Buscan erradicar la práctica del “copy paste” en los estudiantes
La cultura de copiar y pegar o del copy paste, como se le dice en inglés, es la nueva versión del plagio en la era digital. A través del internet y al acceso de diferentes herramientas tecnológicas el “copy paste” para algunas personas puede ser sinónimo de investigar y desarrollar...



La cultura de copiar y pegar o del copy paste, como se le dice en inglés, es la nueva versión del plagio en la era digital. A través del internet y al acceso de diferentes herramientas tecnológicas el “copy paste” para algunas personas puede ser sinónimo de investigar y desarrollar contenido. Turnitin, un servicio de prevención de plagio en internet creado por iParadigms, busca concienciar sobre esa errada práctica.
No solo es un hábito utilizado por colegiales, sino también por estudiantes de pre y postgrado y profesionales de todas las áreas que pretenden obtener la autoría de ideas. El fenómeno no es nuevo, sin embargo, para muchos ya es considerado como una acción normal, y niños van creciendo con ese hábito incorporado. La consecuencia salta a la vista, se produce conocimiento de menor calidad.
“En teoría, existe una ley antiplagio en el país, la N° 1322. Sin embargo, la aplicación de la misma es básicamente nula. El único artículo relativo no ha sido cumplido efectivamente, sobre todo por parte de la población estudiantil”, expresó Francisco Bueno Ayala, especialista en derechos de autor, marcas y patentes.
En opinión del jurista, la cultura del plagio está bastante arraigada en la sociedad boliviana, no solo por parte de estudiantes que recurren al conocido “copy paste” (copiar y pegar) por flojera o irresponsabilidad, sino también por docentes y profesores que dejan pasar este tipo de hechos, al no revisar a fondo los trabajos y no sancionar con dureza la irregularidad.
El sistema educativo juega un papel importante en la implementación de una cultura de originalidad. Las instituciones desarrollan de manera constante estrategias de honestidad para mitigar y minimizar la mala práctica y ofrecer una formación integral y de calidad que fomente el pensamiento crítico y defienda la producción científica con innovación.
Frente a esta situación, Turnitin organizó un foro debate entre especialistas del sector educativo, sobre el uso y aplicación de diferentes metodologías que puedan fortalecer el desarrollo de la integridad académica en el sistema universitario de Bolivia.
“Turnitin se dedica a apoyar a los profesores y a las autoridades de las instituciones educativas a fomentar la integridad académica, asegurar la calidad del aprendizaje por parte de los alumnos, y a velar por la autenticidad de la producción científica”, afirma Ana María Donoso, gerente comercial de Turnitin.
“Países vecinos como Perú y Ecuador crearon conciencia sobre la importancia del tema y ya cuentan con un sistema de identificación de plagios y desarrollaron diferentes programas para mejorar el nivel educativo, entre ellas utilizar el software que detecta similitudes en documentos”, agrega la ejecutiva.
Una investigación conducida por Turnitin con maestros y estudiantes reafirma que el plagio no es solo un problema de falta de honestidad, sino que además es el resultado de la carencia de las habilidades fundamentales para el éxito académico como pensamiento crítico, creatividad y habilidades de comunicación. El estudio, también devela que un 12% de los casi 200 mil trabajos evaluados en Latinoamérica presenta contenido no original.
Apelan a la ética de los estudiantes
Martín Díaz, comunicador, publicista y docente de la Universidad Católica, señala que en el ámbito universitario existen consecuencias serias si un estudiante copia y pega ciegamente. El plagio de trabajos académicos puede provocar una serie de procesos que pueden ocasionar el desprestigio de alguna universidad o de un profesor.
“Esa tendencia se puede revertir siendo más rigurosos en las revisiones y en los filtros académicos, pero ante todo, siendo éticos en cada investigación”, acotó Díaz.
No solo es un hábito utilizado por colegiales, sino también por estudiantes de pre y postgrado y profesionales de todas las áreas que pretenden obtener la autoría de ideas. El fenómeno no es nuevo, sin embargo, para muchos ya es considerado como una acción normal, y niños van creciendo con ese hábito incorporado. La consecuencia salta a la vista, se produce conocimiento de menor calidad.
“En teoría, existe una ley antiplagio en el país, la N° 1322. Sin embargo, la aplicación de la misma es básicamente nula. El único artículo relativo no ha sido cumplido efectivamente, sobre todo por parte de la población estudiantil”, expresó Francisco Bueno Ayala, especialista en derechos de autor, marcas y patentes.
En opinión del jurista, la cultura del plagio está bastante arraigada en la sociedad boliviana, no solo por parte de estudiantes que recurren al conocido “copy paste” (copiar y pegar) por flojera o irresponsabilidad, sino también por docentes y profesores que dejan pasar este tipo de hechos, al no revisar a fondo los trabajos y no sancionar con dureza la irregularidad.
El sistema educativo juega un papel importante en la implementación de una cultura de originalidad. Las instituciones desarrollan de manera constante estrategias de honestidad para mitigar y minimizar la mala práctica y ofrecer una formación integral y de calidad que fomente el pensamiento crítico y defienda la producción científica con innovación.
Frente a esta situación, Turnitin organizó un foro debate entre especialistas del sector educativo, sobre el uso y aplicación de diferentes metodologías que puedan fortalecer el desarrollo de la integridad académica en el sistema universitario de Bolivia.
“Turnitin se dedica a apoyar a los profesores y a las autoridades de las instituciones educativas a fomentar la integridad académica, asegurar la calidad del aprendizaje por parte de los alumnos, y a velar por la autenticidad de la producción científica”, afirma Ana María Donoso, gerente comercial de Turnitin.
“Países vecinos como Perú y Ecuador crearon conciencia sobre la importancia del tema y ya cuentan con un sistema de identificación de plagios y desarrollaron diferentes programas para mejorar el nivel educativo, entre ellas utilizar el software que detecta similitudes en documentos”, agrega la ejecutiva.
Una investigación conducida por Turnitin con maestros y estudiantes reafirma que el plagio no es solo un problema de falta de honestidad, sino que además es el resultado de la carencia de las habilidades fundamentales para el éxito académico como pensamiento crítico, creatividad y habilidades de comunicación. El estudio, también devela que un 12% de los casi 200 mil trabajos evaluados en Latinoamérica presenta contenido no original.
Apelan a la ética de los estudiantes
Martín Díaz, comunicador, publicista y docente de la Universidad Católica, señala que en el ámbito universitario existen consecuencias serias si un estudiante copia y pega ciegamente. El plagio de trabajos académicos puede provocar una serie de procesos que pueden ocasionar el desprestigio de alguna universidad o de un profesor.
“Esa tendencia se puede revertir siendo más rigurosos en las revisiones y en los filtros académicos, pero ante todo, siendo éticos en cada investigación”, acotó Díaz.