“Lágrimas de San Lorenzo”, la lluvia de meteoros de agosto
La lluvia de meteoros Perséidas, del mes de agosto de todos los años, es conocida como “Lágrimas de San Lorenzo”. Estas estrellas fugaces son partículas dejadas por el cometa Swift-Tuttle que fue descubierto en 1862 y tiene una traslación de 135 años. Según información del...



La lluvia de meteoros Perséidas, del mes de agosto de todos los años, es conocida como “Lágrimas de San Lorenzo”. Estas estrellas fugaces son partículas dejadas por el cometa Swift-Tuttle que fue descubierto en 1862 y tiene una traslación de 135 años. Según información del Observatorio Astronómico Nacional, la última visita de este cometa al interior del Sistema Solar fue en 1992.
Esta lluvia de meteoros es relacionada con San Lorenzo, ya que la festividad religiosa del santo, que es el 10 de agosto, es cuando se produce la máxima actividad de esta lluvia y pueden ser visibles hasta 100 o más estrellas fugaces por hora. “San Lorenzo está llorando” dicen los creyentes católicos de algunas regiones de España y Latinoamérica cuando por las noches del 10, 11, 12 y 13 de agosto van de romería al encuentro del santo.
El diácono quemado vivo
Lorenzo vivió en el siglo III después de Cristo, fue el diácono responsable de salvaguardar los tesoros de la Iglesia en Roma. En agosto del año 258, el emperador romano Valeriano decapitó al Papa Sixto II y en su angurria de riqueza ordenó al diácono Lorenzo que se presentara con el tesoro de la Iglesia para ser confiscado y que en caso de no hacerlo éste sería quemado vivo. Lorenzo le pidió aguardar unos días para juntar el tesoro cuantioso de la santa Iglesia. El 10 de agosto de ese año Lorenzo se presentó ante el soberano, seguido por una multitud de indigentes, ciegos, leprosos y huérfanos: “Este”, dijo Lorenzo dirigiéndose al sorprendido Emperador, “es el tan preciado tesoro de nuestra Iglesia católica, que desde hoy tendrás que cuidar como lo hizo el Papa a quien mataste, tesoro que alimentamos y protegimos hasta hoy, ante tu maldad inmisericorde”.
Frente a tamaña osadía, furioso, el Emperador romano ordenó que Lorenzo fuese quemado vivo en el acto. Por la noche, mientras los creyentes y protegidos por la Iglesia lloraban al hombre a quien se le atribuían milagros en vida, comenzaron a aparecer “estrellas fugaces” en el cielo de Roma, época en que no se conocía el por qué se producía aquel fenómeno.
“Fray Lorenzo está llorando”, exclamaba la muchedumbre, “y no por cobardía” decían otros, ya que al sufrir hasta la muerte tamaña tortura no profirió un solo grito ni soltó lágrima alguna, aguantó estoico el sufrimiento, “llora” decían, “por dejar sin protección, alimento y cobijo a tantos seres desamparados”.
Décadas después, Fray Lorenzo fue canonizado y se convirtió en el santo venerado por los creyentes de muchas poblaciones del mundo católico.
Por lo tanto las noches de agosto son especiales, en particular las del 10, 11, 12 y 13, ya que cuando se eleva la vista al cielo se puede que observar las lágrimas de San Lorenzo. Por ello el Observatorio invitó a los aficionados a la astronomía a estar a atentos a esa intensa lluvia de meteoros.
Perseidas, la lluvia más intensa del año
El primer registro de esta lluvia de meteoros sucedió en agosto del año 36 después de nuestra era y fue hasta 1835 que se identificó como un fenómeno periódico que parecía brotar de la constelación Perseo, constelación visible para el hemisferio sur en el horizonte nor-este después de la media noche.
Las Perseidas es sin lugar a dudas una de las lluvias más importantes del año.
Lluvias menores
Existen otras lluvias menores durante agosto, como Iota Acuáridas Sur (SIA) su máximo es el 4 de agosto con un promedio de cinco meteoros por hora.
Delta Acuáridas Norte (NDA) su máximo es el 9 de agosto con cuatro meteoros por hora.
Kapa Cígnidas (KCG) su máximo es el 18 de agosto con tres meteoros por hora.
Iota Acuáridas Norte (NIA) su máximo es el 20 de agosto con tres meteoros por hora.
