San Roque por Araq
El pintor peruano, Rubén Sánchez Condori, mejor conocido como Araq, está enamorado de Tarija, y lo muestra con una exposición que impresiona.
En 2017, Rubén Sánchez Condori vino por primera vez a Tarija desde Cusco, Perú. Participó en un concurso de pintura. Conoció la ciudad y el campo. Le gustó el paisaje, lo registró. Se fue con la ilusión de volver y trabajar. En ese tiempo también conoció a su esposa, Carmen Mamani, artista escultora paceña.
Siete años después, Araq ha vuelto a Tarija. Se dio la licencia de sumergirse en la cultura chapaca para poder retratarla con mucho éxito, con un trazo impresionista simple y certero que le permite llenar los muros de la galería de la Casa de la Cultura con varios cuadros cuya temática en común es San Roque y sus promesantes.
La muestra pictórica de Araq, voz quechua que quiere decir “silvestre”, “natural”, estará disponible hasta el 30 de agosto. Sí, ya sabemos que es poco tiempo y que pasará mucho hasta que los regentes de las salas de exposición piensen mejor qué hacer con y por el arte y la cultura.
Pero eso no impide que asistas y veas a Araq en acción, porque hay que ver lo que hacen los artistas. Como dijo Araq el día de la inauguración, “somos antenas, percibimos cosas superficiales al principio, pero mientras más vamos compartiendo, nos compenetramos y vamos aprendiendo más”. También hay que salir del encierro. Tenemos mucho que aprender.