Privados temen “invasión” de mercadería argentina
El presidente la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Marco Antonio Salinas, advirtió el viernes que tras la fuerte devaluación de la moneda argentina, sus productos comenzaron a “invadir” la frontera boliviana. En conferencia de prensa, Salinas dijo que antes de la devaluación en...



El presidente la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Marco Antonio Salinas, advirtió el viernes que tras la fuerte devaluación de la moneda argentina, sus productos comenzaron a “invadir” la frontera boliviana.
En conferencia de prensa, Salinas dijo que antes de la devaluación en Argentina, eran los turistas del vecino país quienes dinamizaban la economía boliviana, pero con la devaluación la figura cambió.
“Tenemos información de zonas fronterizas donde hay una invasión de productos argentinos, y antes había súbditos argentinos que entraban al país para comprar y dinamizaban la economía, pero ahora se está revirtiendo”, informó.
Explicó que otros países aplicaron devaluaciones de su moneda para protegerse de la situación en Argentina, pero como Bolivia tiene un tipo de cambio fijo debe implementar otras formas para contrarrestar la invasión de productos argentinos.
A su juicio, el Gobierno boliviano debe generar políticas de salvaguarda tales como acentuar sus políticas de lucha contra el contrabando y subir temporalmente los aranceles de algunos productos.
“Esto preocupa, no podemos permitir que la industria se vea nuevamente afectada por este tema”, subrayó.
Sin embargo, quienes transportan mercadería desde la frontera no notan que ingresen productos argentinos en cantidad. El presidente de la Asociación de Bagayeros de Yacuiba, Venancio Ochoa, dijo que en su rubro permanecían alrededor de 600 a 700 socios, pero entre un 30 y 40 por ciento pidieron permiso. La crisis argentina les obligó a dejar temporalmente la actividad para irse principalmente a Chile en busca de trabajo, pues tienen familias que mantener.
“El precio de la harina está casi al doble. Antes se compraba el quintal a 360 pesos, pero en la actualidad se la adquiere a 700. Ante tanta suba de los productos y por la constante baja del peso, los comerciantes deciden no traer productos para el consumo regional, por ende nosotros no tenemos trabajo-comentó el dirigente- la gente no trabaja, no hacen ni un viaje al día. Lo que gestionamos ante el Gobierno nacional es la reconversión de nuestro sector. El otro pedido era que se pague a través de la mínima cuantía el mismo arancel que cancelan los empresarios. En la actualidad estamos en una crisis total”.
Los comerciantes los bolivianos sí sienten la ausencia de compradores argentinos. El dirigente de los Trabajadores Gremiales de Yacuiba, Fortunato Choque, sostuvo que al menos 80.000 comerciantes de esa región fueron afectados por la caída del peso argentino.
Según el dirigente, Yacuiba tiene unos 100.00 habitantes, de los cuales 80.000 se dedican al comercio porque no hay fuentes laborales. Yacuiba no tiene fábricas o industrias, la única opción es la comercialización de productos.
“Las ventas bajaron en un 80 por ciento. No se vende, algunos días nos pasamos mirándonos la cara entre comerciantes-comentó Choque- una prenda que vendíamos a 30 bolivianos, que al cambio salía 100 pesos argentinos, ahora debemos comercializarla a 130 o 140 pesos, pero automáticamente ya no viene el turismo argentino a comprar porque no les convine”.
En conferencia de prensa, Salinas dijo que antes de la devaluación en Argentina, eran los turistas del vecino país quienes dinamizaban la economía boliviana, pero con la devaluación la figura cambió.
“Tenemos información de zonas fronterizas donde hay una invasión de productos argentinos, y antes había súbditos argentinos que entraban al país para comprar y dinamizaban la economía, pero ahora se está revirtiendo”, informó.
Explicó que otros países aplicaron devaluaciones de su moneda para protegerse de la situación en Argentina, pero como Bolivia tiene un tipo de cambio fijo debe implementar otras formas para contrarrestar la invasión de productos argentinos.
A su juicio, el Gobierno boliviano debe generar políticas de salvaguarda tales como acentuar sus políticas de lucha contra el contrabando y subir temporalmente los aranceles de algunos productos.
“Esto preocupa, no podemos permitir que la industria se vea nuevamente afectada por este tema”, subrayó.
Sin embargo, quienes transportan mercadería desde la frontera no notan que ingresen productos argentinos en cantidad. El presidente de la Asociación de Bagayeros de Yacuiba, Venancio Ochoa, dijo que en su rubro permanecían alrededor de 600 a 700 socios, pero entre un 30 y 40 por ciento pidieron permiso. La crisis argentina les obligó a dejar temporalmente la actividad para irse principalmente a Chile en busca de trabajo, pues tienen familias que mantener.
“El precio de la harina está casi al doble. Antes se compraba el quintal a 360 pesos, pero en la actualidad se la adquiere a 700. Ante tanta suba de los productos y por la constante baja del peso, los comerciantes deciden no traer productos para el consumo regional, por ende nosotros no tenemos trabajo-comentó el dirigente- la gente no trabaja, no hacen ni un viaje al día. Lo que gestionamos ante el Gobierno nacional es la reconversión de nuestro sector. El otro pedido era que se pague a través de la mínima cuantía el mismo arancel que cancelan los empresarios. En la actualidad estamos en una crisis total”.
Los comerciantes los bolivianos sí sienten la ausencia de compradores argentinos. El dirigente de los Trabajadores Gremiales de Yacuiba, Fortunato Choque, sostuvo que al menos 80.000 comerciantes de esa región fueron afectados por la caída del peso argentino.
Según el dirigente, Yacuiba tiene unos 100.00 habitantes, de los cuales 80.000 se dedican al comercio porque no hay fuentes laborales. Yacuiba no tiene fábricas o industrias, la única opción es la comercialización de productos.
“Las ventas bajaron en un 80 por ciento. No se vende, algunos días nos pasamos mirándonos la cara entre comerciantes-comentó Choque- una prenda que vendíamos a 30 bolivianos, que al cambio salía 100 pesos argentinos, ahora debemos comercializarla a 130 o 140 pesos, pero automáticamente ya no viene el turismo argentino a comprar porque no les convine”.