Existen además otras radiantes interesantes: Alfa Ursa Mayóridas (hemisferio norte) que presenta un máximo entre el 13 y 14 de agosto con cinco meteoros por hora y Tau Dracónidas el 2 de agosto con 10 meteoros por hora. Estas lluvias fueron detectadas por observadores experimentados puesto que se confunden con las Perseidas.
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Esta lluvia de meteoros es relacionada con San Lorenzo, ya que la festividad religiosa del santo, que es el 10 de agosto, es cuando se produce la máxima actividad de esta lluvia y pueden ser visibles hasta 100 o más estrellas fugaces por hora. “San Lorenzo está llorando” dicen los creyentes católicos de algunas regiones de España y Latinoamérica cuando por las noches del 10, 11, 12 y 13 de agosto van de romería al encuentro del santo.
El diácono quemado vivo
Lorenzo vivió en el siglo III después de Cristo, fue el diácono responsable de salvaguardar los tesoros de la Iglesia en Roma. En agosto del año 258, el emperador romano Valeriano decapitó al Papa Sixto II y en su angurria de riqueza ordenó al diácono Lorenzo que se presentara con el tesoro de la Iglesia para ser confiscado y que en caso de no hacerlo éste sería quemado vivo. Lorenzo le pidió aguardar unos días para juntar el tesoro cuantioso de la santa Iglesia. El 10 de agosto de ese año Lorenzo se presentó ante el soberano, seguido por una multitud de indigentes, ciegos, leprosos y huérfanos: “Este”, dijo Lorenzo dirigiéndose al sorprendido Emperador, “es el tan preciado tesoro de nuestra Iglesia católica, que desde hoy tendrás que cuidar como lo hizo el Papa a quien mataste, tesoro que alimentamos y protegimos hasta hoy, ante tu maldad inmisericorde”.
Frente a tamaña osadía, furioso, el Emperador romano ordenó que Lorenzo fuese quemado vivo en el acto. Por la noche, mientras los creyentes y protegidos por la Iglesia lloraban al hombre a quien se le atribuían milagros en vida, comenzaron a aparecer “estrellas fugaces” en el cielo de Roma, época en que no se conocía el por qué se producía aquel fenómeno.
“Fray Lorenzo está llorando”, exclamaba la muchedumbre, “y no por cobardía” decían otros, ya que al sufrir hasta la muerte tamaña tortura no profirió un solo grito ni soltó lágrima alguna, aguantó estoico el sufrimiento, “llora” decían, “por dejar sin protección, alimento y cobijo a tantos seres desamparados”.
Décadas después, Fray Lorenzo fue canonizado y se convirtió en el santo venerado por los creyentes de muchas poblaciones del mundo católico.
Por lo tanto las noches de agosto son especiales, en particular las del 10, 11, 12 y 13, ya que cuando se eleva la vista al cielo se puede que observar las lágrimas de San Lorenzo. Por ello el Observatorio invitó a los aficionados a la astronomía a estar a atentos a esa intensa lluvia de meteoros.
Perseidas, la lluvia más intensa del año
El primer registro de esta lluvia de meteoros sucedió en agosto del año 36 después de nuestra era y fue hasta 1835 que se identificó como un fenómeno periódico que parecía brotar de la constelación Perseo, constelación visible para el hemisferio sur en el horizonte nor-este después de la media noche.
Las Perseidas es sin lugar a dudas una de las lluvias más importantes del año.
Lluvias menores
Existen otras lluvias menores durante agosto, como Iota Acuáridas Sur (SIA) su máximo es el 4 de agosto con un promedio de cinco meteoros por hora.
Delta Acuáridas Norte (NDA) su máximo es el 9 de agosto con cuatro meteoros por hora.
Kapa Cígnidas (KCG) su máximo es el 18 de agosto con tres meteoros por hora.
Iota Acuáridas Norte (NIA) su máximo es el 20 de agosto con tres meteoros por hora.
Existen además otras radiantes interesantes: Alfa Ursa Mayóridas (hemisferio norte) que presenta un máximo entre el 13 y 14 de agosto con cinco meteoros por hora y Tau Dracónidas el 2 de agosto con 10 meteoros por hora. Estas lluvias fueron detectadas por observadores experimentados puesto que se confunden con las Perseidas.
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