Guido Saldías y el reto de producir miel en el Chaco
Veterinario de profesión, junto a su familia emprendió en producción apícola, logrando una miel monofloral de mistol que fue premiada con la medalla de oro en Apimondia 2023.
El año pasado, la miel de mistol que produce Colmenares de Monte, el emprendimiento familiar que Guido Saldías comenzó hace 18 años en Yacuiba, ganó uno de los máximos galardones en el mundo de la producción apícola: la medalla de oro del Congreso Internacional de Apicultura Apimondia.
Para entender el hito que esto significa, hay que considerar que Guido y su familia emprenden en la llanura chaqueña, donde hace calor y hay poca precipitación anual, y donde crece el mistol, árbol típico de la zona que da un fruto rojo, dulce, del cual se hace jugo y “bolanchao”, una tradicional pulpa deshidratada que, según Saldías, “se ha ido perdiendo”.
Como la floración del mistol va de octubre hasta febrero, Colmenares de Monte ha logrado un rendimiento de más de 8.500 kilos al año, cantidad que se ha reducido a 5.000 kilos en los últimos tres años en que el emprendimiento chaqueño y sus abejas enfrentan el fenómeno de La Niña, causante de una drástica reducción en las precipitaciones. En esta entrevista exclusiva de Pura Cepa, Guido Saldías comenta su experiencia produciendo la miel monofloral de mistol en estas condiciones.
Pura Cepa (PC). Su miel de mistol ha logrado una medalla de oro, ¿cómo ha sido la experiencia?
Guido Saldías (GS). Estamos muy contentos. Creemos que con la producción que hemos mostrado, compitiendo a nivel internacional, se tiene un logro importante para la apicultura del Chaco americano y para Bolivia. De 29 países que hemos participado, con 196 muestras de miel, Brasil y China tenían 32 muestras cada uno, Bolivia sólo llevó la nuestra. Sacar la medalla de oro da mucha satisfacción y orgullo. Me pongo a pensar que es un mensaje. Se han hecho muchos análisis a la miel, aparte de los catadores a ciegas. Nos estimula a mejorar el proceso productivo y buscar la excelencia. Hay un estándar fuerte, y tenemos que empezar a trabajar con las instituciones para capitalizar de la mejor manera este logro para todos los productores.
PC. ¿Qué resultados obtuvo la miel de mistol en los análisis que realizaron?
GS. Las buenas mieles tienen 18% de humedad, la nuestra tiene 16.5%. En el hidroximetilfurfural, tiene menos de 20, eso indica muy buena calidad. Actividad de algunas enzimas. No hay rastros de productos químicos, que en otros casos se encuentran trazas de pesticidas u otras cosas. Adulteraciones, tampoco. Se hicieron análisis del más alto nivel, en Argentina, Chile y Bélgica. Este premio nos dice que es la miel que tiene la mejor calidad, y es porque ha salido de ese monte, de un trabajo en equipo. Es el mensaje que trae el premio. Hay que cuidar ese monte, no podemos perder el equilibrio.
“Hay que cuidar ese monte, no podemos perder el equilibrio”
PC. ¿De qué hay que cuidarlo?
GS. La frontera agrícola avanza muy rápido, y el avance desmedido de la frontera agrícola en zonas frágiles hace costoso cuidar el monte. Puede ser muy lamentable. Te puedo decir que provincias como Santiago del Estero, parte del Chaco sudamericano, han tenido avance con la soja y el algodón, zonas de llanuras donde las precipitaciones son de menos de 600 milímetros. Si me voy al municipio de Yacuiba, más del 50% del área ya es netamente agrícola. Está bien, es importante, pero no podemos perder el equilibrio y que después sigan los problemas de pocas precipitaciones, extremo calor, sin condensación de vapor que tiene que haber para que exista lluvia.
PC. En tu experiencia, ¿cómo afecta la sequía a tu producción?
