Durazno, música y chicha triunfaron de la Olimpiada del Saber del Adulto Mayor
Nueve contendientes expusieron sus saberes en el Auditorio de la Facultad de Enfermería. Los tres ganadores representarán a Tarija en la fase nacional.
La mañana del jueves 10 de agosto, nueve “abuelitas y abuelitos” expusieron sus saberes en la final departamental de una olimpiada que ya lleva diez ediciones. En esta ocasión, el tino de Beatriz Vaca, actual Responsable Departamental del Programa de Post-Alfabetización, fue llevar el evento a la universidad. “Siempre se hacía en una plaza, se invitaba a colegios. Los escolares van porque la maestra les pide. Pero es importante llegar a la universidad para que esta se relacione con su pueblo, ya que por siglos han sido negados nuestros saberes y se ha puesto la educación superior como lo máximo de todo”, dijo.
Si bien muchos participan a través de la convocatoria, también los adultos mayores que asisten al programa de post-alfabetización son motivados a escribir su historia con todos sus saberes. Todos los que ganan las fases departamentales forman parte de una publicación del Ministerio de Educación que recoge todos estos relatos.
“La Pachamama es una abuelita. Se las sabe todas y nadie le discute”
Este año, tres ganadores de la Olimpiada Departamental representarán a Tarija en el certamen nacional que se realizará el 25 de agosto en la ciudad de Cochabamba, un día antes del Día del Adulto Mayor en Bolivia. A decir de Beatriz Vaca, “en este evento se concreta la inclusión y el afecto hacia los adultos. Tenemos que generar esos entornos de amor, no es que son mayores y que esperen su muerte. Esto les emociona, se valora lo que han hecho, se fortalece su independencia, se van contentos y toman decisiones. Ahora, los ganadores tienen que viajar”.
Este 2023, Tarija será representada por Roberta Cari Sánchez, quien habló del proceso de fabricación de la chicha de maíz; Pedro Pascual Ordoñez Mamani, quien expuso la manera en que se construyen los principales instrumentos musicales de la tradición tarijeña, dando además una muestra de cómo suena cada uno; y Juan López Jurado, que relató con gran despliegue de elementos la manera en que fue descubriendo y mejorando nuevos usos para el durazno y la tuna.
En suma, esta olimpiada es un puente para salvar la distancia generacional que separa a la juventud de los saberes de la vida, resguardados por personas que tienen una relación directa y permanente con la tierra. “La Pachamama es una abuelita. Se las sabe todas y nadie le discute”.