#TEUFEST
Así se vivió el Primer Festival Nacional de Teatro Universitario (TEUFEST)
Un par de días y tres obras de teatro, suficiente para que el arte de las tablas vuelva a brillar en Tarija.
Concluyó de manera exitosa el TEUFEST 2024, un evento realizado el 4 y 5 de noviembre por la compañía Itaú Teatro, con el apoyo de Casa de la Cultura de Tarija, Alcaldía de Tarija y Wiñay Teatro. El Auditorio de la Casa de la Cultura fue el escenario común para las tres obras que conformaron la cartelera. Todos los participantes fueron certificados por la Municipalidad, lo que ya dice algo bueno de la gestión, y aunque sea simbólico, sirve para reconocer el esfuerzo que hicieron casi 60 personas para que este festival nacional tarijeño sucediera, sobre todo si se consideran las dificultades políticas, sociales y económicas de la coyuntura.
“Mal Presagio”
Mientras dos obras fueron de elencos cruceños, Tarija estuvo bien representada por la ESFM Juan Misael Saracho, cuyo grupo dirigido por Marco Antonio Cuellar Yarucary, Estefanía Moya y Sadid Arancibia escenificó “Mal Presagio”, una obra hablada completamente en guaraní en la que un grupo de estudiantes que deambula por el Chaco encuentra vestigios de prácticas ceremoniales. Al entrar en contacto con un mburuvicha, conocen el origen del hallazgo: se trata del entierro ritual de un padre de familia que omitió las tradiciones previas a la pesca, y fue sorprendido por el Ñau Ñau, un guardián del río.
La puesta en escena de “Mal Presagio” es sencilla y mágica como puede ser el teatro. Con gran artesanía y trabajo colectivo, sus creadores representaron la vegetación nativa en todo su colorido, la arquitectura, la vestimenta, y una mesa les bastó para crear la barca funesta y la profundidad de la tumba. Como sucede con obras de reciente factura, al grupo le falta proyección vocal y dar el peso que requiere cada uno de los momentos del relato, que ha sido logrado a través de una minuciosa investigación en la comunidad guaraní de Yukimbia.
“Planta Baja”
Con la dirección de Mauricio Pacheco Chambilla, el Taller de Teatro de la UCB Santa Cruz conmovió e incomodó al público tarijeño, y es que “Planta Baja” parece un caso fácil, un caso más de crónica policial convertida en comida para el morbo, pero no lo es. Gracias a un tratamiento dramatúrgico, Pacheco disloca el relato y multiplica los puntos de atención, provocando que cada persona deba recurrir a su propia experiencia vital para relacionarse con la historia que se le presenta: una fiesta de fin de año se vuelve tragedia cuando una familia delincuente atrae a una descuidada pareja hacia una trampa.
El vaivén del relato es muy efectivo, llevando al público de momentos de interrogatorio a recreaciones de los hechos principales, sondeando el interior de los personajes a la vez que genera distanciamientos suficientes para despertar un sentido crítico. Hay irrupción de teatralidades televisivas que resultan anecdóticas entre el resto de recursos, y al grupo le hace falta ajustar la fuerza desmedida con la que llevan algunos pasajes que dejan la sensación de poca exploración y trabajo sobre el cuerpo. Ojo, para un público infante la obra resulta un terror que les hará desear no entrar nunca en el mundo de la adultez.
“Hotel Sin Co-Estrellas”
El grupo Actuarte, conformado por estudiantes de Economía de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, y dirigido por Rubén Alviri, presentó esta comedia ligera con remate meta teatral que produce efectos muy diversos en el público. Se trata de una puesta en escena que con recursos muy precisos y humildes perfila el enredo de un grupo de huéspedes cuyas relaciones se desatan a partir del encuentro de un cadáver en una de las habitaciones del hotel.
En general, al trabajo no le falla el ritmo, cosa fundamental en la comedia, pero se pueden ajustar algunas tuercas también en el campo del cuerpo de los intérpretes, en la proyección, y en la manera de habitar el espacio escénico. Y no es un problema del grupo, o de Alviri, que el texto carezca de consistencia para llegar a un final como el que ofrece, que no es despreciable, pero resulta bastante extraño, y no de la buena manera, toparse con un Deus Ex Teatro en una comedia urbana.