GS. Venimos de tres años de sequía, y es muy complicado. Esas condiciones nos hacen tener tinacos con agua limpia disponible para los apiarios todo el tiempo, porque las abejas trabajan todo el tiempo. En esta entrevista que estamos teniendo, ellas están trabajando. Las condiciones que yo les dé, las van a retribuir. Trabajamos mucho con el bienestar animal. No estamos explotando, estamos produciendo. Sabemos cuáles son sus necesidades básicas, los momentos en el año donde hay que tener ciertos cuidados, cuando dejarle miel para su invierno. Todo. La condición climática es compleja. Por ahí tenemos buena, mediana o poca producción algunos años, pero no depende de ellas, es un tema del clima que tratamos de sobrellevar, de mantener el equilibrio con el medio ambiente. En la zona en la que estamos, puro monte chaqueño, no existe una actividad ganadera fuerte, ni actividad agrícola industrial. Es un ambiente de monte, con mucha naturaleza, y tratamos de preservarlo.
PC. ¿Qué acciones se realizan para preservar el monte?
GS. No hay acciones de impacto, pero sí muchas iniciativas, como la del diputado Eloy Maraz Castillo de declarar área de reserva a 10 kilómetros del margen del río Pilcomayo para que no se desarrolle la agricultura intensiva. Pero eso también tiene que venir con alternativas de desarrollo, algo que permita producir manteniendo el monte. El municipio también tiene que plantear acciones para trabajar.
PC. Viniendo de un árbol particular del monte chaqueño, ¿qué propiedades tiene la miel que produce con su familia?
GS. El mistol tiene propiedades antioxidantes. Pero, para la miel, su propiedad natural es que no cristaliza. Seguramente en altura, en un par de años, se cristalizará. Pero eso ayuda a su comercialización. Es una miel densa. Nos indican que no es fuerte en sabor y fragancia. Tiene un aroma frutal. Dentro de varias mieles que hemos hecho probar, es la que más resalta.
“En esta entrevista que estamos teniendo, ellas están trabajando. Las condiciones que yo les dé, las van a retribuir”
PC. ¿Qué cuidados tiene en su apiario a lo largo del año para lograr esta calidad?
GS. Tenemos una planificación integral. Hemos aprendido en qué meses toca hacer un monitoreo de la varroa, un parásito que afecta a las abejas. Siempre va a haber, pero no hay que dejar que sea alto el número. Menos de 2% de varroa en muestreo, es tolerable. Pero si hay más, tenemos que hacer un tratamiento orgánico. Lo otro, vemos el espacio interior de la colmena. Si tiene muchas cajonerías, hay que reducir. De acuerdo a la época, vemos cuántas cuadras de cría tiene, cuánto de población, cómo está su categorización. Si va a empezar la floración, tengo 6 cuadras de crías, y estoy en categoría 1, quiere decir que está muy bien. Pero si reviso, está empezando la floración y tengo 2 cuadras de crías, estoy empezando mal. Trabajamos con la apis mellifera, la abeja extranjera, que ya es del propio lugar. No hemos introducido otra línea.
PC. En 18 años de experiencia, ¿qué percepción tienes del cambio climático?
GS. No quisiera decir cambio climático, porque se evalúa en períodos de 20 a 30 años. Diría variaciones climáticas extremas. Teniendo tres años consecutivos del fenómeno de La Niña en el Chaco, teniendo que poner agua varias veces, durante meses, con calores de más de cuarenta grados donde las colmenas han sido estresadas, hemos encontrado bastantes opciones para darles el bienestar integral a las abejas. Te doy un dato, cuando hacía 47 grados de sensación térmica en el Chaco, ponía el termómetro con el sensor dentro de la colmena. En el sol, 56 grados de temperatura. En el apiario, que hay un poco de sombra, 49 grados. Pero lo pongo en la colmena, y la temperatura era de 39 a 41.5 grados. ¿Eso qué me quiere decir? Si como apicultor sé que la temperatura interna del nido de la colmena tiene que ser de 36 grados, es como decir que tiene fiebre. La colmena está haciendo un esfuerzo doble para bajar esa temperatura, ventilación, buscar agua, para seguir trabajando. Durante tres días de la evaluación que hicimos, la abeja estuvo en ese proceso, y tiene un gasto energético. Si esa colmena no tiene reserva energética, se me va para abajo. Todo eso tenemos que ir evaluando, analizando e interrelacionando.
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