ya que conduce a una mejora nutricional ya no sólo para los vacunos, sino que abarca las necesidades de todos los ganados (cabras, ovejas, chanchos) que poseen estos productores. Esta diversidad de plantas que se mantiene disponible, además de brindar estabilidad ante momentos de extremos climáticos, provee de factores nutricionales variados y naturales para que los animales puedan corregir su dieta, como así también dar estabilidad al monte”, señaló Fernando Aiello, técnico de Gran Chaco Proadapt.
La alianza Gran Chaco Proadapt fue creada con el propósito de contribuir a que unos 5.000 productores y grupos sociales más vulnerables fortalezcan su capacidad adaptativa y adquieran una mayor resiliencia frente a los impactos del cambio climático.