Las Almitas Milagrosas y el puente espiritual
Desde julio de 2019, por iniciativa de la Sra. Ana María Zenteno Portal, las tumbas de los delincuentes milagrosos tienen un mausoleo que atrae el interés de locales y visitantes.
El 10 de mayo de 1978, la pareja Majluf fue víctima de un homicidio perpetrado por los delincuentes, Jorge Fuentes Fuentes y Antonio Cornejo Chuquimia, quienes fueron arrestados y ejecutados por las autoridades en virtud de la Ley de Lynch, sin juicio previo. Esta trágica historia, que encadena una secuencia de muertes injustas, dio origen a una creencia por la cual aquellos que sufrieron tanto pueden dar una ayuda milagrosa y protección a otros desamparados.
“Si usted se pide, con mucha fe, para su familia, para todo, siempre le va a ir bien”
El mausoleo de las Almitas Milagrosas es quizá una de las principales atracciones de ese gran espacio peatonal que es el Cementerio General de Tarija, un lugar casi olvidado el resto del año que revive en estas fechas gracias al trabajo de decenas de albañiles que le sacan brillo a las tumbas, nichos y lápidas para que los santos y difuntos nos vuelvan a visitar.
Con los años, la tradición de pedirles milagros a las Almitas ha pasado de ser un secreto local a un fenómeno transfronterizo. Guiados por la fe y la esperanza, los visitantes argentinos cruzan un puente espiritual y se sumergen en la experiencia dejando ofrendas de flores, y dedicando momentos de reflexión para encontrar respuestas con las cuales puedan mejorar salud, suerte y prosperidad.
Marta Gonzales, de Salta, dijo a Pura Cepa que “había oído hablar de este lugar gracias a la familia de mi esposo. Dicen que son almas que hacen milagros. Yo vengo aquí a pedir por mi salud y la de mis hijos, y yo sé que, con mucha fe, se cumplirá”. Josué Aricoma, otro visitante, añade: “Llevo mucho tiempo viniendo aquí, pidiendo por muchas cosas y todas las historias que cuentan son reales. Sólo se necesita ser creyente y venir con mucha fe”.
31 años después de la tragedia original, la Sra. Ana María Zenteno Portal, tarijeña de pura cepa, construyó un mausoleo en agradecimiento por los favores recibidos de las Almitas Milagrosas. “Ellos me han ayudado a mí, así como me ve. Yo también soy creyente, igual que ellos”, dice en referencia a los visitantes. “Dios ayuda. Hay que tener mucha fe, y todo va bien”.
Zenteno es la principal guardiana del mausoleo en el que los creyentes tienen un estribo para aterrizar sus anhelos. Falta poco para que los muros del monumento no tengan más espacio para recibir agradecimientos. Falta una cifra, pero las visitas de locales y extranjeros se contarán por miles a lo largo de este viernes 1 de noviembre, cuando todos lleguen para recordar a su manera. “Si usted se pide, con mucha fe, para su familia, para todo, siempre le va a ir bien”.