Consumidores tarijeños protagonizarán transformación del sistema alimentario
Más de 60 personas se reunieron en el Primer Encuentro de Consumidoras y Consumidores por un consumo activo y agroecológico en Tarija, un hito en la búsqueda de un sistema alimentario sostenible.
El martes 24 de octubre en el salón principal de la Asociación de Municipios de Tarija, tuvo lugar un evento en el que la población consumidora pudo encontrarse con productores, transformadores y gastrónomos agroecológicos para reflexionar su papel en la protección de la salud y el medio ambiente.
LA REVOLUCIÓN COMIENZA EN TU PLATO
El encuentro fue impulsado por grupos y colectivos tarijeños asociados al Movimiento Agroecológico Boliviano, como el Colectivo Infinitum, ASOCIO, IICA, ITEM, RENACC Tarija, Esperanza Bolivia, CETHA Emborozú, ADEZA, SPG APAT y el Abasto Agroecológico Tarija, además de expertos en alimentación saludable, producción agroecológica de alimentos, y normativas nacionales de protección al consumidor.
El público asistente pudo conocer la oferta agroecológica de Tarija, así como los circuitos de comercialización con espacios como la Feria del Abasto Agroecológico, y las tiendas Alma Tierra y La Cosecha. También destacaron temas como el marketing alimentario para fomentar hábitos de consumo responsable, el uso de agrotóxicos que afectan a productores y consumidores, y la importancia de la alimentación saludable en la prevención de enfermedades.
Según refirió Carol Mansilla, coordinadora del Colectivo Infinitum, convocantes y asistentes del encuentro llegaron a conclusiones importantes, como la necesidad de eliminar las barreras que impiden acceder a una alimentación saludable, tener mecanismos que garanticen la producción agroecológica y por lo tanto el aumento de confianza de los consumidores, y la diversificación de la oferta en una lógica de competencia sana.
Las conclusiones guiarán futuras acciones encaminadas a fortalecer la seguridad alimentaria y la salud de la comunidad tarijeña
También se valoró la participación de la niñez y la juventud como agentes de cambio, la necesidad de rutas ecológicas en la oferta turística, y la disponibilidad de información que promueva estilos de vida saludable y permita al público consumidor tomar decisiones oportunas, como el conocimiento de las cadenas productivas, la recuperación de saberes comunitarios, y los efectos de productos convencionales y de contrabando.