Portachuelo, guardiana de la memoria
La pequeña ciudad cruceña se ha convertido en un reducto insospechado de historia boliviana.
El 8 de diciembre de 1770, el sacerdote Juan Felipe Vargas, colaborado por el capitán Francisco Javier Baca y el sargento mayor Diego de Bazán, fundó La Inmaculada Concepción de la Virgen María de Portachuelo. Hoy, la pequeña ciudad es la capital de la provincia Sara del departamento de Santa Cruz.
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Hay quienes derivan la palabra Portachuelo del dialecto chané, significando “Puerto Chico”. Otro origen es latino: porta, puerta; y coeli, cielo; lo que da “Puerta del Cielo”. Mientras, la Real Academia Española define la palabra portachuelo como “boquete abierto en la convergencia de dos montes”. Como sea, Portachuelo es cuna de cruceños ilustres, y guarda una gran historia de tradición colonial y militar.
Al igual que otras urbes coloniales, Portachuelo fue fundada y edificada encima de antiguos asentamientos; en este caso, los del pueblo chané, por lo que es común encontrar vestigios de la vida de este grupo humano en los alrededores. En 1909, Leo Fleig y Juan Brunn construyeron el templo de la Inmaculada Concepción de la Virgen María de Portachuelo, que vemos en la portada de esta nota en una foto de 1930. El acaudalado filántropo, Don Gabriel Dorado, fue quien aportó de su propio peculio para la construcción de estas obras.
Durante el primer auge de la goma, entre 1880 y 1920, Portachuelo fue un punto estratégico entre Santa Cruz y el Beni con sus puertos de La Junta y Cuatro Ojos. En 1926, el pueblo fue elevado a rango de ciudad, y ya en la guerra con Paraguay era la pascana obligada para benianos y pandinos movilizados y desmovilizados. Sigue en pie la casa de Don Roberto Moreno, que alojó el casino de oficiales y el comando del general Federico Román, donde era constante la presencia del capitán Villarreal.
Además de estos y otros detalles, Portachuelo es conocida por lo destacado de su gastronomía, donde el manjar blanco y las salchichas tienen un lugar especial. Pero lo que pocos saben es que esta pequeña ciudad de 14.091 habitantes, según el Censo de 2012, tiene un Museo Histórico Municipal único; algo de lo que ni Montero, una ciudad mucho más grande, progresista, y con una economía más dinámica, puede presumir.