En la voz de Boka Esquina (II)
Segunda parte de un especial sobre una de las voces más fuertes del hip-hop boliviano.



En esta segunda y última parte de una entrevista especial para Pura Cepa, seguimos celebrando el lanzamiento de “Bombea la Sangre” y dando esquina a la Nayra, que ahora profundiza la perspectiva sobre su identidad de mujer, artista y ciudadana del Estado Plurinacional. Escucha lo que la esquina dice.
Fotos: Malahierba Wichhu Noe y Sergio Flores.
Pura Cepa (PC). ¿Cómo describes tus raíces, aquel momento detonante que te hizo abrir la boca para no callar más?
Boka Esquina (BE). Yo me considero una mezcla de raíces, muchas que se han degradado con el tiempo, otras que han recobrado vida y se han multiplicado. Mi vida ha cambiado mucho a lo largo de los años, he encontrado muchos hogares y muchas faltas de hogares. Ambos me han marcado y me han enseñado a abrir mi boca. Creo que mi familia y mi crú más importante es mi gente en Bruselas, con quienes viví en okupas y a través de episodios traumantes durante 2 o 3 años, la Gender Panik, una crú de pura mina y diversidades, y toda la familia de la 404, el colegio abandonado dónde vivía. Ahí empecé a rapear la lleca cuando la dormía y no tenía hogar en Europa, y me aburría y no sabía bien qué hacer. Mi crú también es los Rimay Tinku, mi sangre aquí en La Paz, con quienes me formé técnicamente un montón. Y nada, los parces de siempre que han estado toda la vida, que ya no andan en crú pero pa’ mí son raíces, el Illa, la Toti, la Gansa, la Mafe, Ezra, mi hermana Marianita igual, y na’, mi familia biológica, a quienes les debo la life, mi Mami Bea, mi mamita, mi hermano, mi viejo, mis primos.
“Yo por mi familia doy todo, y sobre todo por mi mamá que es quién hace bombear mi sangre en las venas”
PC. ¿Cómo es tu relación con tu familia?
BE. Sin comentarios. ¡Yiaaaa! (Risas). Nah, mentira. Ha sido complicada a veces la relación con respecto a mis ganas y mis sueños de hacer música. Por ejemplo, estudiarla no ha sido posible, y creo que todavía mis padres tienen dificultades con el rap y la cultura hip-hop, pero en verdad me apoyan y escuchan mi música, me ayudan hasta a vender mis discos a los miles de tíos que hay, y yo valoro muchísimo su ayuda. No tenemos una relación desbordante de amor, así como se la puede tener de adolescente. Creo que es normal después de todo lo que pasé yo y la diferencia entre nuestras experiencias de vida, pero el amor y el cariño no se tocan. Yo por mi familia doy todo, y sobre todo por mi mamá que es quién hace bombear mi sangre en las venas. Ella marca mucho mi vida y mis aprendizajes. “Bombea la Sangre” está dedicado a ella.
PC. ¿Cómo fue la experiencia de saber que eres ella en un mundo en el que sigue comandando la heteronormatividad? ¿Quiénes han estado contigo? ¿Cómo defines ser transperra?
BE. Yo supe que era ella el 2021, un año después de comenzar a rapear. Saberlo fue un proceso duro y largo, pasé de pensar que simplemente era a-género a encontrarme dentro de la feminidad y reconocerme en mi propio invento de lo que es. Pero jodido, la verdad, cranear cómo hacer pa’ explicarle a la awicha, por ejemplo, si es que siquiera decides contarle. O en qué contextos de la sociedad vas a tener que cagarte que la gente no lo respete o lo sepa, porque en una entrevista de trabajo que voy a estar diciendo yo que soy ella y que no sé qué cosas más. Necesito la chamba y el dinero, prefiero aguantarme, ¿no ve? Medio fregado es ser trans y no transicionar del todo corporalmente, estar en este no-lugar que la gente mira con confusión. Pero, por ejemplo, la comunidad hip-hopera de La Paz ha sido muy respetuosa, y por más que no siempre lo entiendan, siempre quieren considerarlo y llamarme como yo prefiero que me llamen. Y obviamente mis amigos, mis crú, sobretodo mi gente de la comunidad LGTBQIA+, siempre han estado ahí dándome esquina, por lo cual estoy agradecida por siempre. Transperra es un término que me inventé porque llama la atención y hay que ser vivos, pues, en las redes hoy en día (Risas). Pero creo que lo definiría en el sentido que el ser perra, es decir, ser viva, bocona, actuar en el interés de una y de su comunidad, instrumentalizar nuestra sexualización para sobrevivir mejor, es una forma de feminidad en la que me encuentro mucho, o en todo caso mucho más que en la feminidad convencional heteronormativa y misógina.
“Ser viva, bocona, actuar en el interés de una y de su comunidad”
PC. ¿Cuál es tu vínculo con lo espiritual?
BE. Yo hablo mucho de ese tema en mi último disco, “Bombea la Sangre”, que hasta parece religioso a veces. Creo que hay un más allá, creo que dentro del amor y ese sentimiento inexplicable que tenemos al encontrarnos en comunidades marginales, dentro de la lucha por un mundo más justo y dentro del transformarlo todo en arte, hay una fuerza que nos sobrepasa como individuos, y creo que no es injusto llamar a eso Dios. Pero después, como cualquier kollita, también creo en nuestra espiritualidad y en la reciprocidad que tenemos con ella, nuestros vínculos sagrados con los tres pachas y la Pachamama, nuestra conexión mutua con los cerros, los ríos, las nubes, los truenos, en la ritualidad no solo de una waxt’a, sino también de una ronda de freestyle.
