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El Fediverso y las redes libres, ¿una alternativa para comunicarnos?
¿Cansado de medirte en redes sociales por miedo a una infracción de las normas comunitarias? Tal vez el Fediverso es para ti.
Hace un par de meses, Internet Ciudadana, CIESPAL, ALER y FARCO realizaron las jornadas de reflexión “Comunicar más allá de la muralla” para que, entre educadores, comunicadores, activistas, académicos, políticos, organizaciones campesinas y otros, se abarquen miradas y se propongan alternativas que permitan efectivizar el derecho a comunicar en los entornos digitales, pues en un contexto de lucha tecnopolítica, estos espacios son monopolizados por el interés mercantil de las grandes corporaciones, cuando deberían servir al bien común. En esta y las siguientes ediciones de Pura Cepa, compartiremos el resumen y los resultados de dichas jornadas.
¿Son las plataformas libres una alternativa para comunicarnos?
El trabajo de la primera jornada se situó en el marco de la lucha por el derecho a comunicar, que se desarrolla desde tiempos remotos. Aunque pueda parecer una cuestión técnica, es política, pues a través del dominio del espacio digital los grupos privilegiados crean y mantienen el monopolio de la palabra y, con ello, sus intereses. De ahí que varios grupos y sectores hayan reaccionado creando medios propios. Frente a los “latifundios digitales”, las plataformas libres son “huertas comunitarias digitales” que es preciso cultivar.
Dentro de las iniciativas para democratizar la comunicación destaca el Fediverso, un espacio compuesto por varias redes desarrolladas de manera independiente, con principios de diseño en común: se basan en tecnología libre, transparente, colaborativa, son descentralizadas al componerse de nodos independientes que, a su vez, son autogestionados por individuos o comunidades, se centran en la privacidad y la libertad, favorecen la pluralidad de voces, y no se basan en la economía de la atención ni en el extractivismo de datos.
En el Fediverso hay cuentas individuales y canales temáticos en redes como Mastodon (microblogueo), PeerTube (videos), PixelFed (clon de Instagram), y otras que funcionan de manera interoperable, comunicándose entre sí. En ellas existen colectivos militantes, como Internet Ciudadana, medios de comunicación de diferente naturaleza, como Radio Temblor, Afroféminas o la BBC, e instituciones como la NASA. El común denominador: la decisión de montar un nodo propio para asegurar una mayor soberanía en la comunicación.
Por supuesto, la alternativa despertó inquietudes: ¿para qué las redes libres, que nadie usa, que no generan economía, si las corporativas ya nos dan un producto satisfactorio? Nuevamente, la respuesta se enmarca en lo político y en la lucha por el derecho a la comunicación. Se requiere trabajo para superar las dificultades técnicas y lograr una migración adecuada de las plataformas corporativas hacia las libres. Y esto se logra abriendo cuentas, experimentando su uso, incentivando a que las instituciones las usen, estableciendo también políticas públicas de fomento y fortalecimiento de estructuras económicas relacionadas con estas iniciativas.