Especial digital BICeBé 2023
PutosModernos, del “me gusta” al “lo compro”
Por primera vez en su historia, la agencia española de publicidad expone su obra en una galería de arte.
Tuvieron que pasar algunos años y cruzar algunas millas para que PutosModernos convierta los muros de Kiosko Galería en algo muy parecido a su feed de Instagram. “Quién iba a decir que algún día acabaríamos en Bolivia inaugurando la primera exposición de PutosModernos”, comentó sorprendido Jorge Sandua en la inauguración, que fue posible gracias a la magia y el impulso de la Bienal del Cartel de Bolivia (BICeBé) 2023 y su directora, Susana Machicao.
“Perdón por hacerles leer tanto”
Tantas cosas son involuntarias y familiares en la exhibición de PutosModernos, inaugurada el 21 de noviembre y disponible hasta el 8 de diciembre de este año. Antes que nada, el formato del cartel se lleva muy bien con lo suyo, el copywriting, esa disciplina del minimalismo publicitario al que Joan Alvares y Jorge Sandua confieren un humor irónico, logrando espejos que deforman las certezas de la identidad y el sentido común de la humanidad moderna y digital.
Luego está su alta capacidad conceptual, pues muchas de sus obras se basan en definir ciertos aspectos culturales desde perspectivas nuevas que, otra vez, sirven para mirar y mirarse de nuevo y encontrar que en el reflejo nos estamos riendo de nosotros mismos. Un puto diccionario moderno que, visto desde Santa Cruz, hace imposible no pensar en la obra de Roberto Valcárcel, que nos regalaba risas mentales con cuadros donde el sujeto retratado era el título.
Hay que ver la muestra de PutosModernos, aunque sea por frivolidad, aunque sea porque la revista Forbes los tiene en su lista de los 100 mejores creativos del mundo. Vaya a saber en qué puesto. Y si no te gusta leer, toma de Joan Alvares esta disculpa que dio en la inauguración, casi textual: “Perdón por hacerles leer tanto. Espero que nadie se vaya sin leer absolutamente todos los posters. Agradecer a la BICeBé por invitarnos y elevar nuestro trabajo de algo tan fugaz y banal como Instagram al Museo, lo cual nos permitirá alimentar un poco nuestro desmesurado ego, y explicar mejor nuestro trabajo a nuestras madres. Estamos en un museo, con una exposición, y podemos demostrarlo. Pero lo único que nos preocupa es poder subir todo esto a Instagram. Gracias por hacer esto posible, y ayudar a construir nuestra enorme fachada, vacía y llena de nada”.
Jorge añade: “Disfruten, y si hay alguna falta de ortografía, me lo dicen”.