PC. ¿A quiénes les tiras en tus cortes?
BE. Naaa, a nadie le tiro muy duro, creo yo. Por más que escriba mucho sobre el gobierno y sobre este sistema capitalista depredador, por más que me guste ser observadora y tratar de darle palo a los distintos mecanismos de injusticia que existen en nuestra city, mi objetivo no es que, digamos, el Arias o cualquiera de esos peleles escuche los temas y se ponga a pensar. Creo que no hay caso de hacerles cambiar, no porque no entiendan sino porque no está en el interés del politiquero ni del burgués cambiar. Yo escribo pa’ la gente, pa’ que escuchemos y nos levantemos, y nos animemos a organizarnos y entre-apoyarnos. Porque, desde lo comunitario y desde lo local, creo que sí podemos hacer un cambio. Desde los de arriba, ya era. Con tal que me escuche un chamaco de mi zona, o algún cuate donde sea en el mundo, y las letras le piquen ahí donde nos da ganas de involucrarnos en nuestra cultura y nuestras comunidades, yo chocha. Pero si un manager bien waso escucha mis temitas, y le gusta y me quiere ofrecer una buena chamba, no es que me voy a rayar.
“Yo escribo pa’ la gente, pa’ que escuchemos y nos levantemos”
PC. ¿Si la misión es descolonizar, por dónde se empieza?
BE. Uta, bro. En otros tiempos hubiese escrito un ensayo entero, pero este año aprendí a devolverle humildad a mis opiniones y mi conciencia política. Creo que desde mis privilegios y desde mi mestizaje, no es a mí a quien toca responder esas preguntitas. Yo solo puedo decir que, antes que creer en la descolonización, tenemos que adoptar posturas anticoloniales. El ejercicio de memoria y de raíz es vital, pero la lucha está también en combatir nuevas formas de colonialismo que nos quieren oprimidos. En estos tiempos de colapso capitalista, el cuidado mutuo es la lucha principal contra sistemas occidentales que nos quieren individualizar. Y creo que, mientras exista el Estado y ese modelo, la misión de descolonización tendrá un obstáculo gigante.
PC. ¿Qué opinas de la propuesta federalista del oriente boliviano y de la postura oficialista?
BE. Ningún modelo estatal puede ser bueno para el pueblo y sus comunidades. La propuesta federalista del oriente boliviano es la instrumentalización de un deseo genuino de atención y escucha por parte de las hermanas y hermanos que viven allá. Las élites civiles y empresariales están apropiándose de discursos que nacen desde necesidades reales para impulsar una propuesta que les daría más poder y más campo libre para proteger su capital depredador y su expansión capitalista. Y la propuesta oficialista es llevar todo ese punto de vista a un extremo abstracto para polarizar al país y seguir conservando una mayoría del electorado. Al Estado central no le interesa escuchar las demandas reales de poblaciones marginales en el oriente del país, ni entender por qué esas propuestas asustan a nuestras comunidades andinas, solo le interesa plantear una dicotomía en la que parezcan izquierdistas antifascistas por contraste y puedan seguir aplicando políticas extractivistas y de derecha bajo la mesa.
“En estos tiempos de colapso capitalista, el cuidado mutuo es la lucha principal”
PC. ¿Por qué en Bolivia no se legaliza la marihuana?
BE. Porque hay, pues, interés de por medio. La Iglesia Católica no puede permitir legislaciones que demuestren que ya no tienen tanta muñeca en la redacción de leyes, el agroempresario no quiere que se permita ninguna hectárea fértil al cultivo de plantas y especies que no sean las suyas, al narcotráfico prácticamente se lo rinde obsoleto si las drogas no permanecen ilegales, y el Estado no puede justificar los presupuestos monstruosos que le dedican a la policía si no es para que los verdesitos cacen changos y changas que están fumando un queso en la plaza. Yo no creo que las autoridades sean tan sonsas y en serio piensen que la marihuana es algo tan terrible, solo que es la distracción perfecta para que la gente no hable del perico, pues.
PC. ¿Cómo describirías Bolivia a alguien que no tiene idea de lo que es?
BE. Si conozco a alguien que no sabe qué es Bolivia, en todo caso le hablo primero de la belleza del apoyo entre su gente, la diversidad de la geografía, la alegría de un casquito de chicha, la resiliencia en nuestro espíritu festivo a pesar de siempre estar media cabeza bajo el agua. Y de ahí le digo que vayamos a rayar la estatua del Colón, así como la del Che, y a organizarnos, porque los de corbatita no nos van a salvar.
“A organizarnos, porque los de corbatita no nos van a salvar”
PC. Si fueras ministra, ¿cuál sería tu ministerio y a qué se dedicaría?
BE. El ministerio del despute, se dedicaría al despute y yo sería Ministra Nacional del Despute.
PC. ¿Primera resolución?
BE. Invitarles a escuchar mi nuevo disco “Bombea La Sangre”, que está disponible en todas las plataformas de streaming, y a estar atentos para nuevos temas, videos y conciertos. Yo me voy a seguir moviendo por mis sueños y por mi cultura. Y pa' aquellos que no conocían que en Bolivia hay un mundo de hip-hop gigante, entren en contacto, ¡porque es un nido de cariño y respeto que a mí me ha salvado la vida!